Cuando el ni?o sabe m¨¢s que yo
El desconocimiento lleva a muchos padres a sobreproteger o espiar a los hijos en la Red - Hay espacios de intimidad que s¨®lo deber¨ªan saltarse en casos extremos
Cualquiera puede comprender la creciente preocupaci¨®n de los padres por el uso que hacen sus hijos de Internet, donde muchos chavales comparten sin miramientos datos personales y fotos comprometidas que quedan al alcance casi de cualquiera, con casos de adultos trastornados que contactan con menores en la Red, con acoso entre iguales... Pero si al miedo a las peores pesadillas de un progenitor se suma el desconocimiento del medio, las respuestas pueden ser exageradas y, sobre todo, contraproducentes, seg¨²n expertos como el presidente de la asociaci¨®n Prot¨¦geles, Guillermo C¨¢novas, o la investigadora de la Universidad del Pa¨ªs Vasco Gemma Mart¨ªnez.
El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, explic¨® la semana pasada un experimento que hab¨ªa realizado: se hab¨ªa dado de alta con una identidad falsa en la red social Tuenti, una de las m¨¢s populares entre los chicos y chicas espa?oles, para controlar qu¨¦ im¨¢genes se suben o con qu¨¦ personas contactan, antes de decidir si permit¨ªa a su hija darse de alta. El perfil ya est¨¢ borrado, y Canalda dice que su hija conoc¨ªa el experimento, pero el debate sobre hasta d¨®nde es l¨ªcito y adecuado entrar en la intimidad de los menores para garantizar su seguridad en la Red ha quedado abierto de par en par.
"Hay que trasladar a Internet las mismas pautas que en la vida real", dice un experto
El Defensor del Menor de Madrid entr¨® en Tuenti con una identidad falsa
En Espa?a, la preocupaci¨®n es alta y la alfabetizaci¨®n digital, baja
"Hay que educar al menor desde que es peque?o", asegura una investigadora
"La actual es la primera generaci¨®n de ni?os que saben m¨¢s que sus padres sobre algo", las nuevas tecnolog¨ªas, dice C¨¢novas. Lo primero que tienen que hacer los adultos es informarse sobre las ventajas y desventajas, por ejemplo, de las redes sociales, y s¨ª, desde su organizaci¨®n aconsejan que los padres se den de alta en las redes sociales, "pero no falseando su identidad", a?ade. "Hay que trasladar a Internet las mismas pautas de actuaci¨®n que en el espacio real. Por ejemplo, los padres quieren y deben saber con qui¨¦n salen sus hijos el s¨¢bado por la noche. Pero no colocar¨ªan un micr¨®fono oculto en el banco del parque para escuchar lo que dicen", a?ade.
Pero siguiendo con los ejemplos, a la investigadora Gemma Mart¨ªnez ni siquiera le parece adecuado que los padres est¨¦n en las redes sociales con sus hijos. "Es como empe?arse en salir con ¨¦l y sus amigos el fin de semana. El comportamiento del ni?o o la ni?a va a ser distinto", explica. Mart¨ªnez comprende que "los padres est¨¢n en una situaci¨®n muy compleja", en un entorno desconocido en el que a cada rato se le plantea la misma pregunta: ?c¨®mo lo hago?
Las p¨¢ginas y los dec¨¢logos de consejos para padres se multiplican de forma proporcional a la preocupaci¨®n y entre las recomendaciones suelen destacar la colocaci¨®n del ordenador en una zona compartida por la familia y acordar los horarios de uso, navegar junto a los ni?os o fomentar su esp¨ªritu cr¨ªtico. Y, en general, estas medidas se van siguiendo. Seg¨²n el informe de mayo de 2009 del observatorio de seguridad del Instituto Nacional de tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n (Inteco), el 91,7% de los padres informa a sus hijos sobre los posibles riesgos existentes en la Red y el 80,1% tiene el ordenador en un lugar com¨²n de la casa. Pero lo que no se puede hacer es relacionarse con los hijos y sus amigos a con una identidad falsa, dice Mart¨ªnez: "Porque es lo que hacen otras personas con malas intenciones".
Canalda ya no quiere hacer m¨¢s declaraciones sobre este tema, pero el domingo hab¨ªa explicado al EL PA?S que su intenci¨®n era comprobar el funcionamiento de la Red antes de dar permiso a su hija para que participara. Junto a ella, y con el perfil falso, Canalda estuvo varios d¨ªas "como espectador", "sin participar en las conversaciones" de sus hijos, pero viendo lo que hac¨ªan "como si fuera un chico m¨¢s", ha explicado. Ese control es "algo necesario a pesar de que puede resultar controvertido, porque alguien puede entender que es vulnerar la intimidad de los hijos", ha dicho el Defensor, que asegur¨® que, invitado por su hija, no vulner¨® su intimidad. Aunque eso sea as¨ª, ?y la intimidad del resto de chicos a cuyas conversaciones asisti¨® bajo un nombre falso?
"Es complicado fijar d¨®nde est¨¢ la l¨ªnea entre el deber de protecci¨®n de los menores y el derecho a su intimidad", dice Jorge Flores, director de Pantallas Amigas, una web de promoci¨®n de la seguridad de los j¨®venes en las nuevas tecnolog¨ªas. El debate est¨¢ constantemente en la sociedad, dice, y recuerda la obligaci¨®n de las chicas de 16 a?os de informar a sus padres si quieren abortar.
El psiquiatra infantil Paulino Castells cree que la clave est¨¢ en la relaci¨®n afectiva de padres e hijos: "Si el hijo se siente querido nunca ser¨¢ una intromisi¨®n". En general, asegura que hay que respetar en la medida de lo posible la intimidad de los menores, pero se?ala que, ante la sospecha de un padre o un educador de que hay situaciones peligrosas, es mejor traspasar la l¨ªnea del "intervencionismo". Castells recuerda c¨®mo evit¨® el suicidio de dos adolescentes hace a?os gracias a que una madre lleg¨® a su consulta con el diario de su hija -la versi¨®n antigua y de papel de muchos blogs personales actuales-. Pero, en general, Castells considera que lo b¨¢sico es ense?ar a los chavales cu¨¢les son los peligros de la Red, d¨®nde pueden acudir si les ocurre algo y que sepan que sus padres siempre est¨¢n para escucharles. "Es verdad que hay una cierta psicosis que hace que nos pasemos de la raya", a?ade.
En febrero del a?o pasado se presentaron los datos de una encuesta de la Comisi¨®n Europea que dec¨ªa que los padres espa?oles son de los que m¨¢s restricciones ponen a sus hijos en el uso de Internet (tiempo m¨¢ximo de utilizaci¨®n, del uso del correo electr¨®nico, la mensajer¨ªa instant¨¢nea o chats). En un foro, poco despu¨¦s, algunos se congratulaban de esa enorme preocupaci¨®n que demostraba ese dato, cuenta Mart¨ªnez, que estuvo implicada en ese estudio. Pero la nota matizaba y reorientaba esa interpretaci¨®n: "Los padres europeos que usan Internet son los menos preocupados", mientras que "los padres espa?oles no alcanzan los est¨¢ndares de alfabetizaci¨®n digital de los padres anglosajones o escandinavos". Y por esa raz¨®n, a pesar de la preocupaci¨®n, "tienen una menor tasa de uso de programas de filtrado y de monitorizaci¨®n que la media europea": un 42,7% y un 32,2%, frente a un 48,8% y 37%, de media (en Reino Unido un 77% de los padres usa el filtrado).
El caso de Canalda no parece fruto del desconocimiento. "A m¨ª me parece m¨¢s bien un toque de atenci¨®n para que los padres est¨¦n encima y acompa?en a sus hijos", dice el psiquiatra Castells. De hecho, Canalda ha explicado que no le gustaron las informaciones que vio intercambiar alegremente a los chicos -"Suben informaci¨®n por un tubo, tanto ellos como sus amigos, informaci¨®n que puede ser accesible a personas como yo, que soy un amigo que nadie conoce"- y por eso decidi¨® junto a su hija que ¨¦sta no se diera de alta en Tuenti.
Al responsable de comunicaci¨®n de Tuenti, ?caro Moyano, le parece muy bien que los padres, sobre todo al principio, acompa?en a sus hijos en el uso de estas herramientas, y que se den de alta en las redes, pero, una vez m¨¢s, el problema es la identidad falsa. Moyano explica que Tuenti cumple con los protocolos de seguridad fijados por la Comisi¨®n Europea, por ejemplo que s¨®lo est¨¢n autorizados a entrar mayores de 14 a?os, los perfiles no aparecen en los buscadores de Internet y todo menor tiene activados por defecto los controles de privacidad m¨¢s altos.
En cualquier caso, por grandes que sean los controles, y como ha demostrado Canalda, los peligros est¨¢n ah¨ª. En el servicio de atenci¨®n de la asociaci¨®n Prot¨¦geles, las consultas m¨¢s frecuentes son por casos de acoso y sobre vulneraci¨®n de la intimidad. Adem¨¢s, expertos en violencia escolar, como la catedr¨¢tica de Psicolog¨ªa de la Universidad de C¨®rdoba Rosario Ortega, alertan con preocupaci¨®n del aumento de la violencia mediante el uso de las nuevas tecnolog¨ªas, redes sociales o el cyberbullying.
As¨ª, la pregunta de cualquier padre, aun despojado de esa psicosis a la que se refer¨ªa Castells, es: ?qu¨¦ puedo hacer? "No se trata de un tema de fiscalizaci¨®n e intromisi¨®n, mucho menos exitosas, sino de educaci¨®n", asegura Guillermo C¨¢novas, de Prot¨¦geles. "Hay que educar al menor desde que es peque?o", a?ade Gemma Mart¨ªnez: sentarse junto a ¨¦l a navegar -por ejemplo, elegir junto al chico o la chica los niveles de seguridad de su perfil en una red social- y, sobre todo, hablar con ¨¦l. "Cuando eso falla se va a las restricciones, sin pararse a pensar que eso puede causar al menor problemas de exclusi¨®n entre sus amigos". Y, adem¨¢s, si un menor tiene vetado Internet o la red social en casa, "probablemente los use fuera, en un cibercaf¨¦, que es mucho m¨¢s peligroso", dice Mart¨ªnez. Pero claro, como recuerda Rosario Ortega, todas esas recomendaciones que los expertos colocan por encima de las dem¨¢s requieren "dedicarle mucho m¨¢s tiempo tanto a los ni?os como a los adolescentes".
Seguridad y supervisi¨®n
- Seguridad. El 93,4% de los padres de menores de edad advierten a sus hijos de los peligros de facilitar en la Red datos personales propios (nombre, direcci¨®n, tel¨¦fono, contrase?as, fotograf¨ªas...) o de personas cercanas, seg¨²n el ¨²ltimo informe del Observatorio de Seguridad del Inteco, del segundo trimestre de 2009. En el primer trimestre fue el 92,2%.
- Informaci¨®n. El 91,7% le ha informado a su hijo de los riesgos de la Red. Esta cifra apenas ha variado con respecto a la anterior.
- Tiempo de conexi¨®n. El 73,8% vigila el tiempo de conexi¨®n de los menores; este dato es menor que tres meses antes: 75,7%.
- Espacio compartido. El 80,1% tiene el ordenador en un lugar com¨²n de la casa. La anterior cifra era el 78,2%.
- Contactos. El 77,5% sabe qui¨¦nes son sus amigos en la Red (anterior: 72,9%).
- Confianza. Un 54,3% revisa el historial de navegaci¨®n para ver las p¨¢ginas que ha visitado (cifra que ha bajado: era el 55,8%). Un 62,8% dice confiar en su hijo y le permite navegar sin su supervisi¨®n.
- Temores. Un 21,3% dice que es posible que su hijo vea contenidos inadecuados.
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