Alerta: el agua siempre vence al ladrillo
La construcci¨®n salvaje en zonas inundables suma v¨ªctimas o da?os en Madeira, el Guadalquivir o La Rochelle - Cobra fuerza el debate sobre la expropiaci¨®n de terrenos o la inversi¨®n en obra hidr¨¢ulica
Las vidas de Nicolas Sarkozy y Ver¨®nica Monges no tienen nada que ver, pero en las ¨²ltimas semanas se han enfrentado a un enemigo com¨²n. El presidente franc¨¦s visit¨® La Rochelle el pasado 1 de marzo tras la tormenta Xynthia, que se llev¨® la vida de medio centenar de personas mientras dorm¨ªan tranquilamente en sus casas. "No se puede transigir con la seguridad. Debemos reflexionar sobre los planes urban¨ªsticos para que esta cat¨¢strofe no vuelva a suceder", dijo Sarkozy. Monges vive en el asentamiento de casas ilegales en la ribera del r¨ªo Guadarrama, en el municipio madrile?o de M¨®stoles. "Los d¨ªas que llueve mucho, esto se inunda y nos vamos a la casa de un familiar unas calles m¨¢s arriba. Hace dos semanas, tuvimos que sacar agua con cubos del sal¨®n de una vecina", cuenta desde la puerta mientras trata de que su hija no moleste al ni?o m¨¢s peque?o. "?Que si tenemos miedo de que aqu¨ª un d¨ªa pase algo? Pues claro que s¨ª", responde sin dudar.
Los ecologistas cifran en 40.000 las construcciones en ¨¢reas peligrosas
Francia expropia las casas con m¨¢s riesgo, opci¨®n que Espa?a descarta por ahora
"Hemos perdido la memoria del territorio", dice el urbanista Ezquiaga
El mapa de zonas inundables que prepara el Gobierno estar¨¢ listo en 2012
"Pues claro que tenemos miedo", dice una mujer en su casa, junto al r¨ªo
"Las conclusiones del 'informe Biescas' se han ignorado durante diez a?os"
La cat¨¢strofe de La Rochelle se ciment¨® en un c¨®ctel formado por vientos de m¨¢s de 150 kil¨®metros por hora, subida de la marea y lluvias torrenciales. Los problemas de Monges se deben, sin embargo, a la posible crecida del r¨ªo que ve cada ma?ana desde su casa. Pero tanto en un caso como en otro -as¨ª como en las lluvias de Madeira, que a finales de febrero dejaron una cuarentena de muertos, o las crecidas del r¨ªo Guadalquivir, sin v¨ªctimas mortales pero con cuantiosos da?os materiales- la construcci¨®n de viviendas en zonas peligrosas es el gran problema. La proliferaci¨®n de un urbanismo que ha ignorado los caminos del agua suscita un debate que enfrenta la seguridad de los ciudadanos con el derecho de esas personas a seguir viviendo en su propia casa. Ninguna soluci¨®n -expropiaciones, obras de ingenier¨ªa...- dejar¨¢ contento a todo el mundo.
El fen¨®meno se ha extendido en estos a?os en los que el ladrillo se convirti¨® en la herramienta m¨¢s f¨¢cil y m¨¢s r¨¢pida de los ayuntamientos para hacer caja. No hay cifras oficiales, pero las de los ecologistas asustan. "Estimamos en 40.000 las construcciones en dominio p¨²blico hidr¨¢ulico, la gran mayor¨ªa viviendas, pero tambi¨¦n c¨¢mpings, polideportivos, residencias de ancianos, colegios, restaurantes...", sostiene Santiago Mart¨ªn Barajas, autor de un informe de Ecologistas en Acci¨®n. Los responsables pol¨ªticos prefieren, sin embargo, quitar hierro. "Me parece una cifra exagerada, algo alarmista", responde Jes¨²s Yag¨¹e, subdirector de Dominio P¨²blico Hidr¨¢ulico del Ministerio de Medio Ambiente. "Estamos realizando la cartograf¨ªa de zonas inundables, que estar¨¢ plenamente operativa en 2012", a?ade.
Tras a?os de mirar hacia otra parte, la radiograf¨ªa del problema dio un salto de gigante en 2007, con la directiva de la Comisi¨®n Europea que daba de plazo hasta 2013 para que los Estados detecten en mapas sus ¨¢reas con riesgo de inundaci¨®n. "La reforma de la Ley del Suelo de 1998 ya estableci¨® que hab¨ªa que declarar como no urbanizable el suelo que conllevara riesgos, pero ese art¨ªculo nunca se cumpli¨®", recuerda el catedr¨¢tico de Geograf¨ªa de la Universidad de Alicante Jorge Olcina. "Como no hab¨ªa mapas de riesgo, se constru¨ªa. Durante el boom inmobiliario nadie quer¨ªa mirar hacia un problema en el que se est¨¢ jugando con vidas humanas", concluye Olcina, que estima en 300 las muertes causadas por inundaciones en Espa?a en los ¨²ltimos 15 a?os.
Vidas como las de los 87 veraneantes que murieron el 7 de agosto de 1996 en Biescas (Huesca). Fueron 87 cuerpos arrastrados por una riada que arras¨® un c¨¢mping construido en el curso de un torrente, cerca de un barranco. Los informes t¨¦cnicos que desaconsejaban la ubicaci¨®n del establecimiento en ese lugar no sirvieron para nada.
Tras un suceso que dej¨® en shock a todo un pa¨ªs -y que oblig¨® a las administraciones a pagar 11,2 millones de euros por no haber evitado un suceso previsible-, el Senado cre¨® una comisi¨®n que sacara conclusiones de la tragedia. "Dieron unas recomendaciones de enorme inter¨¦s pero que no se pusieron en pr¨¢ctica. Han tenido que pasar m¨¢s de 10 a?os para que volvamos a retomar esas conclusiones", a?ade el catedr¨¢tico de la Universidad de Alicante. Es probable que cat¨¢strofes como la de Biescas no hubieran pasado antes porque a nadie se le habr¨ªa ocurrido levantar un c¨¢mping en el curso de un torrente cerca de un barranco. "Hemos perdido la memoria del territorio. Antes se eleg¨ªan los lugares donde asentarse con un cierto conocimiento del territorio. La moderna promoci¨®n de viviendas ha olvidado estas ense?anzas, por lo que se hace imprescindible un estudio cient¨ªfico riguroso del suelo", asegura el premio Nacional de Urbanismo Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga.
Los estragos del agua tampoco son balad¨ªes desde el punto de vista econ¨®mico. Se trata del riesgo natural que m¨¢s da?os causa en Espa?a al a?o: un 0,1% del producto interior bruto, es decir, unos 1.000 millones de euros. Y puede ir a m¨¢s. Porque a medida que el cambio clim¨¢tico se haga m¨¢s presente, ser¨¢ necesario reevaluar los riesgos que conlleva. "Aumentar¨¢n, por ejemplo, los problemas de inundaci¨®n en ¨¢reas costeras, hasta ahora muy poco importantes en Espa?a", pronostica Ezquiaga.
El mapa que prepara el ministerio en colaboraci¨®n con las comunidades aut¨®nomas, del que ya ha dibujado m¨¢s de 60.000 kil¨®metros, permitir¨¢ poner en marcha una pol¨ªtica preventiva para evitar licencias de obras en zonas de riesgo. Adem¨¢s del mapa, el Gobierno ha invertido en cuatro a?os m¨¢s de 300 millones en conservaci¨®n y limpieza de cauces y ha puesto en marcha el Sistema Autom¨¢tico de Informaci¨®n Hidrol¨®gica para prevenir las avenidas de agua. Las inundaciones de la costa mediterr¨¢nea, donde son m¨¢s habituales, no suelen causar muchos da?os a pesar de ser una de las zonas m¨¢s vulnerables por su alta densidad de poblaci¨®n. "Las grandes inundaciones, normalmente originadas por lluvias continuadas, son menos usuales y se suelen localizar en Andaluc¨ªa o Extremadura", explica la profesora de meteorolog¨ªa Carmen Llasat.
Ahora bien, una vez detectadas las ¨¢reas peligrosas, ?qu¨¦ se hace con las personas que viven en esas decenas de miles de casas ya construidas? "Es la pregunta del mill¨®n", reconoce el alto cargo del ministerio. "Tendremos que ver qu¨¦ medidas adoptamos. Los propietarios deber¨¢n fomentar los seguros frente a inundaciones. Y es necesario abrir un debate p¨²blico sobre la expropiaci¨®n", a?ade Yag¨¹e. Francia forma parte de la avanzadilla en este sentido: ha dibujado un mapa con tres niveles de riesgo, y se reserva la expropiaci¨®n s¨®lo para las ¨¢reas m¨¢s peligrosas.
"No caben m¨¢s que dos alternativas. O se inician obras hidr¨¢ulicas muy costosas que, si se hacen con fondos p¨²blicos, implicar¨¢n transferencias de rentas a los que en muchos casos construyeron ilegalmente. O se reubican estas urbanizaciones. A pesar de que sea una medida muy impopular y que plantea muchos interrogantes, creo que habr¨¢ que avanzar en este camino", se?ala el urbanista Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga. Como un primer paso, el Gobierno ha comenzado en los ¨²ltimos cuatro a?os a recuperar terrenos para dar m¨¢s espacio al r¨ªo. El alto coste de estas expropiaciones, m¨¢s enfocadas en la mejora medioambiental que en la seguridad, provoca que se hagan muy lentamente.
Se adopte la decisi¨®n que se adopte, ser¨¢ un camino lento, caro y que no cubrir¨¢ todos los flancos. Por eso el profesor de geolog¨ªa de la Universidad de Barcelona Joan Manuel Vilaplana insiste en la educaci¨®n. "Las canalizaciones son necesarias, pero no suficientes. Dan una falsa sensaci¨®n de seguridad. Creo en el ejemplo franc¨¦s, que implica planes de prevenci¨®n para sensibilizar a la poblaci¨®n. Hay que ense?ar a la gente a convivir con el riesgo y no hablar s¨®lo de esto cuando hay una tragedia. Las administraciones p¨²blicas han escondido la cabeza el resto del tiempo", dice Vilaplana.
Pero no todos se esconden. El Ayuntamiento de M¨®stoles lleva a?os pidiendo a la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo y al Gobierno central la demolici¨®n de los dos centenares de viviendas en el cauce del r¨ªo Guadarrama. "Antes de que haya una tragedia humana, como la de Biescas", dec¨ªa el alcalde, Esteban Parro, hace ya dos a?os y medio.
Este poblado naci¨® en los a?os sesenta del siglo pasado. Las viviendas que en un principio se utilizaban para el descanso de fines de semana se convirtieron en residencias habituales. Este conglomerado de casas al margen de la legalidad recibi¨® m¨¢s tarde poblaci¨®n gitana e inmigrante, principalmente marroqu¨ª. Algunos llegaron a tiempo para ver con sus propios ojos la inundaci¨®n de 1989 y la menos importante de 1995. "No es para tanto. Aqu¨ª ya no hay ning¨²n peligro", dice Rebeca, detr¨¢s de la barra de uno de los dos bares del lugar, que no ve con buenos ojos la presencia de periodistas por ah¨ª. "Luego dec¨ªs que esto est¨¢ fatal y no es verdad", protesta. Durante estas ¨²ltimas semanas, tras el febrero m¨¢s lluvioso de los ¨²ltimos 30 a?os, los responsables del municipio de M¨®stoles hicieron llegar a todos los que quer¨ªan escucharles su preocupaci¨®n por la posibilidad de que se desencadenara una tragedia en el lugar. Finalmente, no ocurri¨® nada. Habr¨¢ que ver qu¨¦ pasa la pr¨®xima vez.
Las grandes inundaciones
- Bast¨® con 10 minutos de lluvias para acabar con las casas de cientos de vecinos de Badajoz el 7 de noviembre de 1997. Fallecieron 18 personas. Cinco, de una misma familia.
- El 7 de agosto de 1996 murieron 87 personas en el camping de Biescas (Huelva), construido en el cauce de un torrente cercano a un barranco.
- Bilbao sufri¨® la peor inundaci¨®n de su historia durante las fiestas del verano de 1983. En las 24 horas del 26 de agosto cayeron 1.500 toneladas de agua. Hubo 34 muertos y cinco desaparecidos.
- Unas lluvias torrenciales que en algunos puntos superaron los 500 litros por metro cuadrado lograron borrar del mapa un pueblo entero del Pirineo. Entre el 6 y el 9 de noviembre de 1982 murieron por la inundaci¨®n 14 personas.
- La presa de Tous, incapaz de contener la crecida del J¨²car, se vino abajo el 20 de octubre de 1982. La cat¨¢strofe se sald¨® con una treintena de muertos y m¨¢s de 5.000 damnificados en 32 poblaciones distintas.
- La crecida de un r¨ªo insignificante, el Ripoll, caus¨® el 25 de septiembre de 1962 una de las mayores tragedias del agua de la historia de Espa?a. En el Vall¨¨s murieron unas mil personas en unas pocas horas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.