Teatro de paso en el hotel
Alfonso Zurro dirige 25 obras de tres minutos que se representan en habitaciones
Habitaci¨®n 104 del hotel Casa Romana, en Sevilla. Ayer a las 19.00. Llaman a la puerta y Pablo Canosales cubre todo lo que tiene sobre la cama con la colcha. Se acerca precavido para abrir y, tras intercambiar contrase?as, deja el paso libre a Isabel Bisshop. Ella le trae un paquete. ?l no se f¨ªa, la interroga, la amenaza. Violencia, terrorismo y sexo se mezclan en tres minutos. A medio metro de la cama del hotel, sobre la que yace un kilo de goma-2 que pronto se convertir¨¢ en bomba, hay ocho personas que, angustiadas, casi contienen la respiraci¨®n. Pasados tres minutos se relajan y aplauden. Comando, de Alfonso Zurro, es una de las 25 obras que se representaron ayer en el hotel sevillano para celebrar el D¨ªa Mundial del Teatro.
El sexo y el humor centran muchos de los breves textos de autores andaluces
La idea de encargar a 25 dramaturgos andaluces estas peque?as, pero intensas, obras es precisamente de Zurro, dramaturgo, fundador del Teatro de la J¨¢cara y director de escena. En la n¨®mina de los creadores que han escrito obras que se desarrollan en la habitaci¨®n de un hotel figuran tambi¨¦n Antonio ?lamo, Carmen Pombero, Fernando Mansilla, Antonio Onetti, Miguel Gallego y Antonio Hern¨¢ndez Centeno, entre otros. Los 70 actores que interpretaron ayer, desde las 19.00 hasta la medianoche, las 25 historias son alumnos, ex alumnos y algunos profesores de la Escuela Superior de Arte Dram¨¢tico de Sevilla, donde Zurro imparte clases. En total fueron 124 personas las que trabajaron para que el p¨²blico se acercara, gratuitamente, a un teatro distinto, m¨¢s ¨ªntimo y que trata temas muy distintos pero con dos denominadores casi comunes en todas las piezas: el sexo y el humor.
"Esto es una locura que un d¨ªa me vino a la cabeza y, afortunadamente, encontr¨¦ a gente que estaba dispuesta a seguirme", explic¨® ayer Zurro mientras supervisaba los ¨²ltimos detalles en algunas de las 25 habitaciones de Casa Romana.
La far¨¢ndula ocup¨® ayer totalmente el hotel y las obras, muchas con dos actores pero otras -como Habitaci¨®n de un hotel, de Fernando Mansilla, representadas por seis actores-, se repitieron en cada habitaci¨®n entre 40 y 50 veces. As¨ª que Maka Ruiz, quien encarnaba a una descerebrada actriz en Erika superstar, de Juan Alberto Salvatierra, tuvo que caerse y quedarse inconsciente junto a la cama m¨¢s de 40 veces en cinco horas. Todo un r¨¦cord para contar, junto a Mar¨ªa Ord¨®?ez y Jos¨¦ Fern¨¢ndez, los trejemanejes que rodean a las estrellas del papel cuch¨¦.
"Los alumnos se han pasado dos meses ensayando en la escuela. Esto ha sido posible porque aqu¨ª no cobra nadie, ni actores, ni autores", comentaba ayer Eva Rodr¨ªguez, ayudante de direcci¨®n de Zurro. Ambos han dirigido las 25 puestas en escena.
El hecho de que la cama ocupe el centro del escenario ha condicionado, sin duda, a los dramaturgos y el sexo abundaba en las historias. "Lo que sucede dentro de esta habitaci¨®n puede herir la sensibilidad del espectador", se le¨ªa en un cartel colocado en la 307. Tras su puerta, Nacho Bravo y ?lvaro Prados -padre e hijo en la ficci¨®n- protagonizaban Lentejas con chorizo y mucho ajo, un texto de Antonio Hern¨¢ndez Centeno que trata el incesto con humor. De sexo, humor e Internet hablaba tambi¨¦n De aventuras, la propuesta de Tom¨¢s Af¨¢n que pusieron en escena Eduardo Tovar y Juliette Lemille. Al combinado sexo y humor se une la religi¨®n en Siempre se puede mejorar, de Antonio Onetti, en la que el profesor de Arte Dram¨¢tico Justo Ruiz se pone un alzacuellos para encarnar al padre Antonio y ayudar en la b¨²squeda de dos traviesas hermanas. Historias para elegir y, sobre todo, para disfrutar desde la primera fila, aunque ayer pudo verse buen teatro sin necesidad de escenario ni patio de butacas.
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