El hombre del malet¨ªn de Kim Jong-il
Un ex agente norcoreano que fingi¨® su desaparici¨®n destapa la red de compra de art¨ªculos de lujo para el dictador
Pocas personas son m¨¢s conscientes que el coronel desertor Kim Jong-ryul, quien de 1974 a 1994 fue el abastecedor personal de lujos del r¨¦gimen comunista norcoreano, de la profunda contradicci¨®n entre la situaci¨®n de las miles de cerca de tres millones de personas que mueren por inanici¨®n fuera de palacio y la vida opulenta que lleva en secreto el jefe de Estado, Kim Jong-il.
El coronel, quien tras escenificar su desaparici¨®n ha vivido escondido 16 a?os en Austria, ha contado ahora sus vivencias y la corrupci¨®n del sistema en el libro Al servicio del dictador. Vida y huida de un agente norcoreano.
Este hombre de 75 a?os decidi¨® salir del anonimato para revelar al mundo c¨®mo la dictadura norcoreana ha sorteado con argucias los embargos internacionales que proh¨ªben al r¨¦gimen importar tecnolog¨ªa punta de doble uso y armamento. A Kim Jong-ryul, Emil, nombre que usaba desde que fue estudiante de ingenier¨ªa en la ex Rep¨²blica Democr¨¢tica de Alemania, le movi¨® esencialmente la venganza: "No quiero morir en la clandestinidad. Quer¨ªa explicar la verdad antes de fallecer. C¨®mo las empresas occidentales han hecho dinero durante a?os, y siguen haci¨¦ndolo, ayudando a la dictadura, pese a los embargos". Para su esposa, hijos y nietos, con quienes que no est¨¢ en comunicaci¨®n desde 1993, su decisi¨®n tendr¨¢ consecuencias, muy probablemente ser¨¢n represaliados.
El coronel viajaba por Europa para proveer al r¨¦gimen de cualquier capricho por muy extravagante, absurdo o lujoso que fuera, llevando un pasaporte diplom¨¢tico norcoreano, una maleta llena de dinero en met¨¢lico y una extensa lista de compras. Adquir¨ªa armas de tecnolog¨ªa punta y de caza, una pistola ba?ada en oro y autom¨®viles de alta gama: cadillacs, ferraris, Mercedes... Gastaba miles de euros en bombones belgas o a?ejo vino de Burdeos mientras en Corea del Norte la poblaci¨®n sobreviv¨ªa comienzo las cortezas de los ¨¢rboles.
El ex agente asegura que hall¨® con facilidad empresas en Austria, Alemania, Francia o Suiza que violaron los embargos contra Corea del Norte gracias a comisiones de un 30%.
Viena era su centro de operaciones, por el secreto bancario austriaco, las laxas leyes de comercio y los m¨ªnimos controles en la carga de los aviones.
El 18 de octubre de 1994, d¨ªa de su fuga, largamente planeada, se separ¨® de su equipo, tom¨® un tren a la ciudad austriaca de Linz, donde los norcoreanos perdieron su rastro. Le creyeron asesinado en un robo porque llevaba mucho dinero encima. Al fallecer cumpliendo su deber, le declararon h¨¦roe. Sabe que por haber cometido alta traici¨®n est¨¢ sentenciado a muerte en su pa¨ªs. "Tengo mucho miedo. Ma?ana, habr¨¦ desaparecido". Entonces, ser¨¢ definitivamente.
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