Dos atentados suicidas en el C¨¢ucaso elevan el temor al terrorismo en Rusia
Los integristas chechenos reivindican el doble ataque del lunes en Mosc¨²
El terrorismo desafi¨® de nuevo a Rusia ayer con un atentado doble cometido tambi¨¦n por suicidas, que se hicieron pasar por polic¨ªas y actuaron en Kisliar, una localidad de Daguest¨¢n, en el C¨¢ucaso. El resultado fueron 12 muertos que se suman a los 39 fallecidos en Mosc¨² a resultas de las dos explosiones del lunes en el metro. La responsabilidad por los atentados en la capital rusa fue asumida ayer por el l¨ªder terrorista Doku Um¨¢rov, que se autodenomina emir del Emirato del C¨¢ucaso.
En la p¨¢gina de los extremistas (kavkazcentr.com), Um¨¢rov afirm¨® que los atentados en el metro hab¨ªan sido organizados por "orden personal" suya y son la respuesta y la "venganza" por la "matanza" el pasado febrero de unos pobres campesinos de Chechenia e Ingushetia que hab¨ªan salido a buscar ajos salvajes al monte.
"Sentir¨¦is la guerra en vuestra propia piel", amenazan los terroristas
Putin ordena que se refuerce la presencia policial en toda la regi¨®n
En un v¨ªdeo, grabado el 29 de marzo, Um¨¢rov advierte a los rusos que a partir de ahora no van a "mirar la guerra en el C¨¢ucaso tranquilamente en sus televisores". "La guerra ir¨¢ a vuestras calles y la sentir¨¦is en vuestras propias vidas y en vuestra propia piel", amenaz¨®. Antes, el secretario de prensa del Emirato del C¨¢ucaso, Shamsutdin Batuk¨¢iev, desde Estambul hab¨ªa negado la participaci¨®n en el atentado a la agencia Reuters.
M¨¢s de 50 muertos y m¨¢s de un centenar de heridos es por ahora el balance de una sangrienta semana que pone a prueba la capacidad del t¨¢ndem dirigente ruso, el presidente Dmitri Medv¨¦dev y el jefe de Gobierno Vlad¨ªmir Putin, para articular una estrategia eficaz contra un problema que la l¨ªnea dura del segundo no pudo erradicar. Medv¨¦dev manifest¨® ayer que los atentados de Mosc¨² y los de Kisliar son "eslabones de una misma cadena" y Putin dijo no excluir que se tratara de "la misma banda".
A las 8.42 de la ma?ana de ayer, en el centro de Kisliar, el conductor de un veh¨ªculo Niva (un utilitario ruso muy corriente) activ¨® un explosivo al ser parado por tres agentes de la polic¨ªa que le pidieron identificarse. El Niva llevaba la palabra polic¨ªa escrita en un lateral, seg¨²n fuentes del Servicio Federal de Seguridad (SFS) de Daguest¨¢n, lo que hace suponer que tal vez se propon¨ªa penetrar un atentado en un cuartel del Ministerio del Interior ubicado en las inmediaciones.
En la zona del atentado est¨¢n tambi¨¦n la delegaci¨®n de los servicios de seguridad y una escuela que sufri¨® desperfectos en el tejado y cuyos cristales saltaron hechos a?icos a consecuencia de la onda explosiva causada por el equivalente a 200 kilos de trinitrotolueno. Los escolares, por fortuna, estaban de vacaciones. De resultas de la explosi¨®n murieron dos agentes, el suicida y una mujer que pasaba por all¨ª.
Veinte minutos m¨¢s tarde, cuando los representantes de la autoridad hab¨ªan llegado al veh¨ªculo siniestrado y en el lugar se hab¨ªa formado un corrillo de curiosos, un joven, vestido con uniforme policial, hizo detonar otra carga que mat¨® a ocho personas, ¨¦l incluido. Gracias a que su cabeza qued¨® entera en el amasijo de ¨®rganos humanos y sangre, el suicida ha sido identificado como Daud Dzhabra¨ªlov, habitante local de 22 a?os. De los 12 muertos, nueve son polic¨ªas, entre ellos el jefe de la delegaci¨®n del Ministerio del Interior, coronel Vitali Ved¨¦rnikov. M¨¢s de 20 personas tuvieron que ser hospitalizadas con heridas de diversa gravedad. Kisliar fue v¨ªctima del terrorismo checheno en 1996 cuando un comando al mando de Salm¨¢n Rad¨²yev mantuvo all¨ª a m¨¢s de 300 rehenes.
El presidente de Daguest¨¢n, Magomedsalam Magom¨¦dov, consider¨® que las explosiones en Kisliar y Mosc¨² est¨¢n relacionadas y manifest¨® que sus autores quieren desestabilizar y causar una guerra fratricida. Putin, orden¨® al ministro de Interior, Rashid Nurgal¨ªev, que proponga medidas de reforzamiento policial para el C¨¢ucaso del Norte.
La reivindicaci¨®n de Um¨¢rov pone nombre y rostro al terror. Su "venganza" se basa en un episodio que fue denunciado en su d¨ªa por Memorial, la organizaci¨®n no gubernamental dedicada a la defensa de los derechos humanos, que pidi¨® a las autoridades la investigaci¨®n de los "asesinatos" de cuatro campesinos por lo menos que el 11 de febrero tuvieron la mala suerte de encontrarse en el escenario de una expeditiva operaci¨®n antiterrorista cuyo resultado fue una veintena de muertos.
La operaci¨®n se llev¨® a cabo en una zona boscosa fronteriza entre Chechenia e Ingushetia y los campesinos, de entre 17 y 41 a?os, formaban parte de un grupo que hab¨ªa salido a recoger ajos silvestres con todos los salvoconductos necesarios para no tener problemas con las autoridades. Sin embargo, fueron salvajemente asesinados en un episodio que hasta ahora no ha sido debidamente explicado, aunque la muerte de inocentes fue reconocida por el presidente de Ingushetia, Iunus-Bek Yevk¨²rov.
Um¨¢rov advirti¨® que los ataques van a continuar contra los rusos que env¨ªan al C¨¢ucaso a sus "bandas". Record¨® el terrorista que ya hab¨ªa avisado de su venganza y que los rusos no podr¨¢n seguir sin reaccionar "a los excesos y cr¨ªmenes de sus bandas que al mando de Putin se env¨ªan al C¨¢ucaso".
Manifestaci¨®n oficialista de repudio
Una treintena de personas fueron detenidas en el centro de Mosc¨² por tratar de manifestarse a favor del art¨ªculo 31 de la Constituci¨®n, que garantiza el derecho a las reuniones y m¨ªtines pac¨ªficos. En San Petersburgo la polic¨ªa impidi¨® una manifestaci¨®n similar a quienes siguen la iniciativa de grupos y figuras de oposici¨®n que salen a la calle a reclamar sus derechos en la ¨²ltima jornada de los meses de 31 d¨ªas.
Las autoridades moscovitas encuentran siempre excusas para prohibir la manifestaci¨®n y alegan que la plaza del Triunfo, el lugar solicitado junto a la estatua del poeta Mayakovski, est¨¢ ocupado por otros. El motivo aducido ayer fue un mitin en contra del terrorismo organizado por las juventudes del partido Rusia Unida y otros grupos progubernamentales. Entonces cambiaron el motivo de la convocatoria primaveral y lo sustituyeron por una manifestaci¨®n contra el terrorismo.
El acto reuni¨® a 3.000 personas, seg¨²n sus organizadores, que fueron protegidas por un inmenso despliegue de fuerzas de seguridad mientras miraban unas im¨¢genes as¨¦pticas de los atentados del metro que se proyectaban en el escenario. A pocos pasos, la misma polic¨ªa que proteg¨ªa a los j¨®venes leales al r¨¦gimen deten¨ªa a los activistas que intentaron manifestarse por la Constituci¨®n.
La veterana del movimiento de derechos humanos ruso Liudmila Alex¨¦ieva, de 82 a?os, no acudi¨® a la cita como otras veces, porque debido al luto por los atentados prefiri¨® acudir a la estaci¨®n Park Kultury a homenajear a las v¨ªctimas. All¨ª fue golpeada por un gamberro que aparentemente estaba bebido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.