"Llevar el 'burka' es mi libertad"
Una mujer francesa, que utiliza voluntariamente el 'niqab', defiende el derecho a hacerlo frente al proyecto gubernamental de prohibir esta prenda en lugares p¨²blicos
La mujer con burka llega a la cita al volante de un Renault Clio y saluda con una mano antes de aparcar. Despu¨¦s se baja del coche, se cambia de mano el iPhone y vuelve a saludar. Se dir¨ªa que sonr¨ªe pero qui¨¦n sabe. Luego, Kenza Drider, de 31 a?os, habladora, simp¨¢tica, decidida, no muy alta, de ojos marrones, ense?a su casa: una vivienda modesta de unos 65 metros en las afueras de Avi?¨®n, con algunos cuadros de inspiraci¨®n isl¨¢mica en las paredes (no demasiados) y una disposici¨®n de los sof¨¢s del sal¨®n que recuerda a las de Marruecos. Drider es una de esas mujeres (algunos hablan de 300, otros de 2.000) de las que todo el mundo habla en Francia por salir a la calle con una ropa que les tapa la cara. Nicolas Sarkozy ha prometido una ley que les proh¨ªba vestir as¨ª. En puridad, ella no lleva un burka, que tapa todo el rostro, sino un niqab, que le deja los ojos al aire. Pero para abreviar y por cierto sentido pr¨¢ctico, ella tambi¨¦n habla de burka. Est¨¢ deseando explicarse. Testific¨® hace meses en la Asamblea Nacional francesa, en la comisi¨®n especial parlamentaria sobre el velo integral, tras enterarse en televisi¨®n del proyecto de prohibici¨®n. Naci¨® en Francia. Estudi¨® tres cursos de Derecho. Cada vez que sale a la calle, o llama a la puerta un vecino, un extra?o o el cartero, se pone el velo negro. Lo lleva haciendo 13 a?os.
"?Tambi¨¦n van a prohib¨ªrselo a las princesas saud¨ªes que pasean por Par¨ªs?" "Mi decisi¨®n sorprendi¨® a mi marido y enfad¨® a mis padres"
Pregunta. ?Por qu¨¦ viste as¨ª?
Respuesta. Por convicci¨®n religiosa.
P. Pero no es una obligaci¨®n religiosa...
R. Es una elecci¨®n personal.
P. ?Qu¨¦ impulso concreto le llev¨® a pon¨¦rselo un d¨ªa?
R. Todos estamos en b¨²squeda de algo. Yo, a veces, me he dicho que pod¨ªa haber ido por otra lado, haber elegido ponerme un tatuaje, o un piercing, pero le¨ª libros sobre el islam, sobre la libertad de las mujeres, sobre las mujeres del profeta. Admiro mucho a esas mujeres: estaban emancipadas, eran feministas, y vest¨ªan as¨ª. Lo hago por acercarme a ellas. No es algo humillante, ni formo parte de una secta. Tal vez pueda darse el caso. Pero no es el m¨ªo. Es como si yo fuera fan de Britney Spears, me vestir¨ªa como ella, ir¨ªa como ella por la calle. Hay quienes son g¨®ticos, o moteros... Nosotras queremos que nos dejen en paz
P. ?Antes del burka, c¨®mo vest¨ªa?
R. Llev¨¦ el pa?uelo en la cabeza durante un a?o. Antes, nada.
P. ?Y su vida cambi¨® mucho? ?Va a restaurantes, por ejemplo?
R. S¨ª, claro. Elijo un sitio apartado, en una esquina, me levanto el velo y como. Juego al f¨²tbol, al tenis, conduzco, voy con mis hijos al mar o al Parque de Atracciones, hago muchas cosas...
P. ?Y qu¨¦ es lo que no puede hacer?
R. Ir a la piscina con mis hijos, porque no hay piscina reservada a las mujeres.
P. ?Sus hijos se extra?an de verla as¨ª?
R. Tengo tres hijas, de 12, 10 y ocho a?os y un hijo de nueve. Y no se extra?an, porque cuando fueron creciendo les expliqu¨¦ que era una elecci¨®n libre y personal. Y que ellos podr¨¢n hacer lo que quieran. La mayor est¨¢ en plena crisis de adolescencia. Pero voy a su colegio, salgo con ella, al teatro, y no se molesta: al contrario: est¨¢ orgullosa. Sabe que libro un combate por mi libertad.
P. Y su marido, ?qu¨¦ piensa?
R. Decid¨ª ponerme el burka cuando llev¨¢bamos dos a?os casados. Se extra?¨®. Compr¨¦ el velo a escondidas y una ma?ana, cuando ¨ªbamos al supermercado a comprar, de repente me lo puse. ?l me pregunt¨® que si iba a ir con eso a la calle y le respond¨ª que s¨ª. Y acept¨®. Si a ¨¦l no le hubiera parecido bien, pues tal vez no me lo habr¨ªa puesto. Pero ¨¦l vio que me sent¨ªa bien, mucho m¨¢s realizada. Mi marido es alguien muy abierto, no es un musulm¨¢n terrorista que mantiene prisionera a su mujer. Mis padres se enfadaron. Pero luego lo comprendieron. Vieron que no cambi¨¦. Nadie cambia por llevar un burka.
P. ?Qu¨¦ har¨¢ si entra en vigor una ley que proh¨ªbe vestir as¨ª?
R. La denunciar¨¦ al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En Francia no se puede prohibir que alguien vista como quiera.
P. Los defensores de la ley consideran que el burka atenta contra la dignidad de la mujer
R. Son ellos los que lo dicen. Mi dignidad y mi libertad consisten en llevarlo.
P. ?As¨ª que usted no respetar¨¢ esa ley?
R. No. Seguir¨¦ saliendo a la calle as¨ª.
P: ?Incluso si le multan con 750 euros?
R. No los pagar¨¦. Los recurrir¨¦. Cuando declar¨¦ en la Asamblea Nacional les pregunt¨¦ a los diputados si tambi¨¦n van a prohibir el burka a las mujeres de los pr¨ªncipes saud¨ªes que se pasean por los Campos El¨ªseos, si las van a multar o si las van a echar del pa¨ªs. ?O es que hace falta ser rico para llevar burka ahora?
P. ?Conoce a otras mujeres con el niqab en Avi?on?
R. Hay dos. Pero no personalmente. S¨¦ que llevan el velo por elecci¨®n, pero viven m¨¢s encerradas. Tal vez no tengan una libertad para hablar como la m¨ªa.
P. Puede que usted no sea muy representativa...
R. Eso dijeron los diputados de la Asamblea Nacional: usted no es muy representativa.
P. Y puede que otras mujeres s¨ª que sientan herida su dignidad si se les obliga..
R. Hasta ahora, no ha habido ninguna mujer que haya ido a la comisar¨ªa a denunciar a su marido por obligarla a llevar el burka. Si hubiera nacido la pol¨¦mica por ah¨ª, yo lo comprender¨ªa. Pero todo esto empez¨® porque a ciertos pol¨ªticos no les gusta ver que hay mujeres que visten as¨ª.
P. Los defensores de la ley tambi¨¦n apelan a que ir por la calle con el rostro tapado es una cuesti¨®n de seguridad...
R. Yo llevo once a?os as¨ª y nunca he tenido ning¨²n problema. Si voy a correos, o al banco, o al Ayuntamiento, pues me identifico y ense?o el rostro. Tambi¨¦n si me lo pide un polic¨ªa si estoy conduciendo. Es l¨®gico. No somos las mujeres con burka las que cometen atentados o queman coches. Es una cuesti¨®n religiosa, el Estado dice que no, pero s¨ª lo es, y no puede meterse en eso.
P. ?Ha tenido problemas desde que empez¨® la pol¨¦mica?
R. Me han agredido dos veces. E insultado varias. Me dicen "sucia musulmana" y "vete a tu pa¨ªs", no "Qu¨ªtate el velo". Pero mi pa¨ªs es Francia
P. ?Lo va a llevar siempre?
R. Nadie puede saberlo. Ahora quiero llevarlo, y luchar¨¦ por hacerlo.
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