Un duelo de 'flashes' m¨¢s que deportivo
Armstrong y Contador se cruzan hoy por primera vez despu¨¦s de la presentaci¨®n del Tour
Un saludo fugaz y veloz -Alberto Contador reconoc¨ªa la contrarreloj de ma?ana en coche, Lance Armstrong lo hac¨ªa en bicicleta, cuando se cruzaron en una carretera de C¨®rcega-, ayer, fue el aperitivo. Armstrong y Contador, que, dicen ambos, no tienen nada que decirse, que no se ve¨ªan desde octubre, desde la presentaci¨®n del Tour, coinciden en una carrera por primera vez despu¨¦s del Tour y el mundo del ciclismo contiene la respiraci¨®n. Es el ambiente de los grandes acontecimientos. La expectaci¨®n es m¨¢xima en Porto Vecchio (C¨®rcega), donde el Tour organiza este a?o el Crit¨¦rium Internacional, una carrera de fin de semana con tres etapas: una de monta?a, hoy (14.50, Teledeporte), con final en el col de l'Ospedale; una llana y una corta contrarreloj.
El Crit¨¦rium no entraba en los primeros planes de Contador ni de Armstrong, que deber¨ªan haber coincidido esta semana en la Volta. Primero se borr¨® el tejano de Catalu?a. Despu¨¦s lo hizo el de Pinto, quien para aligerar su programa se apunt¨® a C¨®rcega. Los malpensados creen que lo hizo para fastidiar a Armstrong y as¨ª se lo preguntaron ayer en una conferencia de prensa. "No quiero enviar ning¨²n mensaje a Armstrong", dijo; "vengo a esta carrera porque es lo mejor para mi preparaci¨®n".
Se espera un duelo en la carretera, pero, quiz¨¢s, seguramente, la gran lucha se producir¨¢ en la l¨ªnea de salida y ser¨¢ la de los fot¨®grafos exigiendo que posen juntos, que se den la mano, que organicen un parip¨¦, porque quiz¨¢s, seguramente, en las cuestas, en las monta?as, el duelo deportivo nunca se producir¨¢.
Entre Armstrong, 38 a?os, siete Tours, y Contador, 27 a?os, dos Tours, dos campeones ambiciosos y orgullosos, un abismo impide el enfrentamiento en marzo, en C¨®rcega. El estadounidense, el Armstrong viejo, se maneja como el pistolero al que s¨®lo le queda una bala en el rev¨®lver. La bala que disparar¨¢ en julio, en el Tour. Como el luchador que sinti¨¦ndose inferior encuentra en la estrategia -la racaner¨ªa en el esfuerzo bald¨ªo, la diplomacia, la generosidad con antiguos enemigos que pueden convertirse en aliados- la fuerza que le puede dar la superioridad. Hasta el Tour, las carreras ser¨¢n de preparaci¨®n.
El chico de Pinto, el ni?o, funciona mentalmente como el Armstrong joven, el del Carpe diem, el que no ve raz¨®n para calcular, el que acaba de empezar a explotar una mina de oro, un fil¨®n que siente sin fondo. Todas las carreras, todas las carreteras, tambi¨¦n las secundarias, son una oportunidad de ganar, una necesidad, una obligaci¨®n si se le mete en la cabeza ganarlas. Lo fue el Algarve, que gan¨®; la Par¨ªs-Niza, que gan¨®; lo es el Crit¨¦rium Internacional. Lo ser¨¢ el Tour. "Cuando voy a una carrera me gusta hacerlo bien", dijo ayer Contador a la prensa francesa; "cuando me entreno y sacrifico es para estar bien en todas partes. Me gusta estar a un nivel muy alto en todas las carreras y luchar por la victoria siempre. No me motiva entrenarme para ir a una carrera y no estar jugando adelante".
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