Viaje al interior de Esteban Vicente

Podr¨ªa contemplarse como una deconstrucci¨®n del expresionismo abstracto estadounidense, de la Escuela de Nueva York que Esteban Vicente ayud¨® a alumbrar y de ocho d¨¦cadas de trabajo del artista. Tambi¨¦n, como un fascinante viaje a la esencia, a las ra¨ªces de la obra de un pintor ¨²nico. Un total de 128 piezas -m¨¢s de la mitad in¨¦ditas- conforman la primera antol¨®gica de dibujos de Vicente, fallecido en 2001, en el Museo Contempor¨¢neo de la ciudad.

El recorrido por las salas sigue el dictamen cronol¨®gico, que se antoja una inmejorable manera de deslizarse hacia las entra?as de Vicente, nacido en Tur¨¦gano (Segovia) en 1904. Piezas pertenecientes a la colecci¨®n permanente del centro reciben al visitante, mezcladas con algunos dibujos de su ¨¦poca de formaci¨®n en Espa?a y Francia. La disposici¨®n de los dibujos permite contrastar dos t¨¦cnicas y estilos distantes, tambi¨¦n en el tiempo -60 a?os las separan-, pero manejadas con pulso decidido por la misma mano. La sabidur¨ªa precoz de vol¨²menes y colores es asombrosa.

En el primer Vicente la sombra de Picasso es alargada. Pero no se proyecta en solitario. C¨¦zanne y Matisse se deslizan a trav¨¦s de las formas y los juegos crom¨¢ticos. Y lo hacen en el ADN de un artista que corre en busca de s¨ª mismo y que en cierta ocasi¨®n escribi¨®: "Para ser pintor tienes que saber dibujar... El dibujo es la forma que tiene el artista de investigar... El pintor ve dibujando".

Tras los primeros balbuceos art¨ªsticos, llega el desaf¨ªo cubista. Son los tiempos de su descubrimiento de Nueva York, en los a?os cuarenta. Las formas se simplifican y la mano se deja guiar en el trazos por la rectitud de Juan Gris.

Los a?os cincuenta brillan con luz propia. El Vicente que se dibuja entonces exuda madurez. Y en ¨¦l, las formas ganan en peso que los huecos y dan paso a la visi¨®n a¨¦rea de los ritmos de Manhattan con formas flotantes y arm¨®nicas.

As¨ª se va desgranando la muestra hasta llegar a los dibujos llenos de luz de finales de los a?os sesenta y setenta y a la t¨¦cnica depurada que alcanz¨® hasta su muerte. Entre las obras que se muestra por primera vez destacan los trabajos realizados para el libro de artista 21 etchings and poems, publicado por Morris Weisenthal y Peter Grippe, en 1960, en el que se reunieron grandes poemas ilustrados por 21 artistas de entre los m¨¢s importantes de su generaci¨®n.