Una linterna de dos mil a?os
Neocl¨¢sica por fuera y romana por dentro, la coru?esa Torre de H¨¦rcules invita a subir sus 234 pelda?os
La Torre de H¨¦rcules est¨¢ de enhorabuena. Y con ella, la ciudad a la que identifica. El a?o pasado A Coru?a vivi¨® como un subid¨®n colectivo la declaraci¨®n de su faro -el m¨¢s antiguo del mundo en activo- como patrimonio mundial de la Unesco. Este edificio ic¨®nico es el cuarto monumento gallego con esta distinci¨®n, precedido, entre otros, por el Camino de Santiago (1993). Quien recorra este A?o Xacobeo el Camino Ingl¨¦s desde A Coru?a debe aprovechar para conocer, de paso, la atalaya herculina.
Envuelta en una aureola de misterio, su entrada en la categor¨ªa de los mitos se atribuye a uno de los 12 trabajos a los que fue condenado H¨¦rcules, personificaci¨®n griega de la fuerza: robar el ganado de Geri¨®n. Tras matar al gigante, orden¨® levantar una torre conmemorativa.
Jos¨¦ Mar¨ªa Bello, director del Museo Arqueol¨®gico e Hist¨®rico de A Coru?a y codirector de las ¨²ltimas excavaciones, data la torre entre los emperadores Claudio y Vespasiano (siglo I despu¨¦s de Cristo). "La circunstancia de tener legiones desplegadas en Britania exig¨ªa alimentos primordiales en la dieta romana, como era el aceite de oliva", explica. "Para ello se alent¨® esta linterna en el ¨²ltimo puerto civilizado antes de emprender la traves¨ªa rumbo a tierras b¨¢rbaras".
Exteriormente, la torre llama a enga?o. Hay coru?eses que todav¨ªa no se creen que el faro tenga 2.000 a?os. La raz¨®n: lo que vemos erguido sobre una loma de 57 metros desde la que se prolonga la punta de Eir¨¢s es el envoltorio neocl¨¢sico finalizado por Eustaquio Giannini en 1791. Sin embargo, por dentro, salvo la escalera y la c¨²pula, la torre mantiene su f¨¢brica romana.
La ascensi¨®n tur¨ªstico-gimn¨¢stica a la Torre de H¨¦rcules requiere buen calzado y mejor abrigo. Es, junto al de Chipiona, el ¨²nico faro en Espa?a al que puede subir el p¨²blico. En el aparcamiento nos espera Caronte, una estatua a lo Botero de Ram¨®n Conde. Es la primera de las 21 esculturas dispersas en el parque que rodea la torre. Luego aparece Breog¨¢n, padre mitol¨®gico del pobo galego, obra de Jos¨¦ Cid. Subiendo por una rampa de las que no admite tacones, nos topamos con un Carlos III modelado por Pablo Serrano.
La torre imponente
En la fachada de la imponente mole se puede ver un trazo que trepa en espiral toda la torre. Es un s¨²til relieve en la piedra que evoca la rampa que en tiempos romanos rodeaba el faro. Las caballer¨ªas usaban esta plataforma exenta para subir la le?a que alimentaban el fuego del faro. Gr¨¢ficamente, la escena se reproduce en las puertas labradas en bronce por Francisco Leiro.
Seg¨²n todos los expertos, la inscripci¨®n situada en un caset¨®n exterior es la firma del arquitecto de la obra, Cayo Servio Lupo. Pese al zarpazo del tiempo, Roma sigue presente con su luminosa manera de disponer trabadamente los sillares, la cal y la arena en la cimentaci¨®n sobre roca viva. Antes de entrar en el yacimiento bien iluminado, los incontinentes deber¨ªan pasar por los aseos.
La subida por las entra?as tiene, seg¨²n el escritor Manuel Rivas, "una densidad de odre marino". Los tres pisos abovedados, plenamente romanos, fueron horadados en 1682 para tender la escalera cuadrangular, reestructurada a finales del siglo XVIII.
Al subir por la escalinata, lo que uno hace en realidad es un ascenso por paramentos con dos milenios de antig¨¹edad. Un portento. Primero, los muros de sillarejo, y seguidamente, casi toc¨¢ndolo con los dedos, la techumbre de hormig¨®n romano. En un rasgo de modernidad que a¨²n hoy deja a los arque¨®logos boquiabiertos, Giannini coloc¨® piedras negras se?alando la impronta neocl¨¢sica. La parte dieciochesca se prolonga por una escalera de caracol que c¨®moda, lo que se dice c¨®moda, no es, y en la que suelen registrarse embotellamientos. Tras cubrir los 234 escalones a pie, en la terraza se escuchan loas y paneg¨ªricos al ascensor.
A 106 metros de altura se comprende la posici¨®n estrat¨¦gica del Magnus Portus Artabrorum (Gran Puerto de los ?rtabros). Confluyen, como los dedos de una mano, las r¨ªas de A Coru?a, Ferrol, Ares y Betanzos; en el suelo se ven representadas las siete naciones celtas en la Rosa de los Vientos, de Correa Corredoira; a poniente, el archipi¨¦lago de las Sisargas. Bordeando la base llega el momento de impregnarse la retina de un paisaje costero atl¨¢ntico que la declaraci¨®n como patrimonio mundial no ha hecho sino preservar con mayor celo.
Percebes de calidad
De los islotes El Boi y La Vaca, casi permanentemente cubiertos por espumeros y rociones, se dice que guardan percebes de igual o mejor calidad que los del cabo Roncudo. La Caracola, de Moncho Amigo, coincide con punta Herminia, donde naufrag¨® el Aegean Sea en 1992. Una amplia variedad de plantas embalsama el aire: hinojos, tojos, cardos, tambi¨¦n la hierba de enamorar, tan caracter¨ªstica de los acantilados galaicos, en v¨ªas de extinci¨®n. A veces aparecen oteadores de aves a la busca de ostreros y vuelvepiedras.
Otro aliciente, con esa cualidad universal que poseen los faros, consiste en esperar el crep¨²sculo ojo avizor al encendido de la ¨®ptica, momento m¨¢gico y silente quebrado por el rumor de las olas. Proyectado sobre la l¨ªnea del horizonte, da inicio la secuencia de cuatro destellos cada 20 segundos. Al tiempo, la rampa se ilumina cual pista de aterrizaje. ?Ser¨¢ cierto, como dicen, que la torre es punto de referencia para ovnis?
Gu¨ªa
Visitas
Torre de H¨¦rcules (981 22 37 30). De 10.00 a 18.45; hasta las 20.45 en verano (viernes y s¨¢bados, hasta las 23.45). 2,50 euros (gratis los lunes).
Dormir y comer
Eurostars Ciudad de La Coru?a (981 21 21 00; www.hotelciudaddelacoruna.com). Juan Sebasti¨¢n Elcano, 13. Cuatro estrellas, a 700 metros del faro. Doble con desayuno, entre 77 y 107 euros.
Marisquer¨ªa Suso I (981 20 00 69; ?ngel Rebollo, 50). A medio kil¨®metro de la torre. Parrillada de marisco para dos personas, 58 euros.
Informaci¨®n
Oficina de turismo de A Coru?a (981 92 30 93; www.turismocoruna.com). www.coruna.es.
Oficina de turismo de Galicia (981 22 18 22; www.turgalicia.es).
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