Gilberto Zorio "La energ¨ªa es la vida, es el sue?o del futuro"
El artista italiano, representante del arte povera, despliega en Santiago de Compostela las claves de su universo pl¨¢stico. Obras de los ¨²ltimos 30 a?os que interact¨²an entre s¨ª con toda la fuerza simb¨®lica de elementos como la estrella y la canoa
"Realizo obras que cambian desde hace cuarenta a?os, y lo hacen d¨ªa a d¨ªa. Soy muy curioso, necesito conocer"
La obra de Gilberto Zorio (Andorno Micca, Italia, 1944) lacera los terrenos de la escultura, borrando sus l¨ªmites en procesos de cambio continuo, instal¨¢ndola en conflictos tensionados con la arquitectura, desde sus habituales claves narrativas de energ¨ªa, lenguaje, tr¨¢nsitos, eventualidad constructiva y memoria hasta la simb¨®lica presencia de estrellas, jabalinas y canoas. Gilberto Zorio form¨® parte en los a?os sesenta del movimiento denominado arte povera, y lo hizo mediante obras en las que la carga de lo antropol¨®gico y el nomadismo, la escala humana respecto al resto de la naturaleza, el paso del tiempo y la energ¨ªa del cosmos eran ya elementos clave en su trabajo. Elementos que hoy siguen presentes pero transformados.
El Centro Galego de Arte Contempor¨¢nea (CGAC) presenta en estos meses el inicio de una interesante temporada expositiva resultado de la nueva direcci¨®n del centro a cargo de Miguel von Hafe P¨¦rez. Cambios que advertiremos a partir del pr¨®ximo 16 de abril con la inauguraci¨®n de la retrospectiva de Gilberto Zorio, comisariada por Gianfranco Maraniello, que, tras su paso por el Museo d'Arte Moderna di Bologna (Mambo), recala con toda su intensidad en dos plantas del CGAC. Hablamos con ¨¦l mientras interroga el espacio en el que empieza a instalarse su obra, donde materia, proceso y energ¨ªa se condensan en una muestra que emociona como un paisaje de obras intensamente contaminadas.
PREGUNTA. Esta exposici¨®n se plantea como una retrospectiva, con trabajos que definen sus comienzos, en la d¨¦cada de los sesenta, hasta la actualidad. Pero detectamos en su producci¨®n una sensaci¨®n de proceso, con constantes que se repiten. ?Hablamos de una exposici¨®n de contextos relacionales, donde domina esa idea de transformaci¨®n?
RESPUESTA. S¨ª, claro, es un proceso. En este caso, aqu¨ª en el CGAC, estoy instalando casi todas las obras de mi anterior exposici¨®n, realizada hace unos meses en el Museo d'Arte Moderna di Bologna, y, aun as¨ª, consigo que la exposici¨®n sea totalmente distinta, porque el di¨¢logo cambia entre las obras antiguas y las nuevas. La exposici¨®n es un di¨¢logo, una relaci¨®n entre las esculturas y tambi¨¦n conmigo mismo: se trata de una obra interactiva. Podemos decir que la obra en s¨ª no cambia, se modifica la situaci¨®n. Es un destello que crea la muestra para que luego entre en di¨¢logo con el p¨²blico. Siento mucho respeto por el p¨²blico, ya que es el m¨¢s puro en la mirada. Es una cuesti¨®n de miradas, de sensibilidad, de sensorialidad.
P. Entre las claves que recorren su producci¨®n encontramos el concepto de energ¨ªa, f¨ªsica y mental. ?C¨®mo lo definir¨ªa centr¨¢ndose en las obras expuestas?
R. La energ¨ªa nos pertenece, es todo, somos nosotros, es la vida, es el respeto por el futuro, es el sue?o del futuro. No podemos so?ar el futuro si no construimos el presente. Cuando instalo una exposici¨®n, por ejemplo, juego con el tri¨¢ngulo m¨¢gico donde coexisten el pasado, el futuro y el presente, todos en movimiento. Siento mucha admiraci¨®n por el arte metaf¨ªsico, pero en un sentido intelectual, aunque prefiero imaginar que hay siempre un movimiento. Me gusta la pureza energ¨¦tica y futurible de Brancusi, el silencio, el sue?o, el sacrificio; es una energ¨ªa atemporal.
P. Otra constante es la importancia otorgada a la palabra, al lenguaje, que encontramos en piezas referentes de su trayectoria como Microfoni (1968), Odio (1969) o Per purificare le parole (1969).
R. Algunos meses antes de hacer Per purificare le parole hice la obra Microfoni. Se trata de utilizar la palabra, que se escucha amplificada y, al mismo tiempo, repetida. Somos capaces de controlar al instante lo que decimos. La confusi¨®n, alguien que se paraliza, que habla; el sonido est¨¢ por todas partes, es una escultura diaria, alberga un significado muy fuerte pero muy libre. Tambi¨¦n es una cuesti¨®n pl¨¢stica.
P. ?Y cu¨¢l es el papel del espectador?
R. La obra es abierta, aunque no completamente. Soy un espectador privilegiado; as¨ª, en el momento en que la obra se hace p¨²blica, se expone en el museo, es ella la que me interroga y no s¨¦ contestarle. Supone un di¨¢logo nunca cerrado, siempre abierto. Despu¨¦s, el p¨²blico en general o el especializado, siempre honesto, pregunta: ?qu¨¦ es? En primer lugar, un milagro, porque antes no hab¨ªa nada; es lo m¨¢s elemental. No paro de interrogarme y el espectador, si as¨ª lo desea y quiere, puede hablar.
P. En sus obras detectamos la combinaci¨®n de aparentes desencuentros, de estados intermedios, contrarios en cambio continuo.
R. S¨ª, en mi obra hablo de opuestos. Siempre hay contrastes, cada material posee una historia. Me emociono mucho cuando el material me sugiere algo, pudiendo realizar cosas contra natura; por ejemplo, un tubo que no fue creado para formar parte de una escultura, sino para ser otra cosa. Es un desplazamiento, un traslado, sin l¨ªmites.
P. Una dualidad donde existe el inter¨¦s persistente por los procesos de la alquimia.
R. Por supuesto, la alquimia juega un papel importante. Nosotros mismos somos un laboratorio de qu¨ªmica y alquimia, un laboratorio que camina, que funciona. Tenemos sensibilidad, sentimos fr¨ªo, calor, placer, dolor. Realizo obras que cambian desde hace cuarenta a?os, y lo hacen d¨ªa a d¨ªa. Soy muy curioso, necesito conocer; s¨¦ lo que voy a hacer pero nunca completamente c¨®mo va a quedar, porque la imagen es siempre distinta en la imaginaci¨®n. Un ejemplo formidable de esto es el trabajo que los restauradores llevan a cabo con mis obras porque, desgraciadamente, algunas se rompen, se deterioran al ser transportadas o porque fueron realizadas hace tiempo, pudiendo restaurarlas y posibilitando que la obra empiece a caminar nuevamente.
P. La estrella, como elemento paradigm¨¢tico, aparece en muchas de las obras expuestas y, de forma muy especial, en aquellas instaladas espec¨ªficamente para esta muestra. ?C¨®mo explicar¨ªa la importancia de este elemento en su trayectoria?
R. La estrella es una imagen muy utilizada en todas las culturas, hay algo en ella que funciona. Es una imagen muy difundida porque se parece al hombre, como vemos en la figura de Leonardo da Vinci. La estrella existe en la religi¨®n, en la pol¨ªtica, en la cultura en general. Inventamos el sistema para hacer la representaci¨®n del cielo, la imagen del cosmos. Ahora todo el mundo habla de globalizaci¨®n, y la estrella es la imagen globalizada por antonomasia, pero busco siempre darle energ¨ªa, no de un modo gr¨¢fico, quiz¨¢s de un modo m¨¢s cotidiano. Cuando la miramos es una imagen cotidiana pero funciona, es como una m¨¢quina aut¨®mata, me gusta utilizarla.
P. ?Siempre esa relaci¨®n con el cuerpo?
R. S¨ª. Utilizo el trabajo manual siempre con duplicidad, con misterio.
P. En la exposici¨®n destacan obras donde la constante temporal, procesal, adquiere m¨¢xima significaci¨®n, como en las piezas compuestas por canoas.
R. Es verdad, la canoa es la jabalina del agua y la jabalina es la canoa del cielo. Es el deseo de la exploraci¨®n, del descubrimiento, del viaje, del tiempo; son estrellas que gu¨ªan, son una evidencia c¨®smica y animal al mismo tiempo, muy fuertes para m¨ª. Es una visi¨®n constante. En este sentido, recuerdo un documental italiano de los a?os sesenta que trataba sobre la trashumancia, donde familias enteras marchaban con sus animales y con ellos cruzaban el r¨ªo, para trasladarse a la otra orilla y llenar bidones de agua. Fue sorprendente porque me record¨® a cuando estudi¨¦ una obra sumeria de un hombre que transporta agua. Sin embargo, la idea es muy moderna, muy contempor¨¢nea: la necesidad del ser humano. Todos necesitamos el transporte del agua, del aire y todos necesitamos la canoa, la barca y algunos el bumer¨¢n, que todav¨ªa es m¨¢s global.
P. ?C¨®mo espera que act¨²e el espectador que visite su exposici¨®n?
R. Debe ser honesto, curioso, atento. -
Gilberto Zorio. Centro Galego de Arte Contempor¨¢nea. Valle-Incl¨¢n, s/n. Santiago de Compostela. Del 16 de abril al 27 de junio.
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