El erotismo infantil en el 'manga', a debate en Jap¨®n
Autores y editoriales logran frenar una ordenanza que proh¨ªbe escenas de sexo protagonizadas por menores
La caja de los truenos ha quedado abierta esta semana en el mundo del c¨®mic y la animaci¨®n japonesa. La Asamblea Regional de Tokio deb¨ªa votar ayer una ordenanza para prohibir la publicaci¨®n de material -incluyendo ilustraciones, c¨®mics, pel¨ªculas de animaci¨®n o videojuegos- que retratara a menores de 18 a?os realizando pr¨¢cticas sexuales o actos similares. Sin embargo, la deliberaci¨®n de la normativa local ha quedado congelada moment¨¢neamente despu¨¦s de que a principios de semana se presentara una carta en contra de la medida firmada por m¨¢s de medio centenar de reputados autores de manga y grandes editoriales como Shogakukan, Shueisha o la todopoderosa Kodansha.
El comunicado explica que la ordenanza, que de haberse aprobado se habr¨ªa hecho efectiva el pr¨®ximo octubre, resulta demasiado vaga y subjetiva y que por ello puede atentar contra la libertad de expresi¨®n de autores y empresas. La misiva ven¨ªa rubricada por artistas como Go Nagai, Takao Saito o Rumiko Takahashi, creadores de obras como Mazinger Z, Golgo 13 o Ranma ?. El propio Go Nagai afirm¨® que si los patrones de censura se ampl¨ªan con respecto a lo que se considera pernicioso en este campo, los artistas se ver¨ªan privados de la libertad de expresi¨®n que sustenta a esta industria en Jap¨®n.
Los que se oponen consideran que el texto es demasiado vago y subjetivo
El 86,5% de los japoneses quiere poner freno a los excesos de los tebeos
El conglomerado goza de tal poder¨ªo que ha logrado frenar una medida que, por otro lado, parece contar con un amplio apoyo; un sondeo realizado por el gobierno nip¨®n en 2007 indicaba que el 86,5% de los encuestados apoyaba la idea de imponer limitaciones a los c¨®mics que plasman actos sexuales en los que figuran menores.
No es la primera vez que la sociedad nipona encara este debate. Jap¨®n es uno de los pa¨ªses industrializados con medidas m¨¢s laxas en cuanto a la regulaci¨®n de la pornograf¨ªa infantil y es, junto a Rusia el ¨²nico pa¨ªs del G-8 que de momento no criminaliza la posesi¨®n de dicho material, aunque s¨ª su comercializaci¨®n, difusi¨®n y exhibici¨®n. As¨ª lo refleja una ley aprobada en 1999 y modificada en 2003 que, sin embargo, exime de esta regulaci¨®n al manga, al anime y a los contenidos virtuales. Unicef pidi¨® en 2008 al gobierno japon¨¦s que tomara cartas en el asunto y aunque varios partidos pol¨ªticos, entre ellos el gobernante Partido Dem¨®crata, abogan por criminalizar la posesi¨®n de "material real", en el caso de la llamada "pornograf¨ªa simulada", la cosa resulta m¨¢s compleja.
Basta con entrar en una de las muchas tiendas 24 horas que inundan Jap¨®n para entenderlo. En sus estanter¨ªas, y a la vista de todo el mundo, se venden c¨®mics y revistas en cuyas portadas figuran dibujos de j¨®venes y adolescentes ligeras de ropa. El contenido de muchas de ellas va de lo sugerente a lo er¨®tico, y tambi¨¦n a lo pornogr¨¢fico, aunque siempre bajo las estrictas leyes niponas al respecto; la exhibici¨®n de los genitales masculinos y femeninos est¨¢ terminantemente prohibida y ¨¦stos deben estar siempre difuminados. Se encuentran tambi¨¦n tebeos protagonizados por ni?os y ni?as prep¨²beres, enmarcados en el g¨¦nero conocido en Jap¨®n como lolicon.
Resulta dif¨ªcil tanto para los japoneses de a pie como para los lectores de este tipo de manga en todo el mundo consensuar qu¨¦ porci¨®n del lolicon y del resto de g¨¦neros er¨®ticos y pornogr¨¢ficos puede ser prohibida y cu¨¢l no, o si ninguna debe ser censurada. Aunque no es f¨¢cil establecer cifras, se calcula que en torno a un 30% del manga -una industria que factur¨® 3.300 millones de euros en Jap¨®n en 2007- es de contenido sexual y en gran parte retrata a personajes adolescentes. La tradici¨®n cultural japonesa no considera inmoral en muchos casos las relaciones reales entre adultos y adolescentes. La mayor¨ªa de artistas y prestigiosos cr¨ªticos culturales defienden que tanto el lolicon como otros g¨¦neros entran dentro del terreno de la fantas¨ªa, y que suponen una v¨ªa de escape fundamental en uno de los pa¨ªses del mundo con menos denuncias por violaci¨®n al a?o. Los detractores de esta tesis, entre los que se encuentra el Consejo de Asociaciones de Padres y Profesores de Educaci¨®n Primaria de Tokio, promotores de la ordenanza, opinan que este tipo de contenidos imponen estereotipos de conducta y distorsionan los razonamientos y escalas de valores de los j¨®venes.
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