PR17, el chico ejemplar para Guardiola
Pedro, hijo de un obrero canario que hace dos a?os jugaba en campos de tierra, se ha ganado el respeto de todo el vestuario
Presion¨® en la salida de bal¨®n a Arbeloa, Albiol, Garay y tambi¨¦n a Sergio Ramos; se peg¨® con Xabi Alonso, Van der Vaart y Gago, y se faj¨® con Cristiano. A Pedro Rodr¨ªguez, o sea PR17, es decir la ant¨ªtesis de CR9 [Cristiano Ronaldo], no se le caen los anillos, quiz¨¢ porque de ni?o le ense?aron los valores que emanan de la humildad y el esfuerzo, los mismos que recuerda a diario Pep Guardiola en el vestuario de la Ciudad Deportiva, usando a Pedro, su Pedrito, como ejemplo frente a los egos desbocados. Si Guardiola tiene una idea de equipo, Pedro le pone la cara. El Komando Pedrito, pe?a no oficial creada en su honor, remite precisamente en sus estatutos fundacionales a esos valores: solidaridad, esfuerzo, trabajo, eficacia...
"Mis padres no pudieron venir, ten¨ªan trabajo", dijo tras su ¨¦xito en Chamart¨ªn
A Pedro le conoci¨® Guardiola hace tres a?os, tan pronto fue nombrado entrenador del filial, y desde entonces nunca se han abandonado en el camino. Guardiola supo de ¨¦l por un informe que llevaba el aval de los responsables del f¨²tbol base azulgrana. Advert¨ªan de la existencia de un extremo, al que recomendaban devolver a Tenerife despu¨¦s de dos a?os en las divisiones inferiores de la entidad porque no daba el nivel en la cancha. Guardiola, sin embargo, le dio cancha en cuanto supo de qu¨¦ jugaba. El esfuerzo de Pedro hizo el resto.
Jornalero del futbol, Pedro se gan¨® el derecho a subir al vestuario profesional y, a partir de ah¨ª, la opci¨®n de convertirse en leyenda. Pedro meti¨® un gol en las semifinales del Mundial de Clubes, en Abu Dabhi, que le convert¨ªo en el primer futbolista del mundo en marcar en seis competiciones diferentes el mismo a?o. A saber: Liga y Copa del Rey antes de junio y a partir de agosto, pim pam, pim-pam, al Athletic en la Supercopa de Espa?a, al Shakhtar Donetz en la de Europa, y en la Champions. El curso pasado cont¨® 14 tantos y lleva 18 desde que comenz¨® su segunda temporada con el primer equipo azulgrana.
El ¨²ltimo verano, a Pedro le llovieron las ofertas -"por nadie recibimos m¨¢s llamadas que por Pedro", explica de vez en cuando Txiki Begiristain- pero ninguna la utiliz¨® para forzar una mejora der contrato. "No ha pedido nada, siempre ha dado por bueno lo que le hemos ofrecido", explican en los servicios t¨¦cnicos. Durante todo este tiempo, no ha aparecido nadie que hable mal de Pedro, seguramente porque, como recuerdan en el camerino del primer equipo, "nadie le ha escuchado jam¨¢s quejarse de nada". Ni siquiera cuando el a?o pasado le mandaban al filial despu¨¦s de haberse pasado la semana trabajando con el primer equipo. "Fui injusto, seguro, pero no s¨®lo no me puso mala cara y no se quej¨®; jug¨®, meti¨® un gol y el lunes volvi¨® tan feliz", le ha reconocido Guardiola.
El padre de Pedro trabaja de gasolinero en un ¨¢rea de servicio del sur de Tenerife que ¨¦l mismo construy¨®, ladrillo a ladrillo, con la misma ilusi¨®n que un d¨ªa levant¨® la casa en Los Abades, donde creci¨® Pedro.
En el Bernab¨¦u, Pedro demostr¨® que hay compromisos que no se compran con dinero. "Tiene m¨¦rito. Hace 19 meses estaba jugando en Cass¨¤ de la Selva", le reconoci¨® Guardiola. Mientras el Bernab¨¦u buscaba a Messi, Pedro apareci¨® para defender y atacar y al tiempo sentenciar el cl¨¢sico. Convertido en icono del pueblo, Pedro Rodr¨ªguez se puso el mono entre estrellas y les sac¨® a todos los colores. Curr¨® como lo que es, el hijo de un obrero y una trabajadora del hogar, nunca le gir¨® la cara al esfuerzo. "Mis padres no pudieron venir, ten¨ªan trabajo" explic¨® despu¨¦s, tras expresar lo que signific¨® para ¨¦l jugar con en el Bar?a y meter un gol en Chamart¨ªn. "No sab¨ªa ni c¨®mo celebrarlo", dijo. "Tenemos que empezar a hablar de forma muy seria de este futbolista. Para nosotros es vital, fundamental. Ya es uno de los grandes del equipo, supera siempre todas las expectativas. Pedro es el ejemplo", concret¨® Guardiola, rendido al canario.
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