La hora de Gri?¨¢n
Hace s¨®lo unos meses, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n pensaba que su vida pol¨ªtica ten¨ªa los d¨ªas contados. Estaba convencido de que su ¨²ltimo cargo pol¨ªtico ser¨ªa el de consejero de Econom¨ªa y Hacienda en el Gobierno de Manuel Chaves.
Todo indicaba que su trayectoria p¨²blica acabar¨ªa al mismo tiempo que la de su amigo Manolo, al final de esta legislatura, en 2012. Pero el destino les ten¨ªa reservada una sorpresa: Zapatero nombr¨® a Chaves vicepresidente del Gobierno de la naci¨®n y ¨¦ste le propuso a su amigo Pepe que le sucediera al frente de la Junta de Andaluc¨ªa.
Hasta entonces, Gri?¨¢n hab¨ªa formado parte del equipo de otro: ministro con Felipe Gonz¨¢lez y consejero con Chaves. Por primera vez, desde el mes de abril del pasado a?o, era el capit¨¢n de su propio equipo: el Parlamento andaluz lo eleg¨ªa presidente de la Junta. El pasado fin de semana, era nombrado secretario general de los socialistas andaluces.
Gri?¨¢n ya tiene todo el poder. Ha llegado la hora de que demuestre qu¨¦ puede y qu¨¦ sabe hacer con ¨¦l.
Un poder que hereda en unas circunstancias angustiosas: Andaluc¨ªa, como el resto del mundo, atraviesa la mayor crisis econ¨®mica conocida en d¨¦cadas y la derecha amenaza con arrebatar el poder a los socialistas por vez primera en 30 a?os.
Gri?¨¢n ha aceptado esta inesperada responsabilidad porque est¨¢ convencido de que tiene soluciones para afrontar la crisis y porque conf¨ªa en ganar las primeras elecciones en las que ir¨¢ de cabeza de cartel. Lo contrario ser¨ªa est¨²pido.
?Puede ganar? Enfrente tiene a un contrincante correoso, pero perdedor. Javier Arenas, presidente del PP de Andaluc¨ªa, nunca ha ganado unas elecciones por s¨ª mismo: ni la alcald¨ªa de Sevilla, a la que aspir¨® en los a?os ochenta, ni la presidencia de la Junta, que perdi¨® en tres ocasiones frente a Chaves.
Aunque el PP supera en casi todas las encuestas al PSOE, la diferencia es similar al margen de error que tienen esos sondeos. Adem¨¢s, Gri?¨¢n est¨¢ mejor valorado que Arenas.
Pero har¨ªa mal Gri?¨¢n en confiar exclusivamente en esa lectura de las encuestas. Hasta ahora, los socialistas, cuando llegaban unas elecciones auton¨®micas o generales, lo ¨²nico que ten¨ªan que hacer era defender lo conquistado.
La situaci¨®n ha cambiado dram¨¢ticamente: ahora, el PP puede ganar. Gri?¨¢n sabe que la pr¨®xima contienda es a vida o muerte: si pierde, su carrera pol¨ªtica, hasta ahora brillante, habr¨¢ terminado. Pasar¨¢ a la peque?a historia como el primer socialista que pierde unas elecciones en Andaluc¨ªa. Por tanto, tiene que salir a ganar.
Para ello, cuenta con una ejecutiva hecha a su medida, integrada por un grupo de personas con larga trayectoria en el partido (especialmente en las Juventudes Socialistas) pero desconocidos por la ciudadan¨ªa. Importa poco si son m¨¢s o menos j¨®venes. Salvo Rosa Torres, nueva presidenta del PSOE, los ocho miembros del n¨²cleo duro se mueven entre los 30 y los 37 a?os. Pero, como dice Carlos Fuentes (La voluntad y la fortuna), ser de una generaci¨®n no es una virtud, es una fecha.
Los nuevos dirigentes socialistas tienen que actualizar el fondo y la forma en que venden la pol¨ªtica del partido. Ya no basta con apariciones rutinarias los lunes por la ma?ana tras una reuni¨®n anodina de la direcci¨®n. Tampoco con dar r¨¦plica a las andanadas de la oposici¨®n. Como buen aficionado al f¨²tbol, Gri?¨¢n sabe que, adem¨¢s de destruir el juego enemigo, deben construir el juego propio. Los votantes del PSOE esperan iniciativas, ideas, propuestas que vuelvan a ilusionarles. Sustentadas, eso s¨ª, en una ideolog¨ªa de izquierdas.
Un partido que debe ser ejemplo de honradez y transparencia. Un partido que reivindique la grandeza de la pol¨ªtica, que, en palabras de Carlos Fuentes, "es el ¨²ltimo recurso de la inteligencia".
Y todos dicen que, inteligencia, Gri?¨¢n la tiene.
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