Reloj, no marques las horas
Mart¨ª Guix¨¦ altera el uso de productos que empleamos habitualmente para forzar la reflexi¨®n de los usuarios
Tenemos demasiadas cosas y hemos dejado de verlas. Existen mil posibilidades de comunicaci¨®n, pero vivimos incomunicados. Despreciamos lo valioso y acumulamos lo accesorio. A partir de estas paradojas de la sociedad actual, el dise?ador Mart¨ª Guix¨¦ (Barcelona, 1965) ha ideado una serie de productos que invitan a vivir de otra manera. Asentado en Berl¨ªn porque siempre ha huido de las "atm¨®sferas sobreprotectoras", Guix¨¦ cree que hay objetos que, con las necesidades actuales, podr¨ªan modificar su uso. ?l lo ha hecho con el reloj de pared. "Hoy en d¨ªa hay relojes en los ordenadores, en los microondas y en los m¨®viles, ?qu¨¦ sentido tiene ya el reloj de pared?", pregunta. Y con su 24h Sentence Maker concluye que la nueva utilidad queda m¨¢s all¨¢ de dar las horas. En su reloj de aluminio blanco -que Alessi acaba de sacar al mercado- puede pintarse. En el bot¨®n que hace girar las agujas, Guix¨¦ ha escrito el verbo "es" y cada una de las horas ha sido sustituida por un sustantivo. As¨ª, las horas se explican con frases leyendo los sustantivos que unen las agujas. Las 8.10, por ejemplo, se traducen por "comida es emoci¨®n". Pero hay m¨¢s. La hucha Seed Safe (semilla segura o caja fuerte de semillas) apuesta por un dise?o sostenible. Y por una reflexi¨®n de calado. Imita las antiguas huchas infantiles de barro, pero apunta m¨¢s alto. Le interesa m¨¢s la generosidad que la acumulaci¨®n. Recuerda que desde lo m¨¢s cotidiano (la manzana o el melocot¨®n que te comes de postre) puedes ayudar al planeta. E invita a hacerlo jugando: metiendo la semilla por la abertura que le corresponda, como en los rompecabezas infantiles en los que cada pieza debe introducirse por el agujero por el que cabe: "La idea es cambiar la percepci¨®n sobre algo tan cotidiano como una manzana. Que una semilla contenga toda la informaci¨®n es m¨¢gico. Y tirar la semilla tras comerte una manzana, un desprecio a la naturaleza". ?Por qu¨¦ no hacer que los ni?os coleccionen semillas y que aprendan a cuidar el planeta?
El movimiento influy¨® en la ciencia-ficci¨®n de los sesenta y setenta
Los mensajes llegan claros con los productos de Guix¨¦. Pero ?no hay algo perverso en criticar h¨¢bitos cuestionables proponiendo m¨¢s consumo? ?Qu¨¦ sentido tiene hacer un dise?o subversivo en empresas poderosas como Alessi? "Me ha costado 10 a?os aceptar su propuesta. Lo primero que hice fue un libro de ideas. Y no funcion¨®. El mercado no estaba preparado. Me volvieron a llamar. Seguimos consumiendo. Pero hemos detectado fallos. Queremos tener cosas que nos representen.Y tenemos la asignatura pendiente de algo b¨¢sico del ser humano: aprender a comunicarnos. Algunos objetos pueden ponerlo m¨¢s f¨¢cil", explica.
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