La especulaci¨®n de la manzana
Un kilo de fruta en la tienda es un 535% m¨¢s caro que lo pagado al agricultor - El productor recibe un 16% del beneficio de cada pieza; el comercio, un 74%
En la fruter¨ªa Alfonso del mercado de la Boqueria, el kilo de manzanas Golden costaba ayer 0,99 c¨¦ntimos de euro. Unos metros m¨¢s all¨¢, Conchi las vend¨ªa en su propio puesto a 1,49 euros. Y en un Caprabo del Eixample, el kilo val¨ªa 1,75. Para tomar una media, en 2009 el consumidor pag¨® 1,66 euros por el mismo peso de manzanas, seg¨²n el Ministerio del Medio Rural. Y esta cifra es nada menos que el 535% superior a los 0,31 c¨¦ntimos por kilo que percibieron en origen, tambi¨¦n el a?o pasado, los agricultores que cultivan las manzanas Golden, por ejemplo en Mollerussa (Pla d'Urgell). ?Ad¨®nde fueron a parar los 1,35 euros de diferencia?
Los productores lo tienen claro: denuncian que los distribuidores se quedan con la diferencia y que se aprovechan de su debilidad. Es la guerra. Los puntos de venta al consumidor replican que s¨®lo son un eslab¨®n en la larga cadena que engrosa el coste de los productos. Y la batalla se reproduce en cualquier rinc¨®n del sector. "?C¨®mo se puede sostener una situaci¨®n en la que un kilo de lomo de cerdo cueste siete euros al consumidor, mientras que el productor apenas percibe un euro por ¨¦l?", se lamenta Sebasti¨¤ Abella, criador de cerdos, que reivindica parte del margen con que se quedan las grandes cadenas de supermercados, para que los productores "no se vean ahogados".
A la guerra no es ajena el vino. "Los distribuidores ponen un precio y aprietan a las bodegas, que a su vez estrujan al siguiente pelda?o de la cadena, hasta llegar al productor de uva. El recurso m¨¢s f¨¢cil es ahogar al de abajo de todo", sentencia Joan Sant¨®, viticultor.
El conflicto ha acabado por implicar al Gobierno catal¨¢n. El consejero de Agricultura, Joaquim Llena, describe los m¨¢rgenes en que se mueve esta diferencia de precios como el problema del sector que m¨¢s preocupa a la Generalitat ahora. Sin embargo, los representantes del campo la acusan de no defenderles."Hay que conseguir mecanismos que eviten los abusos entre el proveedor y el distribuidor", reflexiona Llena. Su departamento asegura que lo ¨²nico que puede hacer es aclarar esa brecha de precios, mediante el observatorio de precios puesto en marcha en oto?o pasado. Distintos informes, tanto realizados por la Generalitat como por el Ministerio de Medio Rural, coinciden en las comprobaciones: si se venden manzanas a entre 1,12 y 1,64 euros en tiendas y supermercados, el 16% del beneficio que ha generado va al agricultor, el 10% a la central de ventas o el mayorista que las manipula, y el 74% al punto de venta.
Los representantes del campo piden que la Generalitat marque un precio m¨ªnimo inamovible que puedan percibir por sus productos. "Somos conscientes del problema, pero no podemos fijar los m¨¢rgenes. En una econom¨ªa de mercado ser¨ªa ilegal", se defiende el consejero de Agricultura. Lo que s¨ª tratar¨¢ de hacer es buscar mecanismos que eviten al menos que se pueda vender el producto por debajo del precio de producci¨®n, como de hecho ocurre.
?Por qu¨¦ los agricultores los venden incluso por debajo del precio de coste? "El sector est¨¢ muy fragmentado. Es dif¨ªcil negociar cuando no hay una voz com¨²n", se?ala Alexis Mavromattis, experto en el sector de la distribuci¨®n y profesor de la escuela de negocios EADA. "Esto mismo ocurr¨ªa en otros sectores hace 15 a?os, como en cosm¨¦tica o higiene. Pero con la concentraci¨®n, los productores ganan peso para poder negociar con los distribuidores, que son un grupo de presi¨®n potente", a?ade. Mavromattis hace hincapi¨¦, adem¨¢s, en el hecho de que las cadenas de supermercados compran en subasta y son las cooperativas o los almacenes hortofrut¨ªcolas los que ceden. "Entre los propios agricultores se hacen la competencia a la baja", se?ala. Siempre hay quien baja m¨¢s en la puja, a veces para competir con g¨¦nero del extranjero. Y porque la fruta y la carne se vende o se estropea. Las grandes cadenas se defienden: "La distribuci¨®n es s¨®lo un eslab¨®n m¨¢s", se escuda la patronal Anged, y el beneficio neto que obtienen con la comercializaci¨®n de productos agroalimentarios, no supera el 3%. La Anged recuerda que la mayor parte de la fruta la venden las tiendas peque?as y niega que los agricultores est¨¦n indefensos. "Las grandes empresas de distribuci¨®n no adquieren sus productos directamente a los agricultores, sino que suelen comprarlos a grandes cooperativas que tienen una importante capacidad de negociaci¨®n en defensa de sus costes", explica un portavoz.
VITICULTOR: "Los distribuidores aprietan a la bodega, y ella, a nosotros"
En el sector del vino, los n¨²meros "se hacen al rev¨¦s", asegura el viticultor Joan Sant¨®. "Los distribuidores ponen un precio y aprietan a las bodegas, que a su vez estrujan al siguiente pelda?o de la cadena hasta llegar al productor de uva. El recurso m¨¢s f¨¢cil es ahogar al de abajo de todo", sentencia.
Sant¨®, miembro del sindicato Uni¨® de Pagesos, es viticultor por tradici¨®n familiar. Explota varias fincas de vi?edo, que suman 18 hect¨¢reas, en el n¨²cleo de Les Peces, en Albinyana (Baix Pened¨¨s). En la campa?a del pasado septiembre recolect¨® 125.000 kilos de uva, por los que calcula que percibir¨¢ unos ingresos brutos de 24.000 euros, una suma que no cubrir¨¢ ni los costes de producci¨®n, ya que la mitad de este dinero ser¨¢ para pagar el coste de la vendimia, para la que se vio obligado a contratar personal.
El hecho de vender una y otra vez por debajo del coste de producci¨®n, denuncia, ha sumido al sector en un endeudamiento inostenible. "Estamos tirando de nuestros ahorros y de cr¨¦ditos de los bancos, porque no podemos dejar de invertir para modernizar nuestras explotaciones, o nos quedamos atr¨¢s", indica.
Con este desolador panorama, muchos optan por el abandono, es decir, por arrancar las cepas y cobrar las subvenciones de la Uni¨®n Europea, como sucedi¨® en varios vi?edos de Catalu?a durante la pasada campa?a, en la que desaparecieron 300 hect¨¢reas de cultivo.
AGRICULTOR: "Es hora de que nos neguemos a vender por debajo de coste"
Marc Moy¨¤, de 34 a?os, con t¨ªtulo de ingeniero agr¨ªcola y con un decidido empe?o en sacar adelante un negocio que no atraviesa su mejor momento, convenci¨® a su familia para vender por Internet la fruta de sus fincas de Golm¨¦s, un pueblecito a un tiro de piedra de Mollerussa, en el Pla d'Urgell. As¨ª naci¨® fruitesdelleida.com. "Desde hace a?os, los productores ya no negociamos el precio al que vendemos la fruta. Nos hemos acostumbrado a llevarla a las centrales y ¨¦stas, seg¨²n lo que les pagan los distribuidores, deciden lo que se quedan ellas", denuncia Moy¨¤. Tambi¨¦n tiene reproches hacia los propios productores: "Tenemos que dejar de llorar. Somos fuertes. Tendr¨ªamos que decirles a los intermediarios que a estos precios irrisorios que nos imponen no les vendemos", a?ade combativo. Plantarse ante los "abusos" significa tambi¨¦n, seg¨²n Moy¨¤, buscar alternativas de venta m¨¢s directa. A trav¨¦s de Internet, ¨¦l vende una peque?a parte de su producci¨®n y ha logrado ya algunos beneficios. Al menos, se consuela, no vende por debajo del precio de producci¨®n como en 2008: se gast¨® en cultivar manzanas 25 c¨¦ntimos de euro por kilo y acab¨® vendiendo a 18 c¨¦ntimos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.