Las otras v¨ªctimas
Un informe del Gobierno vasco se?ala que de 74 acciones terroristas de los grupos parapoliciales y de extrema derecha que actuaron en el Pa¨ªs Vasco espa?ol y franc¨¦s entre 1975 y 1990, s¨®lo 17 culminaron con sentencia firme de la Audiencia Nacional
Ocurri¨® a la una de la madrugada del domingo 20 de enero de 1980. Liborio Arana acababa de entrar en el bar Aldana de Alons¨®tegui, un barrio de Barakaldo (Vizcaya), cuando estallaron seis kilos de Goma 2. Murieron Manuel Santa Coloma, el matrimonio formado por Mar¨ªa Paz Armi?o y Pac¨ªfico Fica y el propio Liborio. Otras 10 personas resultaron heridas. "Aquella bomba, con un dispositivo de relojer¨ªa, se coloc¨® con una intenci¨®n muy perversa. Sus autores sab¨ªan que iba a haber una matanza porque la colocaron un domingo de madrugada, cuando el bar sol¨ªa estar lleno", se?ala I?aki Arana, hijo de Liborio.
Al d¨ªa siguiente, los Grupos Antiterroristas Espa?oles (GAE) reivindicaron el atentado. El texto dec¨ªa: "Por cada miembro de las FOP o Guardia Civil caer¨¢n cuatro componentes de la izquierda abertzale". Como otras tantos atentados de la ultraderecha en el Pa¨ªs Vasco, el caso jam¨¢s lleg¨® a juicio ni se detuvo a ning¨²n sospechoso.
Las v¨ªctimas del 'otro terrorismo' piden un reconocimiento similar al que reciben las v¨ªctimas de ETA
El bar estaba regentado por el matrimonio formado por Jos¨¦ ?ngel Gonz¨¢lez y Garbi?e Z¨¢rate, militantes del PNV. "Era un bar al que acud¨ªa mucha gente del pueblo, muchos de ellos nacionalistas. Los autores fueron grupos parapoliciales", se?ala Arana, ertzaina de profesi¨®n, profesi¨®n que ya desempe?aba cuando sucedieron los hechos.
Arana recuerda que entreg¨® los restos de la bomba a un grupo de polic¨ªas procedentes de Bilbao. Pero nunca llamaron a declarar por aquel asesinato ni a ¨¦l ni a ning¨²n vecino. M¨¢s tarde supo que encargaron la investigaci¨®n al inspector Jos¨¦ Amedo, que a?os m¨¢s tarde ser¨ªa condenado por pertenecer a los GAL. El caso fue sobrese¨ªdo el 12 de mayo de 1981 y no hubo juicio.
Pese a ser ertzaina, Arana no logr¨® la implicaci¨®n del Gobierno vasco. "En aquel momento, la Administraci¨®n vasca estaba en sus inicios. Todo lo que logramos fue que Xabier Arzalluz lo recordara en sus discursos". "Perdimos a mi padre. Quedamos mi madre y ocho hermanos. Salimos adelante sin que nadie nos ayudara", finaliza Arana.
El caso de Alons¨®tegui es representativo de una ¨¦poca que va de mediados de los setenta a finales de los ochenta, en que grupos parapoliciales realizaron atentados con distintas denominaciones (GAE, Triple A, Batall¨®n Vasco Espa?ol, GAL...).
Un informe de la Oficina de V¨ªctimas del Terrorismo del Gobierno vasco, que encabezan Maixabel Lasa y Jos¨¦ Mar¨ªa Urquijo, encargado por el Parlamento vasco, ha contabilizado 74 actos terroristas de los grupos parapoliciales y de extrema derecha en el Pa¨ªs Vasco en esa ¨¦poca, con un balance de 66 muertos. Los asesinatos del otro terrorismo fueron reivindicados por los GAL (24), Batall¨®n Vasco Espa?ol (18), la Triple A (8), Grupos Antiterroristas Espa?oles (6) y otros. S¨®lo en 17 casos se lleg¨® a una sentencia firme. El resto jam¨¢s se aclar¨®.
El informe del Gobierno vasco explica el contexto en que se produjeron estos cr¨ªmenes: "La complicada situaci¨®n vivida en Euskadi tras la muerte de Franco y en los a?os inmediatamente posteriores se vio agravada por una violencia intensa, protagonizada tanto por ETA, que se negaba a abandonar las armas, como por grupos, unos incontrolados y otros bien organizados, de extrema derecha que actuaban con un importante nivel de tolerancia, cuando no de complicidad con importantes sectores de los aparatos policiales de la ¨¦poca".
El informe precisa c¨®mo "los antes citados sectores pol¨ªticos de extrema derecha y elementos vinculados a los aparatos de unas fuerzas de seguridad del Estado a¨²n pendientes de democratizar y con una incuestionable motivaci¨®n pol¨ªtica sembraron el terror en determinados sectores sociopol¨ªticos vascos, normalmente vinculados a la izquierda, y sobre todo al nacionalismo vasco, mediante actuaciones violentas que provocaron importantes da?os materiales y personales, llegando a los asesinatos".
Muchos de aquellos atentados provocaron v¨ªctimas en personas alejadas de la militancia de ETA y de la pol¨ªtica partidista, sobre todo a comienzos de los a?os ochenta, como el de Alons¨®tegui o el de la plaza de Am¨¦zola de Bilbao el 23 de julio de 1980.
Sobre las 21.30 de ese d¨ªa estall¨® una bomba de dos kilos de goma 2 a pocos metros de la puerta de la guarder¨ªa Iturriaga-Haurtzaindegia que mat¨® a Mar¨ªa Contreras, de 17 a?os, embarazada; a su hermano, Antonio Contreras, de 11 a?os, y a Anastasio Leal, empleado del servicio de limpiezas del Ayuntamiento de Bilbao, de 58 a?os de edad, que llevaba tan s¨®lo ocho a?os en Euskadi.
La hija de Anastasio Leal, Ramira, recuerda la muerte de su padre: "Sab¨ªamos que la bomba no iba contra ¨¦l, pero lo que m¨¢s me duele es que no se haya localizado a sus autores". Lo reivindic¨® la Triple A y las sospechas se centraron en que la bomba iba dirigida contra el propietario del centro, Antonio Arti?ano, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ceberio (Vizcaya) por Herri Batasuna.
Ramira recuerda que en este atentado no hubo investigaci¨®n policial y, pasado el eco medi¨¢tico, todo se olvid¨®. La Administraci¨®n no se puso en contacto con la familia. "Salimos adelante mi madre y mis hermanos, con nuestro esfuerzo. Lo que hoy lamentamos es que no haya un reconocimiento de estas v¨ªctimas, similar al de las de ETA", dice Ramira Leal.
Veinte a?os despu¨¦s, con la aprobaci¨®n de la Ley de V¨ªctimas del Terrorismo, las familias de los afectados en los atentados de Alons¨®tegui y de la plaza de Am¨¦zola fueron resarcidas con una indemnizaci¨®n.
Seg¨²n el informe del Gobierno vasco, de los 74 atentados del "otro terrorismo", s¨®lo en 44 casos se present¨® ante el Ministerio del Interior la solicitud de reconocimiento de v¨ªctimas cuando se aprob¨® la Ley de V¨ªctimas en 1999. Las 30 restantes no la presentaron, en su mayor¨ªa por desconocimiento. Y de los 44 casos presentados s¨®lo se reconoci¨® esa condici¨®n en 33 ocasiones.
No es el caso de la familia de Mar¨ªa Jos¨¦ Bravo. Pertenece a uno de los nueve casos denegados. Esta muchacha de 16 a?os fue asesinada la tarde del 8 de mayo de 1980 en el barrio de Loyola de San Sebasti¨¢n. Acompa?aba a su novio, Javier Rueda, en su visita a la aseguradora para hacerse la cura de una quemadura por un accidente de trabajo. Un testigo los vio por ¨²ltima vez sobre las seis de la tarde.
A las 19.20, Javier Rueda fue recogido en el camino de la Misericordia con una fractura del hueso craneal y hundimiento del parietal derecho. El cuerpo de Mar¨ªa Jos¨¦ Bravo apareci¨® a las seis de la tarde del d¨ªa siguiente, a unos 200 metros del lugar en que fue recogido su novio. Pudo saberse que un grupo sali¨® al paso de ambos j¨®venes y golpe¨® con un bate de b¨¦isbol a Rueda hasta dejarlo sin sentido. A Mar¨ªa Jos¨¦ la secuestraron y asesinaron por el mismo sistema tras violarla. El asesinato fue reivindicado por el Batall¨®n Vasco Espa?ol.
En este caso tampoco hubo investigaci¨®n policial ni actuaci¨®n judicial, seg¨²n el informe del Gobierno vasco. La familia Bravo lo confirma. Alberto, hermano de Mar¨ªa Jos¨¦, recuerda que ni siquiera recuperaron la ropa de su hermana que se llev¨® la polic¨ªa para la investigaci¨®n. "El gobernador, Pedro de Ar¨ªstegui, nos dijo que hab¨ªa desaparecido", afirma Alberto.
La familia no recuerda que acudieran autoridades al funeral. Nadie conect¨® con ella. No hubo investigaci¨®n ni juicio ni indemnizaci¨®n. El informe citado del Gobierno vasco reivindica la condici¨®n de v¨ªctima de la familia Bravo, que est¨¢ convencida de que su hermana y su novio fueron confundidos con otras personas por los asesinos. "La familia qued¨® destrozada. Era la hermana menor, y mis padres s¨®lo viv¨ªan para ella. Mi padre ya no fue el mismo. Muri¨® pronto. El novio tambi¨¦n muri¨® hace tiempo. No se recuper¨® de unas lesiones tan graves", recuerda Alberto.
El de Mar¨ªa Jos¨¦ Bravo fue una de la docena de asesinatos producidos en las cercan¨ªas de San Sebasti¨¢n entre 1979 y 1981, atribuidos a grupos parapoliciales, reivindicados la mayor¨ªa por el Batall¨®n Vasco Espa?ol. Fueron asesinados en la zona Jos¨¦ Ram¨®n Ansa, Tom¨¢s Alba, Carlos Saldise, Felipe Sagarna, Jes¨²s Mar¨ªa Etxebeste, Miguel Arbel¨¢iz, Joaqu¨ªn Antimasbere, V¨ªctor Fern¨¢ndez, Javier Ansa y Pablo Garayalde.
Algunos de estos casos fueron esclarecidos con la detenci¨®n en 1981 de Ladislao Zabala e Ignacio Iturbide, de ideolog¨ªa de extrema derecha. Se les juzg¨® y conden¨® por siete de estos asesinatos.
El informe del Gobierno vasco precisa que de los 74 actos terroristas, s¨®lo en 33 casos se tramitaron diligencias en la Audiencia Nacional y s¨®lo en 17 culminaron con sentencia firme. Menos de la cuarta parte. El informe del Gobierno vasco admite que "la escasa y deficiente investigaci¨®n policial en una parte muy importante de estas acciones violentas impide el esclarecimiento de un dato de especial relevancia, cual es el grado de complicidad, colaboraci¨®n o inhibici¨®n que pudo existir por parte de determinadas instancias policiales con dichos actos criminales".
Otro de los numerosos casos en que no ha habido juicio ni sentencia es el del asesinato de Jos¨¦ Antonio Cardosa, joven cartero de 22 a?os. Fue un asesinato cometido el 20 de septiembre de 1989, en Renteria (Guip¨²zcoa), cuando ya estaba pr¨¢cticamente extinguida la actividad de los grupos parapoliciales.
A las 14.25 de ese d¨ªa, Cardosa trataba de introducir un paquete en un buz¨®n de un domicilio de Renteria. El paquete estall¨® y el joven cartero muri¨®. La explosi¨®n produjo un boquete en la pared justo encima del buz¨®n de Ildefonso Salazar, militante de Herri Batasuna, que hab¨ªa sido detenido cinco veces y hab¨ªa cumplido un a?o de prisi¨®n por colaboraci¨®n con ETA.
Mar¨ªa Jos¨¦ Cardosa, hermana de Jos¨¦ Antonio, recuerda que el funeral se celebr¨® en un clima de bronca por el impacto del asesinato. Sobre el crimen se ofrecieron distintas versiones, aunque Cardosa fue reconocido como v¨ªctima del terrorismo por la ley de 1999. No hubo investigaci¨®n hasta que en octubre de 1997 el juez Baltasar Garz¨®n abri¨® un auto al hilo del sumario de los GAL. Fue sobrese¨ªdo en 2000.
Mar¨ªa Jos¨¦ Cardosa lamenta que 20 a?os despu¨¦s no se haya hecho justicia con su hermano porque sigue sin conocerse la autor¨ªa del crimen. Lo mismo reivindic¨® un hijo de Liborio Arana, asesinado en Alons¨®tegui, en una asamblea de v¨ªctimas del terrorismo, convocada por el Gobierno vasco, en mayo de 2008: "No podemos olvidar que el atentado que mat¨® a nuestro padre qued¨® impune. Nos duele que la investigaci¨®n policial no finalizara con un acto de justicia. Desgraciadamente sucedi¨® en demasiadas ocasiones en Euskadi con este tipo de terrorismo".
De esta situaci¨®n se hizo eco Leonor Rega?o, viuda del polic¨ªa nacional Manuel J¨®dar, asesinado por ETA, y ex presidenta de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo en Euskadi. El 29 de septiembre de 2009, en un acto organizado por el Gobierno vasco en Vitoria, ante 500 personas -v¨ªctimas de ETA y familiares de asesinados-, reivindic¨® a "las otras v¨ªctimas, afectadas por grupos terroristas diferentes de ETA, que est¨¢n pasando hoy por una situaci¨®n similar a la que vivimos las v¨ªctimas de ETA hace a?os: la indiferencia de la sociedad, el abandono de las instituciones y la falta de reconocimiento".
Las 66 v¨ªctimas mortales de otros terrorismos
?Incontrolados: I?aki Etxabe (5-10-75, en Kanpazar). Germ¨¢n Aguirre (12-10-75, en Legutiano). Norma Menchaca (9-7-76, en Santurtzi). Jos¨¦ Antonio Cardosa (20-9-89, en Renteria). Josu Muguruza (20-11-89, en Madrid).
?Triple A: David Salvador (7-10-77, en Andoain). Agurtzane Arregi (2-7-78, en San Juan de Luz). Jos¨¦ Ram¨®n Ansa (6-5-79, en Andoain). Antonio Contreras, Concepci¨®n Contreras y Anastasio Leal (23-7-80, en Bilbao). Jes¨²s Mar¨ªa Etxebeste (27-8-80, en Ir¨²n). Pablo Garayalde (2-1-82, en Leitza).
?Batall¨®n Vasco Espa?ol: Mart¨ªn Merkelanz (24-5-78, en Ir¨²n). Jos¨¦ Ram¨®n Be?ar¨¢n (21-12-78, en Anglet). Enrique ?lvarez (25-6-79, en Baiona). Jon Lopategi (2-8-79, en Anglet). Justo Elizaran (13-9-79, en Biarritz). Jes¨²s Mar¨ªa Zubicarai (2-2-80, en Bilbao). Felipe Sagarna (19-4-80, en Hernani). Mar¨ªa Jos¨¦ Bravo (8-5-80, en Donostia). Jos¨¦ Miguel Etxeberria (11-6-80, en Ziburu). ?ngel Etxaniz (30-8-80, en Ondarroa). Miguel Mar¨ªa Arbelaiz (7-9-80, en Hernani). Joaqu¨ªn Antimasbere (14-11-80, en Hernani). Joaqu¨ªn Etxeberria y Esperanza Arana (14-11-80, en Caracas). Jos¨¦ Camio y Jean Pierre Haramendi (23-11-80, en Hendaia). Jos¨¦ Mart¨ªn Sagardia (30-12-80, en Biarritz). Francisco Javier Ansa (3-3-81, en Andoain). Xabier Aguirre (23-4-81, en Par¨ªs).
?Grupos Armados Espa?oles: Tom¨¢s Alba (28-9-79, en Astigarraga). Carlos Saldise (16-1-80, en Lezo). Liborio Arana, Mar¨ªa Paz Ari?o, Pac¨ªfico Fica y Manuel Santacoloma (20-1-80, en Alons¨®tegui).
?Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n (GAL): Ram¨®n O?aederra (19-12-83, en Baiona). Mikel Goikoetxea (28-12-83, en San Juan de Luz). ?ngel Gurmindu y Vicente Perurena (8-2-84, en Hendaia). Eugenio Guti¨¦rrez (25-2-84, en Maule¨®n). Jean Pierre Leiva (1-3-84, en Hendaia). Xabier P¨¦rez de Arenaza (23-3-84, en Biarritz). Rafael Goikoetxea (3-5-84, en Saint-?tienne-de-
Ba?gorry). Tom¨¢s P¨¦rez Revilla (15-6-84, en Biarritz). Christian Olaskoaga (18-11-84, en Biriatu). Santiago Brouard (20-11-84, en Bilbao). Benoit Pecastaing (29-3-85, en Baiona). Xabier Galdeano (30-3-85, en San Juan de Luz). Emile Weiss y Claude Doer (14-6-85, en Ciboure). Santos Blanco (27-6-85, en Baiona). Juan Mar¨ªa Otegi (2-8-85, en Donibane Garazi). Jos¨¦ Mar¨ªa Etxaniz, I?aki Asteazuinzarra, Agust¨ªn Irazustabarrena y Sabino Etxaide (25-9-85, en Baiona). Robert Caplane (24-12-85, en Biarritz). Christophe Matxikote y Catherine Brion (17-2-86, en Bidarrai). Juan Carlos Garc¨ªa Goena (24-7-87, en Hendaia).
?Otros:
Jos¨¦ Antonio Lasa y Jos¨¦ Ignacio Zabala (Secuestrados el 15-10-83 en Baiona, Francia y fallecidos en fecha desconocida).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.