Esta vida americana
No es raro que la Fox norteamericana haya lanzado un programa de televisi¨®n presentado por Sarah Palin. Despu¨¦s del esfuerzo medi¨¢tico que llev¨® elevarla hasta candidata republicana a la vicepresidencia desde el rinc¨®n de Alaska, ser¨ªa un desperdicio tirarla al contenedor de basura sin antes explorar sus posibilidades reales de convertirse en la voz de la Norteam¨¦rica m¨¢s conservadora. El programa no ha recibido buenas cr¨ªticas, pero tampoco se esperaban. Los pol¨ªticos saben que los medios de comunicaci¨®n pueden ser lanzaderas incre¨ªbles para sus campa?as particulares. Varios relevantes personajes de nuestra pol¨ªtica le deben a tertulias de tele o de radio su carrera, porque supieron aprovechar el altavoz y hacer campa?a particular mientras los dem¨¢s dorm¨ªan o se fajaban en otras arenas menos vistosas. Sin ir m¨¢s lejos, Esperanza Aguirre era una ministra irrelevante hasta que Pablo Carbonell en Caiga quien caiga la convirti¨® en objeto de inter¨¦s, un poco a la manera de lo que Groucho Marx hac¨ªa con Margaret Dumont cuando en las pel¨ªculas le dec¨ªa esas cosas de: "A¨²n recuerdo la noche en que beb¨ª champ¨¢n en tus zapatos. Dos litros. Y hubiera cabido m¨¢s, pero llevabas plantillas". Ella se dej¨® mecer, alz¨® la barbilla, y hoy es la generala del ala dura de su partido. Sarah Palin pretende ser la cara visible de la marea opositora a Obama y sabe que la relevancia ser¨¢ su ¨²nica carta. All¨¢ donde no llega el talento ni la preparaci¨®n ni los principios, puede llegar la popularidad.
Televisivamente el programa es un encorsetado de reportajes de superaci¨®n personal, basado en la admiraci¨®n por la gente peque?a que hace cosas grandes. Busca el matiz patri¨®tico de la pelea contra las dificultades, las limitaciones. Desde el a?o 1995 un programa de la radio p¨²blica de Chicago viene haciendo el ejercicio de contar con maestr¨ªa peque?as historias cotidianas bajo el t¨ªtulo similar de This american life. Presentado por Ira Glass disfrut¨® durante dos temporadas de su versi¨®n televisiva en Showtime, convirti¨¦ndose en un programa ejemplar, lleno de talento y mirada enriquecedora. Es una l¨¢stima que nos lleguen tantas noticias del enlatado ternurista y patriotero de la Palin y ninguna de la exquisita categor¨ªa de This american life. As¨ª es a veces el artificio pol¨ªtico.
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