A la carga, al ataque

El f¨²tbol permite que dos l¨ªneas paralelas que se han prolongado de forma extraordinaria durante la temporada se crucen hoy en un campo de juego para resolver la suerte de la Liga. A falta de ocho jornadas para acabar el campeonato, el cl¨¢sico se presenta como decisivo para decidir la suerte del campe¨®n, no solo por las secuelas psicol¨®gicas que acostumbra a dejar, sino por la manifiesta superioridad de los dos grandes respecto al pelot¨®n, m¨¢s all¨¢ de que el calendario anuncie encuentros delicados para ambos equipos, especialmente para el azulgrana.

El pulso Madrid-Bar?a se mantiene desde el arranque del torneo. La victoria en el Camp Nou por 1-0 no ha servido a los barcelonistas para distanciarse de los madridistas, que han recortado la diferencia m¨¢xima de cinco puntos y adem¨¢s se han colocado l¨ªderes por la diferencia de goles. Eliminado de la Copa y de la Champions, el Madrid ha convertido cada partido de Liga en una final. Necesita celebrar las victorias parciales como si fueran el anuncio del triunfo definitivo. Le mueve la ambici¨®n y el recuerdo de la derrota del ejercicio pasado: 2-6.

Messi y Ronaldo simbolizan el juego de sus equipos: violines contra tambores

Las bajas de Kak¨¢ e Ibrahimovic no penalizan la mec¨¢nica del juego

"No le tengo ning¨²n temor al Barcelona", reitera Pellegrini, "de la misma manera que digo que sentirse campe¨®n en caso de victoria ser¨ªa un gran error. La Liga no acaba ma?ana [hoy]. Auguro un partido muy abierto". Guardiola parece dar m¨¢s trascendencia al encuentro que el entrenador del Madrid: "No ganas el cl¨¢sico si no lo juegas como una final, as¨ª que no vamos a esperar a que pasen cosas sino que queremos ser protagonistas, procurar que sucedan. Quiero que al final del encuentro los aficionados hayan reconocido a nuestro equipo. Aunque el marcador del a?o pasado es irrepetible, intuyo que va a ser un partido chulo, habr¨¢ goles y la gente se lo pasar¨¢ bien. El Madrid es un equipo impresionante, comprado, hecho y creado para competir al m¨¢ximo en todo".

Ausentes por lesi¨®n Abidal e Ibrahimovic, autor del gol del Camp Nou, la duda de Guardiola est¨¢ en el ala izquierda del ataque mientras Messi barrer¨¢ el frente de ataque. La posici¨®n del argentino puede condicionar la formaci¨®n de Pellegrini, que podr¨ªa sacrificar a Granero para dar entrada a Marcelo como centrocampista despu¨¦s que se haya confirmado la baja de Kaka. A pesar de que Ibrahimovic concede muchas salidas, variantes y profundidad, las bajas no parecen limitar las aspiraciones de los dos equipos ni su mec¨¢nica de juego. Las listas de convocados refuerzan la jerarqu¨ªa de Messi y Cristiano Ronaldo, s¨ªmbolos de ambos equipos, figuras sin duda del cl¨¢sico.

Messi suma 16 goles en los ¨²ltimos 10 partidos y tiene m¨¢s participaci¨®n en el juego que Ronaldo. Un estudio de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de A Coru?a establece que m¨¢s del 80% de las jugadas del Bar?a pasan por Messi. A bal¨®n parado, en cambio, el portugu¨¦s no admite comparaci¨®n: conduce menos que el argentino y le pega m¨¢s y mejor al bal¨®n.

Ambos representan perfectamente la manera de jugar a f¨²bol de sus respectivos equipos. El Madrid practica la percusi¨®n, es un tambor, vertiginoso en el contragolpe, llegador y un implacable rematador. Tiene ¨¦pica y furia. Los azulgrana son un equipo de cuerda, propiamente de violines, m¨¢s pendientes del juego que del tiro. A veces son tan est¨¦ticos que incluso se tornan amanerados, como ocurri¨® por ejemplo en Londres ante el Arsenal.

Los barcelonistas han recuperado las mejores sensaciones en los cuartos de final de la Copa de Europa de la misma manera que los madridistas han ganado los 15 partidos que han disputado en el estadio Bernab¨¦u. Al Madrid le pesa, sin embargo, su eliminaci¨®n contra el Olympique de Lyon en la Champions, una cierta fatalidad a la hora de afrontar los partidos de palabras mayores. A los barcelonistas por contra no se les recuerda ni un gatillazo en una final. Incluso su eliminaci¨®n de la Copa del Rey se produjo despu¨¦s de ganar en Sevilla por 0-1.

Juega siempre el Barcelona al ataque, con un juego control, mientras el Madrid act¨²a a la carga, siempre desafiante con sus oleadas y embestidas. Los n¨²meros aseguran precisamente que el Madrid es mejor ofensivamente (83 goles frente a 75) y el Barcelona se impone defensivamente (19 contra 26 goles). Higua¨ªn, que suma dos tantos menos que Messi (24-26), se presenta como un futbolista indetectable para las zagas m¨¢s firmes, el mejor de los colaboradores de Ronaldo. A Messi le faltan socios de cara a porter¨ªa por la escasa munici¨®n de la segunda l¨ªnea y la poca aportaci¨®n de Henry, paliada por el buen hacer de Pedro. Los recursos azulgrana parecen ser infinitos pese a que su plantilla es corta si se la compara con las de los mejores equipos continentales.

La estad¨ªstica asegura, por lo dem¨¢s, que el Barcelona nunca ha ganado dos veces consecutivas en Chamart¨ªn. El actual campeonato, en cambio, recuerda al disputado en la temporada 1959-1960, y entonces se impusieron los azulgrana por la diferencia de goles. La progresi¨®n de unos y otros anuncia la posibilidad de batir los r¨¦cords de puntos y goles del campeonato. As¨ª las cosas, el partido de hoy se presenta como la sinopsis de la Liga, circunstancia que ha provocado una m¨¢xima expectaci¨®n internacional. El cl¨¢sico se anuncia como el partido definitivo para se?alar al campe¨®n.