Los resbalones de Asuntos Internos

La doctrina del fruto del ¨¢rbol envenenado, aquella por la que si el ¨¢rbol se corrompe entonces cualquier fruto que se obtiene de ¨¦l tambi¨¦n est¨¢ podrido, no se le va a olvidar f¨¢cilmente a los agentes de Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. Al menos a aquellos que investigaron entre 2005 y 2006 a los mandos de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco) de la Costa del Sol Valent¨ªn Bahut y Alfredo Mariju¨¢n.

Despu¨¦s de meses de investigaci¨®n, de numerosos oficios pidiendo al juez instructor la pr¨®rroga de las intervenciones telef¨®nicas y de defender su trabajo durante el juicio, celebrado en la secci¨®n segunda de la Audiencia Provincial de M¨¢laga, el Tribunal Supremo ha anulado la condena de 18 meses de prisi¨®n impuesta a los agentes porque las pruebas que presentaron contra ellos estaban viciadas desde el principio.

En otro caso, un testigo denunci¨® a dos agentes por intento de extorsi¨®n

Los agentes de Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa se han llevado una seria reprimenda porque no presentaron ante el juez instructor -y este tampoco los exigi¨® "como debiera haber hecho"- una m¨ªnima comprobaci¨®n de las acusaciones por las que comenzaron a investigarles y por las que estuvieron 14 meses escuchando sus conversaciones telef¨®nicas.

Seg¨²n fuentes policiales, se trata del grupo dirigido por Carlos G., el mismo que investig¨® el supuesto chivatazo a ETA, cuyas conclusiones apuntan como autores a cargos policiales tomando como base ¨²nicamente el cruce de llamadas telef¨®nicas cuyo contenido ignoran.

Los delitos por los que juzgaron a los mandos policiales no tienen nada que ver, "ni remotamente", con las acusaciones por las que se abri¨® la investigaci¨®n, explica el fallo judicial, que considera nulas las escuchas telef¨®nicas y absuelve a los mandos antimafia. Les acusaban de pertenecer a una red de extorsi¨®n a locales de M¨¢laga, y se sentaron en el banquillo por ayudar a escapar a un confidente que ten¨ªa una orden de detenci¨®n por narcotr¨¢fico pendiente.

El Supremo incide en que los indicios de que los mandos participaban en una organizaci¨®n criminal "estructurada" son "inexistentes" y saca los colores a los agentes de Asuntos Internos en cuanto a su capacidad de conseguir informaci¨®n. Destaca, por ejemplo, que no fueron capaces de aportar el nombre o la importancia de las personas que espiaban en sus seguimientos o el hecho de que ni siquiera se hubieran molestado en averiguar el patrimonio de los supuestos sospechosos de blanqueo de capitales, algo b¨¢sico en este tipo de casos. Estos elementos no fueron "l¨®gicamente suficientes para quebrar el derecho fundamental al secreto de las comunicaciones, sean estos polic¨ªas o delincuentes comunes", explica la sentencia de alto tribunal.

El fruto envenenado, doctrina de derecho que comenz¨® a utilizarse en Estados Unidos en 1920, corre el riesgo de poder aplicarse en otras investigaciones hechas por Asuntos Internos y que tambi¨¦n ata?en a mandos de la Udyco Costa del Sol.

El juzgado n¨²mero 2 de Marbella (M¨¢laga) est¨¢ investigando desde julio de 2007 una denuncia por chantaje contra dos polic¨ªas de Asuntos Internos por un supuesto delito de extorsi¨®n a un testigo. Seg¨²n el denunciante, un empresario de locales nocturnos de Marbella, los polic¨ªas le ofrecieron destruir una grabaci¨®n de v¨ªdeo que le compromet¨ªa a cambio de que les diese informaci¨®n sobre el inspector jefe Carlos Farr¨¦. El testigo no accedi¨® al trato y les denunci¨® aportando un disco compacto con las im¨¢genes con las que supuestamente intentaron coaccionarlo.

Meses despu¨¦s, en marzo de 2008, Asuntos Internos detuvo al inspector jefe Carlos Farr¨¦, junto a otros tres mandos entre los que tambi¨¦n est¨¢ Alfredo Mariju¨¢n, por otro caso de corrupci¨®n policial. Declararon ante el juez con un rosario de cargos que han disminuido notablemente.

Los agentes, suspendidos de empleo y sueldo desde entonces, fueron acusados de vender informaci¨®n a ciudadanos rusos, trabajar como detectives privados o robar bienes incautados en los registros, entre otras acusaciones. Farr¨¦ y Mariju¨¢n fueron a prisi¨®n preventiva tras su detenci¨®n y tendr¨¢n que sentarse en el banquillo, mientras que los otros dos agentes -Isa¨ªas Pacheco y Eusebio V¨¢zquez- han visto como sus acusaciones, relacionadas con un registro ilegal, se han archivado.