"Estamos dispuestos a ir a Lisboa con las banderas"

Bandera espa?ola en mano, decenas de vecinos van llegando a las puertas del centro de salud de la localidad portuguesa de Valen?a do Minho, junto a la frontera con Galicia. Como cada tarde, la concentraci¨®n est¨¢ convocada a las 6 de la tarde, para iniciar una manifestaci¨®n cuyo destino se mantiene en secreto hasta el ¨²ltimo momento para tratar de despistar a los efectivos de la Guardia Nacional Republicana (GNR). "Vamos a seguir as¨ª todos los d¨ªas, hasta que vuelvan a abrir el servicio de urgencias", dice airada Lina Pereira, cocinera de un hotel. "Estamos dispuestos a ir a Lisboa, si es necesario, con las banderas espa?olas".

La imagen ya empieza a formar parte del paisaje de esta localidad de 15.000 habitantes, que ha decidido enarbolar la bandera espa?ola, cosa ins¨®lita, como s¨ªmbolo de la protesta contra la ministra de Salud por el cierre del servicio de urgencias de Valen?a. Las ense?as ondean en las manos de los manifestantes, en veh¨ªculos y en numerosos balcones y puertas de casas y comercios.

Una protesta original e in¨¦dita, que ha servido para atraer la atenci¨®n de la prensa portuguesa y espa?ola y que, l¨®gicamente, no ha sentado nada bien a las autoridades portuguesas que, de momento, prefieren dar la callada por respuesta. Ni el primer ministro, Jos¨¦ S¨®crates, ni la ministra de Salud, Ana Jorge -responsable de la pol¨¦mica decisi¨®n-, han querido comentar la actitud de los vecinos de Valen?a.

"No tenemos ninguna intenci¨®n de cambiar de naci¨®n. Somos portugueses, y respetamos tanto la bandera espa?ola como la nuestra", dice Lina Pereira. "Pero la verdad es que en estos momentos nos sentimos m¨¢s apoyados por los espa?oles que por los portugueses. ?Viva Espa?a!".

El uso de la bandera, repiten todos los vecinos consultados, es en agradecimiento a las palabras de Antonio Rocha, alcalde de Tui, al otro lado de la frontera, que dijo que todos los pacientes de Valen?a que lo requieran ser¨¢n bienvenidos en el servicio de urgencias del centro de salud de la localidad pontevedresa. Nuestros profesionales, vino a decir el alcalde, no hacen distinci¨®n de nacionalidades. "Queremos agradecer las palabras del alcalde y ridiculizar a la ministra", dice Julia Abreu, que compr¨® la bandera espa?ola a un vecino por el m¨®dico precio de dos euros.

Cruzando el puente internacional sobre el Mi?o, al otro lado de la frontera, las cosas se ven de distinta manera, que no siempre coincide con las generosas palabras del alcalde de Tui. Una m¨¦dico del servicio de urgencias del Punto de Atenci¨®n Continuada de la localidad gallega explica que en los ¨²ltimos d¨ªas ha habido un sensible aumento de pacientes portugueses tras el cierre del servicio en Valen?a. "Las declaraciones del alcalde fueron poco afortunadas. Tendr¨ªa que venir por aqu¨ª. Dos m¨¦dicos y un enfermero cubrimos una poblaci¨®n de 34.000 habitantes. Estamos al l¨ªmite. Si ahora se nos a?aden los 15.000 habitantes de Valen?a, no s¨¦ qu¨¦ pasar¨¢".

Carlos Natal, portavoz del colectivo de usuarios del centro de salud de Valen?a, tuvo la idea de utilizar la bandera espa?ola como s¨ªmbolo de la protesta. El alcalde de Tui se lo puso en bandeja, pero en el fondo sab¨ªa que tendr¨ªa consecuencias e incomodar¨ªa a las autoridades portuguesas. Encarg¨® mil ense?as a un negocio chino en la localidad gallega de Porri?o, que en menos de 48 horas ten¨ªa listo el pedido. El negocio es el negocio. El d¨ªa siguiente se repartieron entre la poblaci¨®n y en cuesti¨®n de horas empezaron a ondear en Valen?a.

La realidad es que los habitantes a ambos lados de la frontera viven con mucha cercan¨ªa todo lo que se cuece al otro lado. "Somos portugueses, pero todos tenemos un rinconcito espa?ol en nuestro coraz¨®n. Soy seguidora de Nadal, de Alonso, y soy del Bar?a", dice Lina Pereira.