Cerco a Ratzinger en Alemania
La pastoral del Pont¨ªfice no hace menci¨®n alguna a los esc¨¢ndalos en el seno de la Iglesia alemana, mientras el pa¨ªs est¨¢ que arde. Las ¨²ltimas informaciones en la prensa nacional disparan directamente contra el propio Ratzinger. El semanario Der Spiegel publicaba ayer nuevos detalles sobre el sacerdote ped¨®filo Peter Hullermann, que fue ocultado en Baviera, cuando Joseph Ratzinger era obispo en M¨²nich, en 1980. Seg¨²n la citada investigaci¨®n period¨ªstica, el Papa era "m¨¢s consciente de lo que se ha contado hasta ahora" de que aquel sacerdote de Essen era un abusador.
En una carta enviada entonces desde Essen se informaba a la di¨®cesis de M¨²nich de los abusos que Hullermann hab¨ªa cometido. Asimosmo, en una entrevista en la cabecera alemana Tagesspiegel, el psiquiatra Werner Huth, quien asisti¨® a Hullermann entre 1980 y 1992, confirma que alert¨® a los colegas de que este hombre "no deb¨ªa volver a trabajar con ni?os". Seg¨²n su descripci¨®n, el sacerdote era un pederasta y adem¨¢s "no manifestaba intenci¨®n de cambiar". La Iglesia cat¨®lica, sin embargo, no escuch¨® estos avisos.
En consecuencia, Joseph Ratzinger, cuando era obispo en M¨²nich y responsable de asignar las misiones y ordenar los traslados de los curas, habr¨ªa ocultado "conscientemente" al pederasta, lo que le permiti¨® volver a delinquir y por lo que despu¨¦s fue condenado. Hullermann fue trasladado a Baviera con la directa aprobaci¨®n del actual Papa.
Hullermann deber¨ªa haber hecho en M¨²nich una "psicoterapia" y, sin embargo, volvi¨® a trabajar en seguida, tambi¨¦n con ni?os. Cuando el sacerdote volvi¨® a abusar de un menor, en 1986, Ratzinger ya estaba en Roma. Seg¨²n argument¨® el Obispado de M¨²nich, el actual Papa no hab¨ªa sido informado de que el sacerdote volvi¨® a trabajar sin interrupciones.
Las constantes informaciones sobre la corrupci¨®n sexual en la Iglesia alemana tienen conmocionado al pa¨ªs. El ¨²ltimo caso ha salpicado tambi¨¦n al presidente de la Conferencia Episcopal, Robert Zollitsch, quien supuestamente habr¨ªa encubierto a un pederasta en 1991, sin denunciar los hechos a la fiscal¨ªa. Zollitsch era responsable de recursos humanos en la di¨®cesis de Friburgo, desde donde orden¨® la jubilaci¨®n anticipada del p¨¢rroco Franz B., que entre 1968 y 1991 hab¨ªa abusado de, al menos, 17 ni?os y adolescentes. La historia ha sido recopilada por la televisi¨®n ARD, y el diario Badische Zeitung.
En el programa de televisi¨®n citado una v¨ªctima relat¨® los abusos que sufri¨® desde los 11 hasta los 17 a?os. Al principio fueron besos y caricias pero, con el paso del tiempo, se convirtieron, en ocasiones, en "sexo duro", dijo.
En 1991, Zollitsch interrog¨® al p¨¢rroco Franz B. sobre el caso, pero ¨¦ste lo neg¨® todo. Pese a ello, orden¨® su jubilaci¨®n anticipada con la orden expl¨ªcita de que se mantuviera alejado de ni?os y adolescentes. Durante cuatro a?os m¨¢s, el caso se mantuvo oculto dentro de la comunidad en la que trabajaba el p¨¢rroco hasta que, en 1995, a ra¨ªz de una nueva denuncia, el sacerdote se suicid¨®, y la comunidad se enter¨® de la historia.
Seg¨²n la reconstrucci¨®n de Zollitsch, publicada en un comunicado en la web del obispado de Friburgo, en 1991 las acusaciones no ten¨ªan "nombres de v¨ªctimas o testigos", por lo se decidi¨® por la jubilaci¨®n. Los casos concretos salieron a la luz despu¨¦s del suicidio, y entonces la jerarqu¨ªa cat¨®lica inform¨® a la fiscal¨ªa.
Frente a estos nuevos detalles, algunos de los principales diarios alemanes denunciaron ayer "el silencio" del Papa con respecto a los casos de Alemania, su pa¨ªs natal, aunque el mismo Zollitsch, en otro comunicado, ley¨® la carta pastoral de ayer como "una advertencia para Alemania".
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