Europa puede desaparecer
Europa, o se espabila o puede desaparecer como unidad pol¨ªtica, aplastada entre China y Estados Unidos. Hay s¨ªntomas preocupantes. La cumbre de Copenhague, a la que un simple acuerdo entre los dos grandes, antes de la reuni¨®n, dej¨® sin contenido, y a Europa, la anfitriona y la campeona del medio ambiente, compuesta y sin novio. Otro, la ausencia de Obama de la pr¨®xima cumbre Europa-EE UU a celebrar en Espa?a. En este caso, lo peor son las disculpas: el presidente, dicen, tiene muchas cosas importantes que hacer en su pa¨ªs y no puede perder el tiempo en Europa. Son dos muestras. Nos presentan un plato precocinado por los grandes y Europa lo toma o lo deja.
No tenemos derecho a quejarnos. La crisis global ha puesto en evidencia que, cuando hay dificultades, los ego¨ªsmos nacionalistas nos incapacitan para actuar unidos. En Espa?a, adem¨¢s, aportamos le?a al fuego de las dificultades obvias de robustecer la unidad continental entre 27 soberan¨ªas a?adiendo algunas soberan¨ªas m¨¢s de base regional.
Para superar la endeblez frente a EE UU y China, hay que construir una Uni¨®n Federal
Europa debe seguir el ejemplo de EE UU. Tan pronto comprobaron aquellos pioneros de la democracia que fueron Hamilton, Madison y Jay -El Federalista 1787-1789- que con la desuni¨®n confederal no iban a ninguna parte, postularon la Uni¨®n Federal, estrechando los v¨ªnculos entre los Estados miembros y creando la primera naci¨®n del mundo.
Si Europa no aprovecha las ense?anzas que le ofrece la crisis global, y acomete con decisi¨®n el paso hacia la Uni¨®n Federal igual que hicieron los americanos en 1789, seguramente la "vieja Europa" va a desaparecer como unidad pol¨ªtica. Ser¨¢ cuesti¨®n de tiempo. Es posible que para avanzar en la senda de la Uni¨®n haya que modificar el Tratado de Lisboa, que apenas acaba de nacer.
Nosotros necesitamos a Am¨¦rica y Am¨¦rica necesita a Europa. La UE, sobre todo tras la heroicidad de conseguir dotarse de una moneda com¨²n, era vista con recelo al otro lado del mar. All¨ª subyac¨ªa el temor a una Europa a la que Norteam¨¦rica hab¨ªa sacado de dos guerras y ahora empezaba a ser, con el euro, un temible competidor. Con la crisis esto ha cambiado y EE UU constata que en solitario ya no puede con China. Nos necesita, como tercer v¨¦rtice equilibrador del tri¨¢ngulo, para evitar una nueva guerra fr¨ªa entre dos bloques. El enfrentamiento entre China y EE UU es ya una realidad patente, mitigada de momento por la deuda americana en manos orientales. La teor¨ªa de Paul Kennedy en su obra Auge y Ocaso de las Grandes Potencias (1989) comienza a manifestar su imagen m¨¢s cruel.
Las medidas que, a mi juicio, habr¨ªa que tomar, son las siguientes:
Primera. Robustecer la unidad pol¨ªtica de Europa, en forma de Uni¨®n Federal Europea, y, por tanto, con v¨ªnculos mucho m¨¢s s¨®lidos de los que dispone el Tratado de Lisboa.
Segunda. Plantear seriamente cu¨¢ndo y c¨®mo vamos a comparecer todos los ciudadanos de la UE para elegir en votaci¨®n directa al primer presidente de los Estados Unidos de Europa.
Tercera. Fortalecer la unidad del mercado ¨²nico europeo poniendo freno a las tentaciones proteccionistas con las que algunos pretendan salvarse a costa de los dem¨¢s, evitando el fraccionamiento infraestatal de los mercados.
Cuarta. La unidad financiera requiere la implantaci¨®n sin dilaciones de un supervisor ¨²nico de todo el sistema bancario europeo que ejerza la vigilancia y el control de las operaciones y aplique disciplina, para lo que es necesario atribuir al BCE competencias m¨¢s all¨¢ de las monetarias.
Quinta. Debemos terminar con la dualidad de pa¨ªses, como el Reino Unido o Suecia, que tienen un pie dentro de la UE y otro fuera. Es decir, que, siendo miembros de la UE, mantengan su moneda fuera de la eurozona. Y ofrecer a Inglaterra que la sede del BCE pase a estar en Londres.
Sexta. Potenciaci¨®n de un verdadero Presupuesto Federal Europeo, terminando con la contradicci¨®n actual de que el 40% del Presupuesto est¨¦ absorbido por la PAC a favor de pa¨ªses industriales.
S¨¦ptima. Establecimiento de una pol¨ªtica fiscal com¨²n que garantice la disciplina, el control del d¨¦ficit y los endeudamientos incontrolados o escamoteados a la autoridad monetaria europea.
Octava. En este mismo contexto, hay que crear el "Euro Bono", como nueva fuente de financiaci¨®n federal para evitar los spreads que fomentan la desigualdad.
Novena. Pol¨ªtica de Bienestar Social Com¨²n. A la vista de las nuevas realidades (envejecimiento poblacional, inmigraci¨®n y lucha contra el d¨¦ficit), se hace necesario regular un m¨ªnimo com¨²n de Asistencia y Bienestar Social Europeo, sin perjuicio de los derechos ya adquiridos en cada pa¨ªs, para garantizar a todos los ciudadanos de la Uni¨®n unos Derechos Sociales B¨¢sicos.
El mayor orgullo de Europa, el llamado "modelo social europeo", es falso, porque no es propiamente europeo sino distinto en cada Estado. Este modelo tiene que ser tambi¨¦n federalizado para que sea realmente un "modelo social europeo". Realista (sobre un cementerio econ¨®mico es imposible un para¨ªso social), viable -o, sostenible, si se prefiere- y ajustado a las circunstancias de la econom¨ªa europea y de su poblaci¨®n.
?stas son las medidas que yo propongo, que someto a otras mejor fundadas.
Antonio Hern¨¢ndez Mancha, ex presidente de Alianza Popular.
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