Trasplantes a la carta
El tr¨¢fico de ¨®rganos es un grave problema global que Espa?a puede ayudar a erradicar
Un ciudadano espa?ol vive en Bilbao con un h¨ªgado comprado en China. No es el primero que recurre a esta pr¨¢ctica, pero s¨ª el primer receptor de un ¨®rgano logrado mediante pago (m¨¢s de 130.000 euros) que ha contado abiertamente su historia poniendo al descubierto la cruda naturaleza del turismo de trasplantes y los dilemas ¨¦ticos que comporta. Pacientes procedentes generalmente del mundo rico se someten a trasplantes en pa¨ªses menos pr¨®speros del sur y del este asi¨¢tico aun sabiendo que el ¨®rgano que les devolver¨¢ la esperanza quiz¨¢ proceda de un ejecutado que no dio su consentimiento o de un donante vivo, generalmente un paria que pone en riesgo su salud y su vida por un pu?ado de d¨®lares.
China, Pakist¨¢n, India, Filipinas, Egipto, Moldavia, Per¨² y Ecuador son algunos de los 15 pa¨ªses en los que se realizan estas pr¨¢cticas y a los que acuden cada a?o miles de pacientes. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud calcula que el 10% de los trasplantes se hacen recurriendo al tr¨¢fico de ¨®rganos, un canal de estructura mafiosa dif¨ªcil de erradicar con leyes nacionales limitadas por el factor territorial.
El Gobierno espa?ol prepara una amplia reforma del C¨®digo Penal en la que se baraja incluir la tipificaci¨®n del delito de tr¨¢fico ilegal de ¨®rganos, pero el cambio ser¨¢ m¨¢s testimonial que real. El tr¨¢fico de ¨®rganos est¨¢ prohibido a nivel nacional, pero dif¨ªcilmente se puede perseguir un delito que no est¨¢ considerado como tal fuera de nuestras fronteras y m¨¢s dif¨ªcil a¨²n perseguir al paciente que, en situaci¨®n desesperada, se agarr¨® a esa ¨²ltima esperanza para sobrevivir.
El tr¨¢fico de ¨®rganos es, en palabras de la OMS, un problema global que s¨®lo beneficia a los ricos y que promueve la inequidad y la explotaci¨®n de personas. En la batalla por erradicarlo, Espa?a puede desempe?ar un papel clave. Nuestra Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT) es un referente para Europa y el resto del mundo. El sistema, basado en el altruismo, ha alcanzado un alto nivel de excelencia, pese al problema de las listas de espera, especialmente angustiosas en este caso. Su influencia para desarrollar en otras ¨¢reas del planeta (como Europa o Am¨¦rica Latina) sistemas similares puede ser vital en esa lucha contra un mercadeo que existir¨¢ mientras haya demanda. De puertas adentro, alertar sobre los riesgos de estas pr¨¢cticas, por minoritarias que sean, es tambi¨¦n labor de la ONT.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
