Hombre r¨¦cord

Alberto Contador se mira en el espejo y se ve m¨¢s maduro, un hombre que ve las cosas claras, que sabe ya manejarse con frialdad, analizar sin emociones las situaciones antes de tomar decisiones desapasionadas. S¨ª, quiz¨¢s tenga raz¨®n. Tiene ya 27 a?os y algunas arrugas se han convertido en l¨ªneas fijas en su rostro. Quiz¨¢s, s¨ª, maneje ya las carreras m¨¢s cerebralmente. Pero de h¨¢bitos no cambia: le sigue apasionando ganar (o casi) todo aquello que corre. Ayer le toc¨® el turno a la Par¨ªs-Niza, la segunda carrera del sol que se lleva a su casa de Pinto, tras la de 2007. "Y, encima, sal¨ªa de favorito, con todas las miradas fijas en m¨ª, con todos pendientes de m¨ª. Eso lo ha hecho m¨¢s dif¨ªcil", dijo Contador en el paseo de los Ingleses, de Niza, donde los ingleses desayunan jarras de cerveza en las primeras terrazas del a?o, donde los nice?os aprovechan la primera ma?ana tibia de domingo para lanzarse a hacer footing por las playas de guijarros gordos y negros; donde Sean Kelly, ganador de siete Par¨ªs-Niza, pasea con sus aires de labriego, espaldas cargadas, mirada socarrona, hablando de rugby; donde Contador se siente, al fin, "liberado": "Y m¨¢s dif¨ªcil de ganar a¨²n porque no era un recorrido que se pudiera decir que estaba hecho para m¨ª: cualquiera, con las bonificaciones, ten¨ªa posibilidades".

Y, encima, podr¨ªa a?adir Contador, se cay¨® el segundo d¨ªa, perdi¨® tiempo en un abanico y apenas pudo contar con su equipo, desaparecido, en los momentos decisivos. Se benefici¨®, como todos los m¨¢s fuertes, de la t¨¢ctica del Caisse d'?pargne, de una filosof¨ªa que su director, Eusebio Unzue, resume: "Siempre iremos a ganar las carreras, no a hac¨¦rselas perder a los otros". Dos ciclistas de Unzue, Alejandro Valverde, a 11s, y Luis Le¨®n, a 25s, acompa?aron a Contador en un podio espa?ol despu¨¦s de que la ¨²ltima etapa se resumiera en un ataque de Purito Rodr¨ªguez en el puerto de ?ze, en una selecci¨®n de los mejores, en un descenso nervioso hasta el mar y en un sprint por la tercera plaza (antes hab¨ªan llegado Moinard y Voeckler, escapados) en el que se impuso Valverde. "S¨¦ que hay dudas sobre mi equipo", el Astana, dijo Contador, "pero esta carrera ni equipos m¨¢s fuertes la podr¨ªan haber controlado. Ha sido como un mini-Tour, un bonito ensayo para tomar decisiones en julio".

Su primera Par¨ªs-Niza, all¨¢ por 2007, cuando a¨²n no hab¨ªa ganado el Tour, cuando pocos imaginaban lo que se le ven¨ªa encima a la jerarqu¨ªa del ciclismo, le sirvi¨® a Contador de tarjeta de presentaci¨®n. "Sirvi¨® para que la gente me empezara a conocer", dijo; "la de este a?o tiene otro valor, tambi¨¦n important¨ªsimo. Significa que las piernas me han respondido, lo que transmite confianza". Y la victoria, la segunda del a?o en la segunda carrera que corre, tras la Vuelta al Algarve, en febrero, significa que habr¨ªa que remontarse casi hasta Eddy Merckx para hallar un corredor capaz de ganar en un mismo a?o el Tour y varias carreras todos los meses. El Can¨ªbal gan¨® en 1971 la Par¨ªs-Niza y el Tour y hasta 2007, hasta Contador, ning¨²n corredor fue capaz de hacer lo mismo, un hecho que podr¨ªa repetirse en 2010 y al que, aparentemente, Contador no da importancia: "He ganado las dos ¨²ltimas, pero lograr un r¨¦cord no es algo que me obsesione".