Las visitas al m¨¦dico bajan hasta el 30% gracias a la receta electr¨®nica

La implantaci¨®n de la receta farmac¨¦utica electr¨®nica se ha demostrado como una de las v¨ªas m¨¢s eficaces para aligerar la carga burocr¨¢tica de los m¨¦dicos de familia y disminuir el n¨²mero de visitas de los enfermos. Las cuatro comunidades aut¨®nomas que la han introducido (Andaluc¨ªa, Extremadura, Baleares y Catalu?a) han experimentado descensos de la denominada frecuentaci¨®n (visitas de paciente por a?o) de hasta el 30%, un dato que contrasta con el gradual incremento que padecen las autonom¨ªas que siguen con el sistema tradicional de receta en papel. Seg¨²n datos del Ministerio de Sanidad, estas cuatro regiones dispensaron el a?o pasado m¨¢s de 139 millones de recetas electr¨®nicas.

En Extremadura se dispar¨® el gasto al facilitar el acceso a medicamentos

Una decena de comunidades tiene ya historia cl¨ªnica digitalizada

La receta electr¨®nica permite que el m¨¦dico y el farmac¨¦utico est¨¦n en contacto por ordenador, de manera que el paciente s¨®lo tiene que ir a la botica con su tarjeta sanitaria y ah¨ª ya saben lo que necesita. Es una gran ventaja para enfermos cr¨®nicos, que se evitan ir al ambulatorio cada vez que se les agota un f¨¢rmaco.

Andaluc¨ªa fue la primera autonom¨ªa en implantar este servicio, con experiencias piloto ya en el a?o 2003. Algunos n¨²cleos de poblaci¨®n aislados todav¨ªa funcionan con la receta tradicional pues son zonas sin cobertura de banda ancha de Internet. En Andaluc¨ªa, seg¨²n el Servicio de Salud, la carga asistencial de los ambulatorios ha disminuido el 20%.

Baleares introdujo la receta electr¨®nica en septiembre de 2006, con un plan piloto en Ibiza y Formentera, para un total de 4.294 pacientes cr¨®nicos. Durante el primer a?o, se observ¨® un descenso del 12,3% en las consultas a m¨¦dicos y del 34,8% en las de enfermer¨ªa. Ya el segundo a?o estos porcentajes aumentaron hasta el 22,8% y el 35,8%, respectivamente. El Servicio Balear de Salud calcula que la utilizaci¨®n de la receta electr¨®nica supone un ahorro de 458.865 euros anuales. En opini¨®n de Josep Pomar Reyn¨¦s, director general de Sanidad de Baleares, se trata de "una experiencia muy positiva. La inform¨¢tica se ha demostrado un instrumento desburocratizador de los actos administrativos -recetas- y da m¨¢s eficiencia al sistema sanitario porque los facultativos tienen m¨¢s tiempo para actos m¨¦dicos y asistenciales".

Las primeras experiencias en Extremadura presentaron claroscuros. En marzo de 2007 arranc¨® en las localidades de Santa Amalia (Badajoz) y Malpartida (C¨¢ceres), pero no se complet¨® su implantaci¨®n hasta mayo de 2009. Las visitas a los ambulatorios disminuyeron cerca del 30% en las poblaciones donde funcionaba este tipo de receta, pero el gasto farmac¨¦utico se dispar¨®. Mientras el incremento medio espa?ol en medicamentos fue del 4,6%, en Extramadura se dobl¨® hasta el 8,2%. Todo el sector sanitario lo achac¨® a la implantaci¨®n de la receta electr¨®nica.

La ¨²ltima comunidad en adoptar la receta electr¨®nica ha sido Catalu?a, en la que se han obtenido resultados m¨¢s modestos. Sin embargo, las pruebas piloto son de 2008, y hasta este a?o no ha empezado a extenderse a Barcelona, el ¨¢rea m¨¢s poblada. A pesar de ello, las primeras cifras del Departamento de Salud se?alan que las visitas disminuyeron el 3% desde octubre de 2009 a febrero de 2010, respecto al mismo periodo del a?o anterior. Unos datos que la Generalitat no s¨®lo achaca a esta receta, sino a otras medidas. Catalu?a es la ¨²nica comunidad en la que tambi¨¦n bajan las urgencias hospitalarias, el 5% en 2009.

Otras comunidades han adoptado diferentes medidas para frenar la carga administrativa de los m¨¦dicos de familia. Entre ellas, figuran las siguientes.

- Historia cl¨ªnica compartida. Una decena de comunidades aut¨®nomas utilizan una ¨²nica historia m¨¦dica por paciente totalmente informatizada y que puede consultarse desde todos los centros p¨²blicos de salud. Antes cada equipo m¨¦dico dispon¨ªa de una carpeta por paciente lo que obligaba a los de primaria a introducir las modificaciones realizadas por los especialistas hospitalarios y los resultados de las pruebas diagn¨®sticas. Ahora todo est¨¢ unificado, lo que ha disminuido la carga burocr¨¢tica de los facultativos de medicina familiar. El Departamento de Salud de la Generalitat ya ha introducido m¨¢s de 17 millones de documentos m¨¦dicos.

- Bajas laborales. Una persona que necesita una baja laboral, por ejemplo de 15 d¨ªas, debe acudir al menos cuatro veces a su m¨¦dico de cabecera. El Ministerio de Trabajo quiere introducir una experiencia piloto en Andaluc¨ªa que aligerar¨¢ notablemente estos tr¨¢mites administrativos. Cada una de las patolog¨ªas m¨¢s comunes tendr¨¢ asignado un periodo medio de baja que es el que se conceder¨¢ a los pacientes. De esta manera, los enfermos no tendr¨¢n que renovar el permiso cada siete d¨ªas como en la actualidad. La Sociedad Espa?ola de Medicina Familiar y Comunitaria ha reclamado insistentemente al Ministerio de Trabajo que modifique el reglamento de concesi¨®n de bajas.

- Atenci¨®n telef¨®nica. La mayor¨ªa de comunidades aut¨®nomas han implementado servicios telef¨®nicos que proporcionan consejos m¨¦dicos b¨¢sicos a los usuarios. Est¨¢n atendidos por facultativos y t¨¦cnicos sanitarios. En oto?o de 2009, durante la epidemia de gripe A, tuvieron un papel esencial para evitar aglomeraciones en la atenci¨®n primaria y urgencias hospitalarias. S¨®lo en Andaluc¨ªa se atendieron 80.000 llamadas. En Catalu?a tambi¨¦n se realiza el seguimiento de pacientes cr¨®nicos y fr¨¢giles y de las personas que empiezan a dejar de fumar.

- Especialistas. Algunas comunidades como Catalu?a y Andaluc¨ªa han reducido algunos tr¨¢mites para que los m¨¦dicos de cabecera deriven a sus pacientes a los especialistas hospitalarios. De esta manera, un especialista puede derivar a otro de cualquier hospital, firmar las recetas de medicamentos subvencionados y reclamar pruebas complementarias sin la autorizaci¨®n del m¨¦dico de familia.

- Otros tr¨¢mites. En Catalu?a otros profesionales como un asistente social, adem¨¢s del m¨¦dico de familia, puede firmar las justificaciones de vida, un documento necesario para que personas disminuidas puedan cobrar, por ejemplo, la pensi¨®n de jubilaci¨®n a trav¨¦s del banco. Asimismo, el Departamento de Educaci¨®n acepta un documento firmado por el tutor como justificante de enfermedad del menor.

Con informaci¨®n de Andreu Manresa, Reyes Rinc¨®n y Elena G. Sevillano.