Los mileuristas del hach¨ªs
Traficantes captan a personas por 1.000 euros para que lleven al Magreb un kilo de costo en el est¨®mago
Animados por el dinero f¨¢cil y explotados por sus captores se convierten en muleros como la peor alternativa al desempleo. El Grupo Operativo de Tr¨¢fico Medio de Estupefacientes de Pontevedra y la Fiscal¨ªa Especial Antidroga investigan a redes de distribuci¨®n de estupefacientes que operan desde esta ciudad reclutando a grupos de j¨®venes que, por unos 1.000 euros el viaje, se desplazan a Marruecos para recoger bellotas de hach¨ªs que transportar¨¢n en sus est¨®magos.
Un negocio redondo para los dirigentes de estas redes de distribuci¨®n especializadas en el menudeo, que por cada kilo de hach¨ªs que traen sus porteadores lo venden en distintos mercados de la provincia multiplicando hasta por 18 veces su valor. Estos vendedores operan como una agencia de viajes de traficantes muleros cuyas edades oscilan entre los 25 y 37 a?os.
Los 'muleros' obtienen ingresos f¨¢ciles pero "ponen en peligro sus vidas"
Desde el a?o pasado, la polic¨ªa ha iniciado varias investigaciones y una de ellas dio sus frutos con la detenci¨®n de los portadores cuando regresaban a Pontevedra con la mercanc¨ªa dentro de sus cuerpos. Los detenidos ya hab¨ªan hecho varios viajes y la droga era distribuida en ciudades como Pontevedra, Mar¨ªn y Vilagarc¨ªa.
Los muleros suelen desplazarse en grupos de cuatro y cobran en funci¨®n de las cantidades de bellotas que puedan ingerir en cada viaje. Algunos han llegado a tragar hasta 100 unidades. Normalmente emplean a una persona para que realice labores de contra vigilancia y utilizan coches alquilados para camuflarse y evitar los controles de la polic¨ªa en Algeciras o Tarifa. Una vez all¨ª llegar¨¢n a T¨¢nger en ferry, la ciudad donde suelen contactar con los proveedores.
El fiscal especial antidroga de Pontevedra, Marcelo de Azc¨¢rraga, no ha ocultado su preocupaci¨®n por estos hechos y afirma que el objetivo de las investigaciones es llegar hasta los que organizan este tr¨¢fico para atajarlo, aunque reconoce que no es f¨¢cil.
El fiscal cree que se trata de grupos aislados que se escudan en la crisis y el paro para obtener ingresos f¨¢ciles haciendo, incluso, varios viajes al mes. "Se han dado cuenta de que pueden vivir muy bien dedic¨¢ndose a esto pero no son conscientes de que ponen en peligro sus vidas", dice.
Adem¨¢s del dinero, las leves condenas que contempla el C¨®digo Penal para estos traficantes son otro aliciente. En la mayor¨ªa de los casos, si no existen antecedentes, no superar¨ªan los dos a?os de c¨¢rcel. Las penas oscilan entre uno y tres a?os de prisi¨®n y se les puede aplicar el agravante de introducci¨®n de estupefacientes en territorio nacional que conlleva elevar el castiga hasta en cuatro a?os y medio.
Los pinchazos telef¨®nicos son una de las principales herramientas de la polic¨ªa pero no siempre se obtienen resultados. En uno de los dispositivos de vigilancia se pudo constatar que el grupo investigado viajaba asiduamente al norte de ?frica. Los agentes esperaron a que regresaran y los interceptaron en un veh¨ªculo a la altura de San Adri¨¢n de Cobres, de camino a Pontevedra.
Uno de los detenidos expuls¨® de su organismo 661 gramos de hach¨ªs y otro 144. Tras hacer las placas radiol¨®gicas demostraron que a¨²n ten¨ªan m¨¢s bellotas de hach¨ªs en sus est¨®magos que fueron expulsando durante su estancia en los calabozos de la comisar¨ªa. Esta vez se pudo detener a los que financiaron el viaje.
"C¨®mo me lo paso tragando las bolas"
Los muleros tragan las bellotas de hach¨ªs justo antes de salir de Marruecos, para evitar los controles policiales en Tarifa o Algeciras, y no las expulsar¨¢n hasta llegar a Galicia. Para la mayor¨ªa, el viaje se convierte en una aventura que puede terminar en los calabozos.
A trav¨¦s de uno de los tel¨¦fonos intervenidos por la polic¨ªa, el grupo de muleros radiaba desde Marruecos el momento en el que se tragaban las c¨¢psulas de hach¨ªs. "Se re¨ªan tom¨¢ndoselo a broma", comenta uno de los investigadores. "Les divert¨ªa contar lo bien que se lo pasaban trag¨¢ndose las bolas, sin percatarse en absoluto de los riesgos que entra?a", a?ade.
La interceptaci¨®n de estos correos es relativamente f¨¢cil, pero llegar a las escalas superiores de este tr¨¢fico supone una tarea mucho m¨¢s compleja para la polic¨ªa. En la mayor¨ªa de los casos, los muleros que son detenidos nunca declaran contra sus jefes, entre otras cosas porque son conscientes de que si lo hacen se les acaba el chollo.
El proceso
- Los reclutados. Tienen entre 25 y 37 a?os y suelen ser personas con dificultades econ¨®micas que reciben as¨ª ingresos f¨¢ciles.
- Ingresos. Suelen desplazarse en grupos de cuatro personas y cobran en funci¨®n de las bellotas de hach¨ªs que puedan ingerir en cada viaje. Como media reciben unos 1.000 euros cada uno.
- Viaje. Utilizan coches alquilados para camuflarse y evitar los controles de la polic¨ªa en Algeciras y Tarifa. En estas ciudades andaluzas cogen un ferry hasta T¨¢nger, donde contactan con los proveedores.
- Ingesta. Los muleros tragan las bellotas de hach¨ªs en T¨¢nger y no las expulsan hasta llegar a Galicia
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