La estaci¨®n sin ley de la Aut¨®noma

La de la Universitat Aut¨°noma de Barcelona era, hasta hace unos meses, la estaci¨®n sin ley. Por sus dos andenes pasaban casi todos los usuarios de los Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) que viajaban sin pagar el billete. De los 1.614.390 pasajeros que tuvo esta estaci¨®n el a?o pasado, el 4% lo fueron gratuitamente. Por eso, la direcci¨®n de Ferrocarrils decidi¨® instalar sistemas de control a la entrada y a la salida de la zona de andenes. Ahora, los estudiantes tienen que validar su billete para salir de la estaci¨®n y acceder a la Universidad. El cambio ha originado manifestaciones y protestas (la ¨²ltima, ayer), pero con las nuevas instalaciones, el fraude, que en 2008 fue del 4%, descendi¨® al 0,4%. "Yo viajaba con el billete de una zona [para ir a la Aut¨®noma se precisa el de dos zonas, m¨¢s caro], pero ahora si no compro el que toca no puedo salir", cuenta David, estudiante de filolog¨ªa inglesa de 22 a?os. Esa era una manera habitual de fraude.

EL PA?S cont¨® a 1.200 pasajeros en los andenes de la Aut¨®noma durante dos d¨ªas de la semana pasada en diferentes franjas horarias. Se colaron 39 (el 3,25%). La t¨¦cnica m¨¢s utilizada es pegarse a la espalda de la persona de delante y pasar con ella cuando valida su billete. "A veces, me han llegado a pedir permiso para colarse conmigo", sigue David, "y yo les dejo, me da igual, al fin y al cabo son ellos los que no tienen billete". El problema es que ahora, con este nuevo sistema de seguridad, los revisores se pasean muy poco por la Aut¨®noma. Varias personas que se colaron durante el recuento se vieron obligadas a hacerlo porque las m¨¢quinas de validar el billete no funcionaban. Una administrativa de la Universidad, que pide anonimato, estuvo 20 minutos atrapada, intentando contactar con el jefe de estaci¨®n. "Es la tercera vez que me pasa. Pago el billete y la m¨¢quina no lo reconoce cuando quiero salir", se quejaba. Al cabo de un rato, encontr¨® a una compa?era de trabajo bajando del tren y le pidi¨® colarse con ella. Le pas¨® lo mismo a Daniela Galeana, estudiante mexicana. "Llego tarde a clase y no viene nadie a ayudarme, tendr¨¦ que pasar detr¨¢s de alguien".

Por Pla?a d'Espanya pasan muchos de los viajeros que usan los Ferrocarrils. EL PA?S comprob¨® que en dos d¨ªas y en diversas franjas horarias, se colaron 78 personas sobre 1.200 (el 6,5%). "Es imposible controlar a los que entran y a salen", confiesa un agente de seguridad. "No s¨¦ ni d¨®nde ponerme para ver a todos los pasajeros que hay en el and¨¦n".