La cumbre de Washington pretende eliminar los riesgos de ataque nuclear

La ciudad de Washington acoge hoy la mayor cumbre de su historia y Barack Obama emprende uno de los objetivos m¨¢s ambiciosos de su presidencia: eliminar el riesgo de un ataque nuclear. L¨ªderes o altos representantes de 47 pa¨ªses se re¨²nen durante dos d¨ªas para detener el tr¨¢fico de material at¨®mico y poner bajo control todo el uranio enriquecido y plutonio que existe en el mundo.

Los expertos afirman que s¨®lo se requieren 25 kilos de uranio enriquecido para fabricar un artefacto nuclear. Hay actualmente alrededor de 1.600.000 kilos de ese producto diseminados en m¨¢s de 40 pa¨ªses. Algunos c¨¢lculos m¨¢s alarmantes apuntan a que, considerando el uranio del que no se tiene oficialmente noticia, se dispone de suficiente material nuclear sobre el planeta como para fabricar m¨¢s de 100.000 bombas at¨®micas.

S¨®lo se requieren 25 kilos de uranio enriquecido para armar una bomba

Gran parte de ese material est¨¢ guardado en instalaciones militares en algunas de las cinco mayores potencias nucleares -Rusia, Estados Unidos, Francia, China y el Reino Unido, por este orden, seg¨²n el n¨²mero de cabezas nucleares con el que cuentan-. Pero otra parte est¨¢ repartida en pa¨ªses inmersos en conflictos regionales -Israel, Pakist¨¢n e India- o en otros que enriquecen uranio ¨²nicamente para su uso como energ¨ªa. Incluso en los pa¨ªses en los que no existe ninguna sospecha sobre el uso de ese material por parte de sus gobiernos, siempre queda el riesgo de un robo en sus instalaciones civiles, a veces no suficientemente protegidas.

"El peligro de una guerra nuclear ha decrecido, pero el peligro de un ataque nuclear ha aumentado considerablemente", dijo Obama hace un a?o en Praga, punto de salida de su odisea por un mundo sin armas nucleares.

Esa meta est¨¢ lejana a¨²n, pero mientras tanto hay que dar los pasos para al menos atenuar el riesgo al que se enfrenta la humanidad. La firma reciente de un nuevo tratado entre Rusia y EE UU para destruir una tercera parte de sus arsenales nucleares es uno de esos pasos. La conferencia que hoy se inaugura aqu¨ª, oficialmente denominada Cumbre sobre Seguridad Nuclear, es otro no menos importante.

Los participantes se comprometer¨¢n con un plan de trabajo para poner en condiciones seguras y bajo control internacional todo el material nuclear existente en un plazo de cuatro a?os. Algunos pa¨ªses har¨¢n concesiones unilaterales para reducir el volumen total de ese material. Chile anunciar¨¢ que sus ¨²ltimos 28 kilos de uranio enriquecido han sido ya trasladados a dep¨®sitos seguros en EE UU. Canad¨¢ y Ucrania se comprometer¨¢n a cambiar sus plantas con reactores de uranio altamente enriquecido (el que se requiere para las bombas at¨®micas) a otras de uranio de bajo enriquecimiento. Rusia y EE UU, probablemente, detallar¨¢n planes sobre qu¨¦ hacer con el plutonio sobrante de las armas eliminadas.

Todo eso no garantiza que dentro de cuatro a?os el peligro de un ataque nuclear por parte de un grupo terrorista o un gobierno haya desaparecido. En primer lugar, est¨¢n ausentes de la cumbre algunos de los pa¨ªses de los que se sospecha que est¨¢n desarrollando programas nucleares, como Ir¨¢n, Corea del Norte y Siria. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, cancel¨® su participaci¨®n en esta conferencia, dejando en el aire la duda sobre si se siente personalmente involucrado en sus objetivos.

Uno de los ausentes, Corea del Norte, ya ha hecho ensayos de misiles que han provocado una gran inquietud entre sus vecinos asi¨¢ticos. El resto de los pa¨ªses que no participan est¨¢n implicados en la explosiva crisis de Oriente Pr¨®ximo, donde parece evidente el desarrollo de una carrera nuclear.

La amenaza no se reduce a los Estados. Organizaciones terroristas como Al Qaeda han dejado clara su intenci¨®n de utilizar todos los medios a su alcance para destruir a sus enemigos. A su alcance podr¨ªa estar parte del material nuclear que existe en el mundo. Las antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas, por ejemplo, conservaron tras su independencia las reservas nucleares instaladas en su territorio. Un acuerdo con EE UU en 1991 consigui¨® eliminar o poner bajo control gran parte de ese material. Pero a¨²n queda una porci¨®n, quiz¨¢ m¨¢s de 10%, en condiciones que los expertos consideran incontroladas.

Tambi¨¦n en los pa¨ªses occidentales es necesario reforzar las medidas de seguridad, muy abandonadas en los ¨²ltimos a?os. El Reino Unido ha pedido al Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica una inspecci¨®n de sus instalaciones por si fuera necesaria alguna mejora. Obama ha solicitado al Congreso 3.100 millones de d¨®lares para ayudar a los pa¨ªses que necesiten recursos para mejorar su seguridad nuclear.

"La parte m¨¢s dif¨ªcil de construir una bomba at¨®mica es obtener el material necesario", ha advertido el secretario norteamericano de Energ¨ªa, el premio Nobel de f¨ªsica Steven Chu, "por eso es esencial mantenerlo bajo estricta custodia".