La 'piel Pritzker' en el caj¨®n
Sejima y Nishizawa, ganadores del 'Nobel' de arquitectura, dise?aron hace siete a?os una ampliaci¨®n del IVAM que Camps descart¨®
Valencia podr¨ªa tener desde hace cuatro a?os una obra de Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa, nuevos premios Pritzker (considerado el Nobel de la arquitectura) por la sutil complejidad de sus creaciones, muy alejada del estilo star system que domina el oficio. El 19 de febrero de 2003, el Institut Valenci¨¤ d'Art Modern (IVAM) present¨® su proyecto de ampliaci¨®n, marcado por una gigantesca y a la vez suave estructura que recubrir¨ªa el edificio dejando pasar la luz y el aire (a trav¨¦s de miles de ojos de buey) y creando nuevos espacios p¨²blicos.
Por entonces Jos¨¦ Luis Olivas presid¨ªa la Generalitat y Kosme de Bara?ano dirig¨ªa el museo, aunque la ampliaci¨®n del IVAM (que sigue pendiente) hab¨ªa sido anunciada en 1999, cuando Eduardo Zaplana era jefe del Consell.
Gonz¨¢lez Pons orden¨® paralizar el proyecto por ser caro
El Consell se ha gastado desde entonces el doble en el ?gora
Las cosas estaban, sin embargo, a punto de cambiar. El 27 de junio Francisco Camps tom¨® posesi¨®n como presidente de la Generalitat. Menos de dos semanas despu¨¦s, su consejero de Educaci¨®n y Cultura, Esteban Gonz¨¢lez Pons, comunicaba la paralizaci¨®n de la obra de Sejima y Nishizawa. "El proyecto es interesante pero caro", dijo Gonz¨¢lez Pons. La prioridad, a?adi¨®, era culminar el mapa escolar.
Siete a?os despu¨¦s la situaci¨®n es conocida. El dise?o de la estructura (a la que se llam¨® la nueva "piel del IVAM") sigue en un caj¨®n, 17.000 alumnos contin¨²an estudiando en barracones, y la llegada de Camps al Palau de la Generalitat no signific¨® un frenazo de las obras costosas.
El proyecto de los arquitectos japoneses costaba sobre el papel 45 millones de euros. Lo mismo iba a costar el ?gora (la ¨²ltima pieza del complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias), pero a estas alturas su presupuesto real se acerca a los 90 millones.
El debate sobre la piel del IVAM (que gan¨® el Le¨®n de Oro de Venecia en 2004) no fue pac¨ªfico ni siquiera cuando pareci¨® que iba a llevarse a cabo. Nadie dudaba del talento de los arquitectos, asociados en el estudio SANAA, ni de la calidad del proyecto. La discusi¨®n se centraba en el cambio de modelo que supondr¨ªa para el museo.
El IVAM fue construido con un estilo sobrio porque lo importante deb¨ªa ser (y lo fue durante a?os) el contenido. La impresionante estructura met¨¢lica segu¨ªa, en cambio, el camino abierto a finales de los noventa por el Guggenheim de Bilbao, en el que el continente ocupaba un protagonismo central. Visto con perspectiva la no realizaci¨®n del proyecto tampoco ha impedido la progresiva irrelevancia art¨ªstica del museo.
La ¨²ltima vez que Sejima visit¨® Valencia, en octubre de 2007, a¨²n se declar¨® confiada en que las obras pudieran empezar en 2008. Pero si quedaba alguna esperanza, la crisis la acab¨® de enterrar.
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