"La religi¨®n ha de respetar lo que sabe la ciencia"
Hay obviedades ("cualquier creencia religiosa tiene que estar en armon¨ªa esencial con la raz¨®n y con el conocimiento cient¨ªfico") que tardan siglos en abrirse paso. Y ¨¦sa, que la religi¨®n ha de respetar lo que sabe la ciencia, a¨²n no ha alcanzado carta de naturaleza en el mundo.
Eso lo dice Arash Arjomandi, iran¨ª, 39 a?os, un hombre de fe, mientras espera que le sirvan un arroz a banda (un poco descolorido, ¨¦sta es la verdad) y juega con el vaso en el que le espera su cerveza sin alcohol. Un hombre de fe. De la fe baha'i. A los ocho a?os, esa fe lo oblig¨® a dejar Ir¨¢n con sus padres: en su patria los religiosos de Jomeini pusieron al mill¨®n largo de miembros de esa fe en la lista de los indeseables y de los ajusticiables. Su apellido est¨¢ maldito, y con ese estigma viven muchos m¨¢s por el mundo.
Este editor tuvo que huir de Ir¨¢n con su familia por profesar la fe baha'i
De esa triste historia, Arash apenas habla. No est¨¢ dotado, ni como ciudadano, ni como fil¨®sofo (su maestro, con quien estudi¨® en Barcelona, es Eugenio Tr¨ªas), ni como escritor, ni siquiera como iran¨ª de la ya largu¨ªsima di¨¢spora, para el resentimiento. Pero s¨ª quiere que el mundo sepa lo que dicen los preceptos del universo de creencias por el que en su pa¨ªs los persigue el clero hasta la muerte. La fe baha'i, por ejemplo, defiende el principio (?revolucionario!) de que "a las mujeres se les debe dar las mismas, o incluso mayores, oportunidades que a los hombres para su completo desarrollo personal y p¨²blico".
No es una religi¨®n: "Se llama fe porque es un nuevo concepto de religi¨®n: un conjunto de creencias fundamentadas racionalmente y con pautas pr¨¢cticas para la felicidad personal". ?l no se priva de nada, excepto del alcohol... Estamos en un sitio donde no hay, pero, si hubiera, habr¨ªa pedido ensaladilla rusa.
La comida es un tr¨¢mite, francamente. Arjomandi pod¨ªa haber sido poeta, o ejecutivo, pero se ha hecho editor; su editorial, Erasmus, publica cl¨¢sicos, se preocupa de las religiones, y a pesar de la juventud que exhibe su carnet de identidad habla como si detr¨¢s tuviera una experiencia de siglos. La fe, acaso.
Los de su fe, dice, creen que el mundo puede ir mejor. Un "plan global de pacificaci¨®n mundial a trav¨¦s de un federalismo democr¨¢tico internacional" forma parte del ideario baha'i que Arjomandi desmenuza como si hablara de lo que los dem¨¢s llamar¨ªan utop¨ªa con la convicci¨®n con la que subraya el proyecto: "La propuesta baha'i para construir un mundo mejor incluye crear instituciones p¨²blicas globales de naturaleza plenamente democr¨¢tica; sugiere crear instituciones pol¨ªticas confederales a escala global".
Quieren la paz. ?Y por qu¨¦ los persiguen con tanta sa?a? Ocurri¨® desde el principio, en la Persia del siglo XIX: "M¨¢s de 20.000 seguidores de la fe baha'i fueron ejecutados de forma cruel y sangrienta en las calles del Ir¨¢n decimon¨®nico". ?Y ahora? Ahora hay evidencia cruel de que el clero isl¨¢mico no soporta, "por her¨¦ticos", una serie de principios en los que se sustentan las propuestas de los baha'i. Entre ellas, lo que dicen de la igualdad de las mujeres y lo que afirman acerca de la religi¨®n supeditada a la ciencia. El arroz se le ha enfriado, pero Arash est¨¢ feliz de haber encontrado, en esta mesa, a alguien que le ha escuchado con verdadero apetito.
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