Coherencia y reflexi¨®n

Las declaraciones del cardenal Antonio Ca?izares, recogidas en EL PA?S del 19 de marzo, diciendo que no preocupan excesivamente a la Iglesia las denuncias de pederastia, que son "ataques" que pretenden que no se hable de Dios sino de otras cosas, no las puedo entender como cristiano que soy.

No concibo que no condene rotundamente los delitos de pederastia, y adem¨¢s ¨¦l mismo se contradice al decir que, para la Iglesia, Jesucristo es la esperanza de un amor que est¨¢ por encima de todo.

?A qu¨¦ amor se refiere, cuando ese amor empieza por respetar lo m¨¢s sagrado, que es la inocencia de los ni?os? Quisiera recordarle lo que dijo Jes¨²s, seg¨²n el Evangelio de Mateo: tras una discusi¨®n sobre problemas de jerarqu¨ªa con los ap¨®stoles, les dice que si no cambian de mentalidad y no se hacen como ni?os, "no entrar¨¢n en el nuevo Reino"; y enseguida pronuncia la gran sentencia: "Pero al que escandalice a uno de estos peque?os, m¨¢s le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del mar" (Mt,18,6 ss).

?Y usted c¨®mo se atreve a decir que no le preocupan las denuncias de pederastia? Reflexione, se?or Ca?izares.