Hait¨ª necesita a Espa?a
La conferencia de donantes para Hait¨ª, que se celebrar¨¢ en Nueva York el 31 de marzo, es vital para el futuro del pa¨ªs caribe?o. El terremoto del 12 de enero asol¨® la capital, provoc¨® el derrumbamiento de miles de edificios, muchos de ellos precarios, sepult¨® a centenares de miles de personas, dej¨® sin techo a m¨¢s de un mill¨®n de habitantes y destruy¨®, en 30 segundos, el 60% del PIB del pa¨ªs m¨¢s pobre de Am¨¦rica.
Hait¨ª no podr¨¢ hacer frente a estos desaf¨ªos colosales sin el apoyo coordinado de la comunidad internacional. En este proceso, Espa?a deber¨ªa desempe?ar un papel importante.
El terremoto acaeci¨® reci¨¦n estrenada la presidencia espa?ola de la UE, y desde el primer momento Espa?a asumi¨® el liderazgo y la coordinaci¨®n de la ayuda europea. La vicepresidenta Fern¨¢ndez de la Vega se desplaz¨® a los pocos d¨ªas a la devastada capital y estuvo luego presente en la primera conferencia de donantes en Montreal. La Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID) facilit¨® la coordinaci¨®n de donantes en el terreno, conjuntamente con la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Comisi¨®n Europea (ECHO). En esos d¨ªas de desconcierto inicial, la iniciativa de crear una "tienda europea" en la base de la Minustah, la misi¨®n de Naciones Unidas, en Puerto Pr¨ªncipe, fue valorada muy positivamente por todos los otros donantes.
Espa?a ha sido tradicionalmente uno de los actores principales en Hait¨ª. Es el tercer donante bilateral despu¨¦s de Estados Unidos y Canad¨¢, y el cuarto en la respuesta a la emergencia (tras EE UU, Canad¨¢ y Arabia Saud¨ª). Hait¨ª est¨¢ incluido dentro de los pa¨ªses prioritarios de la cooperaci¨®n espa?ola, aunque Espa?a no tiene all¨ª intereses geoestrat¨¦gicos definidos, ni responsabilidades hist¨®ricas directas. Es un actor respetado y valorado por su enfoque desinteresado y es de los pocos Estados europeos que mantienen una representaci¨®n diplom¨¢tica permanente, junto a Francia y Alemania.
La reacci¨®n internacional a la cat¨¢strofe ha sido r¨¢pida, abundante y no siempre eficaz. En total, m¨¢s de 2.300 millones de d¨®lares se han movilizado ya en la ayuda humanitaria de urgencia. La dimensi¨®n del desastre, el colapso log¨ªstico inicial, la escasa participaci¨®n e implicaci¨®n de la poblaci¨®n, junto a la crisis de capacidad institucional local y tambi¨¦n de la comunidad internacional pueden explicar, aunque no justificar, algunas de las disfunciones detectadas en la respuesta. Por ejemplo: todav¨ªa no se ha solucionado la urgente necesidad de refugio de centenares de miles de personas ante la llegada de la estaci¨®n de las lluvias, las necesidades de saneamiento est¨¢n lejos de ser cubiertas, los sectores de recuperaci¨®n temprana y de agricultura se han cubierto en menos del 20% de las necesidades planteadas.
Es de vital importancia asegurar la coordinaci¨®n del esfuerzo de reconstrucci¨®n y la incorporaci¨®n de elementos de prevenci¨®n y reducci¨®n de riesgos que permitan limitar las consecuencias de posibles desastres naturales futuros. El reto es no s¨®lo recuperar lo destruido sino refundar un pa¨ªs sobre nuevas bases, tal como plantea el primer ministro haitiano, Jean-Max Bellerive.
El papel de Espa?a va m¨¢s all¨¢ de sus funciones actuales: seguir¨¢ desempe?ando, de facto, la presidencia europea en el pa¨ªs, dado que ninguno de los otros Estados miembros que presidir¨¢n la UE en los pr¨®ximos a?os tienen representaci¨®n diplom¨¢tica en Hait¨ª. Pero, hasta hoy, se puede decir que hay oportunidades para Espa?a que no se est¨¢n realizando. Es posible que en el contexto de la nueva arquitectura europea sea necesario reformular, en este tipo de situaciones, el enfoque de los Estados miembros en relaci¨®n con las nuevas instituciones de la Uni¨®n. Pero no ser¨ªa l¨®gico que uno de los mayores donantes, actuando adem¨¢s en nombre de la presidencia europea, no tuviera el nivel adecuado de representaci¨®n. En este sentido, hay que apoyar la presencia de Espa?a con voz y voto en el Comit¨¦ Interino de Reconstrucci¨®n que va a ser copresidido por el primer ministro de Hait¨ª y el ex presidente Clinton.
Adem¨¢s, la imagen positiva de Espa?a puede influir en poner el ¨¦nfasis en las necesidades m¨¢s que en intereses comerciales o pol¨ªticos. Tambi¨¦n puede actuar como integrador de iniciativas regionales por su influencia en Am¨¦rica Latina y favorecer las pol¨ªticas conjuntas de las dos entidades de la espa?ola, aprovechando el efecto de la solidaridad dominicana tras el terremoto. Espa?a debe, asimismo, contribuir a orientar los mecanismos que canalizar¨¢n la ayuda a la reconstrucci¨®n para asegurar estrategias adecuadas. Es una oportunidad para que la ayuda deje de medirse s¨®lo en cantidad y comience a pesar tambi¨¦n la calidad.
Ross Mountain, director general de DARA; Richard Youngs, director general de FRIDE; Fernando Perpi?¨¢, secretario general del Club de Madrid; Emilio Casinello, director general del Centro Internacional de Toledo para la Paz.
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