Las in¨²tiles plazas de la Diagonal
La avenida expuls¨® al peat¨®n del espacio central para entregarlo al coche
En el tramo central de la Diagonal hay tres espacios m¨¢s o menos equivalentes a plazas: Francesc Maci¨¤, Joan Carles I y Moss¨¨n Cinto Verdaguer, lugares en los que el ser humano dif¨ªcilmente puede poner el pie. En realidad, funcionan como rotondas ordenadoras del tr¨¢fico. Son espacios que deber¨¢ tener en cuenta la reforma de la avenida, especialmente si el tranv¨ªa circula por el tramo central. Los monumentos existentes, centrales en esos puntos, se mantendr¨¢n. La soluci¨®n de por d¨®nde podr¨ªa pasar el tranv¨ªa -si finalmente se opta por ese transporte- ya se ver¨¢ en el proyecto definitivo.
La Diagonal ha sido una de las v¨ªas m¨¢s bautizadas de Barcelona, y tambi¨¦n algunas de sus plazas. El primer nombre que se dio a la avenida, en 1891, fue el de calle de Arg¨¹elles. Despu¨¦s fue llamada Alfonso XIII; m¨¢s tarde, 14 de Abril (d¨ªa de la proclamaci¨®n de la Segunda Rep¨²blica), General¨ªsimo Franco y, finalmente, Diagonal, que es como siempre la llamaron los barceloneses.
La reforma de la avenida y el paso del tranv¨ªa plantean el cruce por las plazas
Ese mismo vaiv¨¦n de nombres se ha producido en algunas de las plazas. La que hoy se denomina Francesc Maci¨¤ (desde 1979) llev¨® antes el nombre de Calvo Sotelo (Jos¨¦, diputado derechista muerto a tiros en 1936). En el momento de su nacimiento (1932) fue bautizada con el nombre del presidente de la rep¨²blica Alcal¨¢ Zamora y en 1936 pas¨® a llamarse Hermanos Badia (dos nacionalistas catalanes asesinados por militantes anarquistas). La plaza es obra del arquitecto Rubi¨® i Tudur¨ª, que dibuj¨® en su interior un estanque que tiene la forma de la isla de Menorca, en homenaje a su tierra natal.
Francesc Maci¨¤ es el punto de uni¨®n entre la Diagonal tradicional (la m¨¢s antigua y asentada) y la nueva, mucho m¨¢s ancha y consolidada s¨®lo a partir de los sesenta hasta la zona universitaria. A partir de ah¨ª, se convierte en autopista.
Si Francesc Maci¨¤ ha sufrido cambios, no han sido menos los que ha vivido el cruce de la avenida con el paseo de Gr¨¤cia, de donde arrancan los jardincillos en los que puede verse una escultura, Empord¨¤, de Ernest Maragall (t¨ªo del actual consejero de Educaci¨®n). Ese espacio se llama hoy plaza de Joan Carles I, aunque para ver ah¨ª una plaza hay que echarle mucha imaginaci¨®n. De la misma manera que la Diagonal, se llamara como se llamase, fue conocida siempre como Diagonal; la plaza de Joan Carles I ha sido llamada la del Cinc d'Oros y, sobre todo, popularmente ha sido conocida como la plaza del llapis por la forma del obelisco.
El nombre de Cinc d'Oros procede del dise?o inicial, en el que participaron los arquitectos Adolf Florensa y Josep Vilaseca. Al principio hab¨ªa cuatro peque?as rotondas peatonales con la grande en el centro, donde se aloja el obelisco que iba a ser un homenaje a Pi i Margall. M¨¢s adelante se encarg¨® a Josep Viladomat una escultura que evocara la Rep¨²blica. Se instal¨® en 1934, aunque la inauguraci¨®n oficial ser¨ªa en 1936. Como miraba hacia el mar, cuenta Llu¨ªs Permanyer, los barceloneses no tardaron en sostener que la Rep¨²blica ten¨ªa "Gr¨¤cia en el culo".
La estatua desapareci¨® con la dictadura y, durante un tiempo, se instal¨® all¨ª un ¨¢guila fascista, lo que hizo que los barceloneses se refirieran a la plaza como "la del loro". La dictadura encarg¨® a Frederic Mar¨¦s una obra que conmemorase la "victoria" y all¨ª fue puesta, dando nombre a la plaza. Las farolas dise?adas a principios del siglo XX por Pere Falques pueden verse hoy en la avenida de Gaud¨ª. La estatua de la Rep¨²blica se halla en Nou Barris.
El monumento a Verdaguer, en la confluencia de la Diagonal con el paseo de Sant Joan y Mallorca, es obra de Josep Maria Peric¨¤s y fue inaugurado en 1924. Verdaguer fue un poeta apreciado por los barceloneses, que acudieron masivamente a su entierro en 1902. Las autoridades anunciaron de inmediato que se le erigir¨ªa un monumento, pero la historia iba despacio y tard¨® casi un cuarto de siglo en hacerse realidad.
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