La hora del municipalismo
Nadie es ajeno a la crisis econ¨®mica mundial, que azota de forma especialmente virulenta a Espa?a. Las instituciones p¨²blicas tambi¨¦n la sufren, especialmente los ayuntamientos, cuya capacidad de ingresos est¨¢ limitada al cobro de impuestos sobre bienes inmuebles y r¨²sticos, tributos por obras y actividad urban¨ªstica, tasas por servicios y aportaciones de los Presupuestos Generales del Estado.
En cuantos foros tengo oportunidad de participar, insisto en reclamar la urgente necesidad de acometer la reforma de la financiaci¨®n de las haciendas locales. Lo he hecho y lo seguir¨¦ haciendo porque es lo justo para todos los ayuntamientos de Espa?a. Ha llegado el momento de la segunda descentralizaci¨®n, una misi¨®n comprometida y prometida en varias ocasiones por el Ejecutivo que preside Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero que duerme el sue?o de los justos.
Urge la segunda descentralizaci¨®n. Hay que reformar la financiaci¨®n de las haciendas locales
Ignorar a los ayuntamientos es ignorar a los ciudadanos, porque se trata de las instituciones p¨²blicas m¨¢s cercanas a ¨¦l, a las que acuden para exponer sus problemas y reclamar soluciones. As¨ª es y as¨ª debe seguir siendo, por proximidad, por puro pragmatismo y por sensibilidad hacia sus demandas.
Los ayuntamientos necesitan imperiosamente que se les escuche, que se les atienda. Precisamente por esa cercan¨ªa que apunto, se sienten obligados a prestar servicios que no les competen. Y las llamadas "competencias impropias" suponen ya m¨¢s del 26% del gasto p¨²blico de las corporaciones locales, lo que implica la quiebra de un equilibrio financiero ya de por s¨ª fr¨¢gil.
La ca¨ªda generalizada de la econom¨ªa espa?ola ha reducido los ingresos ordinarios de los municipios, y, paralelamente, aumenta la demanda de atenci¨®n social. La situaci¨®n es muy preocupante, y la p¨¦sima gesti¨®n del Gobierno dibuja un horizonte muy oscuro.
Aqu¨ª no hay brotes verdes ni semilla que plantar. La ca¨ªda de la actividad urban¨ªstica, las dificultades de acceso al cr¨¦dito y otros efectos de la crisis, dificultan a¨²n m¨¢s la financiaci¨®n local, que soporta una dr¨¢stica reducci¨®n de ingresos por los consabidos y comprensibles niveles de morosidad de los contribuyentes.
Si a ello a?adimos los sucesivos recortes en los Presupuestos Generales del Estado en materia de transferencias a las corporaciones locales, alcanzamos la cuadratura del c¨ªrculo: menos ingresos, carencia de cobertura legal para modificar el modelo de financiaci¨®n y aumento en la prestaci¨®n de servicios ajenos a sus competencias.
La situaci¨®n es tan extrema que los ayuntamientos debemos configurar un frente com¨²n para conseguir que el Gobierno nos escuche antes de que sea demasiado tarde. No tropecemos dos veces en la misma piedra... ni tres, cinco o seis. Un error m¨¢s de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero no hay pa¨ªs que lo soporte.
No podemos correr el riesgo de que nos pase lo mismo que al Gobierno Central con la crisis por no haber actuado a tiempo. No valen m¨¢s excusas. Es una reivindicaci¨®n justa para todos, independientemente del color pol¨ªtico de los equipos municipales de gobierno. El problema es com¨²n.
Cuando lleg¨® la crisis, Espa?a perdi¨® un tiempo valioso. En lugar de prepararnos para lo que se nos ven¨ªa encima, el Gobierno socialista opt¨® por negar lo obvio, y ahora pagamos las consecuencias. La torpeza y la imprevisi¨®n son errores que se pagan muy caros, y no podemos consentir que ocurra lo mismo en los ayuntamientos. No podemos esperar a 2011 para acometer la reforma, como anuncia ahora el Ejecutivo Central. La falta de financiaci¨®n nos est¨¢ ahogando. A todos. Porque la asfixia no entiende de siglas pol¨ªticas. Es hora de actuar. Por responsabilidad.
Es la hora del municipalismo. Ha llegado la hora de acometer la segunda descentralizaci¨®n. Los ayuntamientos hemos esperado nuestro momento de manera paciente, con la mirada puesta en la Constituci¨®n Espa?ola y la Carta Europea de Autonom¨ªa Local. Suficiencia en los ingresos y autonom¨ªa en su ¨¢mbito de competencia son dos de los principios que deber¨ªan orientar un modelo de financiaci¨®n local responsable, coherente y adecuado a las necesidades de los ciudadanos.
Es responsabilidad del Gobierno de Espa?a abordar sin dilaci¨®n la reforma de la Ley de Haciendas Locales y aprobar el Estatuto del Gobierno Local, delimitando las competencias reales que deben asumir las Entidades Locales para arbitrar la financiaci¨®n adecuada, garantizando nivelaci¨®n en la prestaci¨®n de servicios en todos los municipios espa?oles de acuerdo con las necesidades de sus ciudadanos.
El Gobierno debe compensar a los ayuntamientos por el coste de los beneficios fiscales en los tributos locales (bonificaciones, reducciones, exenciones...) que se establecen por sus pol¨ªticas sectoriales. Y vital es, tambi¨¦n, una reforma de la Ley del Impuesto sobre el Valor A?adido que modifique el tipo de gravamen aplicable a todas las operaciones en las que los ayuntamientos sean consumidores finales y no tengan posibilidad de deducci¨®n. Rodr¨ªguez Zapatero nos ha enga?ado. Se comprometi¨® a acometer sin demoras la reforma del sistema de financiaci¨®n de las entidades locales, y minti¨®. Su falta de compromiso con el municipalismo ha agravado los desequilibrios, llevando a muchos ayuntamientos al borde de la quiebra t¨¦cnica. Gracias, desgobierno de Espa?a.
Sonia Castedo Ramos (PP) es alcaldesa de Alicante.
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