Netanyahu reh¨²ye a Obama y no ir¨¢ a la cumbre nuclear de Washington
El primer ministro israel¨ª evita la presi¨®n de EE UU sobre el conflicto palestino
Las relaciones entre Estados Unidos e Israel parecen sometidas ¨²ltimamente a la ley de Murphy: si algo puede ir mal, va mal, y si puede empeorar, empeora. El anuncio de que Benjamin Netanyahu no acudir¨¢ el lunes a la cumbre de Washington sobre seguridad nuclear coloca un nuevo eslab¨®n en la cadena de desentendimientos que rodea ¨²ltimamente a ambos gobiernos, estrechamente aliados en lo militar pero cada vez m¨¢s distantes en lo pol¨ªtico. La cuesti¨®n palestina, sobre la que Barack Obama exige concesiones, ha pesado decisivamente en la cancelaci¨®n del viaje.
Netanyahu hab¨ªa asegurado que viajar¨ªa a Washington, despu¨¦s de recibir garant¨ªas de que Estados Unidos no sacar¨ªa a colaci¨®n el asunto del arsenal nuclear israel¨ª. Israel posee armas at¨®micas, al menos unas cuantas docenas de cabezas, quiz¨¢ hasta 200, pero nunca lo ha reconocido y no ha firmado el Tratado de No Proliferaci¨®n (TNP). Esa ambig¨¹edad ha sido tradicionalmente tolerada por sus aliados occidentales. Netanyahu incluso se permiti¨® un poco de pavoneo el jueves por la ma?ana: "La cumbre trata de seguridad, y no creo que nadie piense que Israel es un Estado terrorista. Cualquiera reconoce un r¨¦gimen terrorista cuando ve uno, y, cr¨¦anme, se ven bastantes alrededor de Israel".
Pero Turqu¨ªa anticip¨® horas m¨¢s tarde que deseaba introducir en los debates de la cumbre la cuesti¨®n de las bombas israel¨ªes, y Netanyahu renunci¨® al viaje, delegando en el viceprimer ministro Dan Meridor.
Las intenciones turcas no habr¨ªan espantado a Netanyahu en condiciones normales. Se puede dudar sobre su solidez ideol¨®gica, pero no sobre su capacidad dial¨¦ctica. Tanto en Jerusal¨¦n como en Washington se interpreta que Turqu¨ªa ha facilitado al primer ministro israel¨ª una buena excusa para no volver a EE UU, donde el mes pasado recibi¨® un trato g¨¦lido por parte de Obama.
Netanyahu manten¨ªa una excelente relaci¨®n personal con George W. Bush. Con Obama, por el contrario, la comunicaci¨®n es mala. Eso tendr¨ªa escasa importancia si Obama no se hubiera empe?ado en insuflar un poco de vida al comatoso plan de paz para Oriente Pr¨®ximo. La Casa Blanca no se conforma con que Israel no construya nuevas colonias en territorio cisjordano (todos los proyectos est¨¢n congelados hasta septiembre), sino que exige adem¨¢s que dejen de crecer los barrios israel¨ªes en Jerusal¨¦n Este. Durante la visita del vicepresidente Joe Biden a Jerusal¨¦n, a principios de marzo, el Gobierno de Netanyahu cometi¨® la torpeza de anunciar nuevas obras en el sector palestino de la ciudad. Hubo bronca entre Biden y Netanyahu, y desde entonces las cosas han ido de mal en peor.
A finales de marzo, Netanyahu acudi¨® a la Casa Blanca. Pero Obama no quiso fotografiarse con ¨¦l y tras una conversaci¨®n en la que el israel¨ª no cedi¨® en nada, el presidente de los Estados Unidos se fue a cenar con su familia y le dej¨® plantado. Obama reclama "gestos" por parte de Israel, empezando por la congelaci¨®n total de las colonias, para atraer a la Autoridad Nacional Palestina a una nueva ronda de negociaciones encaminadas a la creaci¨®n de un Estado palestino. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha planteado a su vez a Netanyahu condiciones adicionales, que incluyen la retirada de tropas israel¨ªes de los territorios ocupados y la liberaci¨®n de algunos prisioneros.
Netanyahu, por el momento, no ha dado respuesta. Y le habr¨ªa resultado muy inc¨®modo repetir el papel¨®n del anterior viaje. El primer ministro israel¨ª considera que EE UU est¨¢ avasallando la soberan¨ªa de su pa¨ªs y poniendo en peligro su seguridad, justo cuando Ir¨¢n prosigue con su programa nuclear y la ret¨®rica iran¨ª acerca de la destrucci¨®n de Israel alcanza l¨ªmites grotescos.
Pero pesan, sobre todo, las limitaciones pol¨ªticas dom¨¦sticas. La coalici¨®n ultraconservadora con la que gobierna Netanyahu no acepta ninguna cesi¨®n; al contrario, bastantes ministros proclaman que Israel llega hasta el Jord¨¢n y que el ¨²nico futuro de los palestinos consiste en largarse. Los rumores acerca del deseo de Obama de favorecer una nueva coalici¨®n de gobierno en Jerusal¨¦n, basada en una alianza del Likud de Netanyahu con los moderados de Kadima (el mayor partido en el Parlamento), agudizan el malestar del primer ministro.
La suspensi¨®n del viaje de Netanyahu a EE UU ha tenido como efecto colateral la cancelaci¨®n de su visita a Madrid, donde ten¨ªa previsto almorzar el pr¨®ximo d¨ªa 15 con el presidente espa?ol Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, informa Miguel Gonz¨¢lez. El Gabinete de Netanyahu comunic¨® ayer a La Moncloa que la visita -una escala de pocas horas a su regreso de Washington- quedaba suspendida. Ambas partes se comprometieron a buscar una nueva fecha, que Espa?a quisiera previa a la cumbre euromediterr¨¢nea de Barcelona, prevista para el 7 de junio.
La visita de Netanyahu a Espa?a, la primera desde su retorno al poder hace un a?o, deb¨ªa suceder a la que el ministro de Defensa, Ehud Barak, hizo en marzo y preceder a la del titular de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, a finales de este mes.
Pa¨ªses al margen
- Fuera del tratado. Junto a India, Pakist¨¢n y Corea del Norte, Israel es uno de los cuatro pa¨ªses que no han suscrito el Tratado de no Proliferaci¨®n Nuclear. Corea del Norte, que lo hab¨ªa firmado, renunci¨® en 2003. Ir¨¢n firm¨® el tratado, pero su programa nuclear est¨¢ cuestionado por no cumplir con sus obligaciones.
- Potencia at¨®mica. Israel est¨¢ considerado el ¨²nico pa¨ªs de Oriente Pr¨®ximo que posee armamento nuclear, aunque nunca lo ha confirmado ni negado.
- El arsenal. Se calcula que Israel posee entre 80 y 200 cabezas nucleares.
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