Navarra nos educa el o¨ªdo
En la tarde del pasado lunes, organizada por el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Madrid, se inaugur¨®, en el museo de la Ciudad (Pr¨ªncipe de Vergara, 140), la primera edici¨®n de Navarra. Muestra de Literatura 2010. Sabiamente, en el lema se ocultaba que eran unas jornadas dedicadas fundamentalmente a la poes¨ªa porque ya se sabe que este g¨¦nero literario el pueblo llano, el pueblo en cuesta y el pueblo que nos pari¨® y bautiz¨® lo consideran lo que, con lenguaje ofensivo para homosexuales y resto de la sociedad, se llama una mariconada. Pero ?es la poes¨ªa una estupidez sensiblera que pone en fuga al p¨²blico? ?Como los poetas, no tienen hasta los g¨¢ngsteres, al menos, a ratos buenos sentimientos? Una parte importante de la poes¨ªa expresa los sentimientos de amor, odio, alegr¨ªa y tristeza que experimentamos todos los seres humanos. Existe tambi¨¦n la llamada poes¨ªa pura, que, en los a?os veinte del siglo pasado, se escribi¨®, sobre todo -adem¨¢s de como loable experimentaci¨®n literaria- como un extraordinario intento de lograr dormir a las ovejas con un somn¨ªfero inocuo. Y, en este terreno, el ¨¦xito de la poes¨ªa pura fue total en Occidente.
El rigor del romance y del soneto educa el sentido del escritor y le ense?a a sintetizar los contenidos
?Cu¨¢ntos pastores de Alcal¨¢ de Henares y de Guadalix de la Sierra, all¨¢ por 1925, les leyeron a sus ovejas, que ten¨ªan problemas de insomnio, versos puros de Mallarm¨¦ y de Val¨¦ry y aquella hijas ovinas de Dios, que ten¨ªan metido el diablo en el cuerpo y por eso no pod¨ªan pegar hebra con la almohada, se quedaban roques en cuanto los pastores les le¨ªan media docena de versos! Nunca ha roncado una oveja con tan bella m¨²sica como aquellas churras y merinas de la belle ¨¦poque que memorizaban La jeune Parque, de Paul Val¨¦ry, con la facilidad con la que los madrile?os, durante d¨¦cadas, se han hecho con la letra del chotis Madrid de Agust¨ªn Lara.
Abri¨® los actos de Navarra. Muestra de literatura 2010 el delegado del Gobierno de Navarra en Madrid, Salvador Est¨¦banez, que tiene en el curr¨ªculo de este cargo m¨¢s de 300 actos de esta estirpe. Quien sume a este curr¨ªculo los actos que Est¨¦banez organiz¨® como director del Instituto Cervantes de Londres, y del de Manchester, se encontrar¨¢ con 1.500 actos organizados. Todos los entrenadores de f¨²tbol dicen que, como se entrena, se juega. Salvador Est¨¦banez est¨¢ tan bien entrenado que se atrevi¨® a jug¨¢rsela organizando dos jornadas seguidas de poes¨ªa navarra.
Las jornadas fueron bravas: tres actos por d¨ªa, iniciados a las 19.30 y finalizados a las 21.45, con el breve descanso de un c¨®ctel de un cuarto de hora. El primer d¨ªa, el lunes, asistieron 200 personas. El martes, alg¨²n navarro regres¨® a su Funes, Peralta o Tudela natal, pero la asistencia de p¨²blico tambi¨¦n fue alta.
?C¨®mo se logra llevar a 200 personas a escuchar poes¨ªa? La respuesta es muy sencilla: siendo un buen organizador de actos culturales. Es cuesti¨®n de elegir bien los participantes -en este caso, un conferenciante, Tom¨¢s Yerro, y un buen equipo de poetas- y de enviar el n¨²mero adecuado de invitaciones a las personas interesadas en este tipo de actos. Es doctrina de Perogrullo. Pero no todos los organizadores de actos culturales la tienen asimilada.
El profesor y escritor navarro Tom¨¢s Yerro -nacido en Ler¨ªn, la patria chica tambi¨¦n de Amado Alonso, uno de los grandes ling¨¹istas y cr¨ªticos literarios del siglo XX- hizo una prodigiosa s¨ªntesis de la historia de la literatura navarra. El poeta y novelista Jes¨²s Maule¨®n demostr¨® que sus sonetos del libro La luna del emigrante, escritos hace m¨¢s de 40 a?os, siguen tan vivos como cuando los Beatles eran muy j¨®venes. Jes¨²s Maule¨®n debut¨® como escritor haciendo lo que tendr¨ªa que hacer todo poeta y, por supuesto, tambi¨¦n todo prosista: escribiendo sonetos que tambi¨¦n podr¨ªan ser sustituidos por romances.
El rigor del romance y del soneto, de entrada, educa el o¨ªdo del escritor y le ense?a a sintetizar los contenidos del discurso. ?Por qu¨¦ hay tantos cientos de prosistas -incluidos algunos novelistas premiados con el Cervantes- que han escrito novelas, ensayos y art¨ªculos period¨ªsticos cuyo ritmo es tan mejorable? Por una sola raz¨®n: porque no educaron su o¨ªdo escribiendo versos. Hasta el siglo XIX, los escritores comenzaban su carrera escribiendo versos. ?Les ense?an a escribir versos a los estudiantes de periodismo para que eduquen su o¨ªdo?
El lunes, presentaron el n¨²mero 25 de la magn¨ªfica revista Luces y sombras, J. Jim¨¦nez Reinaldo, H. Larretxea, H. Al¨²stiza, T. Guti¨¦rrez de Caviedes y Y. Sainz.
El martes, Javier Asi¨¢in, Marina Aoiz Monreal y Jes¨²s Mun¨¢rriz engancharon al p¨²blico con sus excelentes poemas. Hasta las ranas lo bailan. La educaci¨®n del o¨ªdo a trav¨¦s del verso hace que el ritmo del discurso -ya sea en verso o en prosa- fluya feliz o, para desdicha del lector, se encasquille.
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