Freno a la rebeli¨®n

Tal como estaba previsto, el Congreso rechaz¨® ayer por 176 votos contra 170 la moci¨®n del Partido Popular para impedir la subida del tipo general del IVA en dos puntos y de un punto el tipo general a partir de julio. Los votos de PNV y Coalici¨®n Canaria, atados por el compromiso firmado para aprobar los Presupuestos para 2010, fueron suficientes para frenar la pretensi¨®n del PP, que, no obstante, sigue empe?ado en promover una "rebeli¨®n", tal como la defini¨® Esperanza Aguirre, contra la medida del Gobierno. El PP considera que la subida del IVA impedir¨¢ la recuperaci¨®n econ¨®mica y el Gobierno entiende que es necesario para corregir el d¨¦ficit, casi el 12% del PIB en 2009.

Sin duda, la subida del IVA tendr¨¢ consecuencias sobre la recuperaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola. La cuesti¨®n est¨¢ en saber la magnitud de esas consecuencias. El PP no pudo demostrar ayer, a pesar de la ret¨®rica enf¨¢tica de Crist¨®bal Montoro, que vayan a ser letales; tanta cat¨¢strofe no est¨¢ avalada por modelos econ¨®micos contrastados. Los males que promete el PP parecen un intento de concitar la hostilidad de los ciudadanos contra el Gobierno a cuenta de una decisi¨®n tan espinosa como una subida de impuestos. Son m¨¢s cre¨ªbles las proyecciones que limitan el impacto del aumento del IVA a una subida moderada de los precios. El comisario europeo de Asuntos Econ¨®micos, Olli Rhen, anunci¨® ayer que no espera "ning¨²n impacto negativo significativo" de la subida del IVA sobre el crecimiento espa?ol.

Los dirigentes del PP dan muestras de nuevo de su afici¨®n por el tremendismo y la histeria antipedag¨®gica. Las finanzas p¨²blicas espa?olas necesitan con urgencia de un plan de estabilidad que recorte ese 12% de d¨¦ficit p¨²blico que coloca a Espa?a en situaci¨®n precaria en la eurozona; la estabilidad s¨®lo se conseguir¨¢ mediante una combinaci¨®n de austeridad en el gasto y aumento de los ingresos; por tanto, la subida del IVA y alguna otra que en el futuro pueda aprobarse (carburantes, alcohol, tabaco) no deben descartarse en nombre de sus efectos sobre el consumo. Las objeciones de la izquierda, que reclama un aumento de la progresividad fiscal, son correctas, pero exigen un debate m¨¢s amplio.

Es potestad pol¨ªtica del Gobierno decidir cu¨¢l es el balance entre recorte de gastos y aumento de ingresos que mejor salvaguarda la solvencia de las finanzas p¨²blicas; y tambi¨¦n lo es calcular cu¨¢nto pueden subir los impuestos, supuesta la obligaci¨®n de bajar el d¨¦ficit, sin poner en riesgo la recuperaci¨®n econ¨®mica. La receta del PP (una "rebaja selectiva de impuestos") es imprecisa e inviable: cualquier rebaja de los ingresos por recortes impositivos deber¨ªa ser compensada por alzas en otros tributos. Si Rajoy tuviera un programa en lugar de un plan para atizar la furia demag¨®gica, apoyar¨ªa al Gobierno en lo que ambos est¨¢n de acuerdo: reducir el d¨¦ficit avalando una moderaci¨®n salarial de los funcionarios y bajando el gasto de las autonom¨ªas que controla su partido. As¨ª se garantizar¨ªa una subida fiscal muy moderada.