Polonia entierra sus diferencias para honrar al presidente muerto
El Gobierno de Varsovia apuntala la estabilidad de las instituciones descabezadas - Miles de ciudadanos muestran su dolor en las calles
El mundo parec¨ªa pararse ayer en Polonia, cuando miles de ciudadanos se agolparon en las iglesias y plazas de todo el pa¨ªs para recordar a las 96 v¨ªctimas del accidente a¨¦reo del s¨¢bado en Smolensk (oeste de Rusia), que acab¨® con la vida del presidente, Lech Kaczynski, y de altos cargos pol¨ªticos y militares. Era una multitud callada, atronadoramente silenciosa y dolida. Pero todas las instituciones afectadas por las muertes iniciaron los relevos, en una gran exhibici¨®n de normalidad democr¨¢tica ante una de las mayores tragedias de su reciente historia.
Aunque Lech Kaczynski provoc¨® en vida m¨¢s de una divisi¨®n en la opini¨®n p¨²blica por su agenda ultraconservadora, religiosa y nacionalista, su muerte en una de las peores tragedias desde el fin de la II Guerra Mundial, ha conseguido unir a los polacos. "Todos, de derechas e izquierdas, lloramos su muerte. Espero que sirva para la reconciliaci¨®n y que el debate pol¨ªtico sea a partir de ahora menos crispado", afirmaba Agnieszka Betlejewska, de 34 a?os, frente al palacio presidencial. No era posible caminar. La entrada del edificio, en la Ciudad Vieja de la capital, segu¨ªa abarrotada de gente y cubierta de velas, flores, banderas y crucifijos desde que se conoci¨® la noticia. La ¨²nica salida era dejarse llevar por la marea humana.
Los analistas creen que el accidente puede provocar un vuelco electoral
"No esperamos fallos pol¨ªticos o de econom¨ªa", dice un asesor del Ejecutivo
No se viv¨ªa nada igual en Varsovia desde la muerte de Juan Pablo II, hace cinco a?os. Los dos minutos de silencio a mediod¨ªa, marcados por el redoblar de campa?as y sirenas, arrancaron muchas l¨¢grimas. "No puedo ni hablar, conoc¨ªa a varias de las v¨ªctimas", se justificaba una mujer de mediana edad, petrificada ante unas velas.
"Ha sido nuestro mejor presidente y no habr¨¢ otro como ¨¦l; es una gran injusticia", aseguraba entre sollozos Helena Dworakowska, de 73 a?os, que cuanto m¨¢s hablaba, m¨¢s se emocionaba. "?Ahora ya no tengo a quien votar!", se lamentaba sin miedo a mostrar su inclinaci¨®n hacia las ideas del partido de Kaczynski, Ley y Justicia (derecha ultraconservadora), que pese al entusiasmo de Dworakowska hace tiempo que no levanta cabeza en las encuestas.
Robert Gajewski, de 35 a?os, votante del partido rival, la Plataforma C¨ªvica (derecha liberal) del primer ministro Donald Tusk, tambi¨¦n destacaba la magnitud de la tragedia: "Pens¨¦ que era una broma, a¨²n no me lo creo, estamos todos conmocionados". ?l era uno de los miles de creyentes que, en la muy cat¨®lica Polonia, asistieron por la tarde a una multitudinaria misa al aire libre en el barrio de Wola. Horas despu¨¦s, el ata¨²d con los restos de Kaczynski, cubierto con la bandera blanca y roja polaca, fue trasladado por las calles principales de la ciudad hasta el palacio presidencial.
El Gobierno quiso lanzar un mensaje de tranquilidad y unidad, para asegurar que la estabilidad del pa¨ªs no est¨¢ amenazada. "Continuaremos vigilando la situaci¨®n y estamos preparados para tomar varias decisiones, pero no esperamos que suceda nada peligroso, ni en lo pol¨ªtico ni en lo econ¨®mico", afirm¨® Michal Boni, asesor del primer ministro, en una conferencia de prensa.
Los retos que ha supuesto este accidente, que ha descabezado al Estado, son considerables. En el siniestro murieron el presidente, el gobernador del Banco Central, el jefe del Estado Mayor, otros altos cargos militares, varios diputados de Ley y Justicia, el Defensor del Pueblo, el director del Instituto para la Memoria Hist¨®rica... Pero Polonia est¨¢ demostrando que su democracia, nacida tras la ca¨ªda del comunismo en 1989, es lo suficientemente fuerte como para hacer frente a este desaf¨ªo.
La maquinaria para reemplazar a los altos cargos fallecidos ya se ha puesto en marcha. El presidente en funciones, el jefe del Parlamento, Bronislaw Komorowski, iniciar¨¢ esta semana conversaciones con todos los partidos para fijar la fecha de los comicios presidenciales, previstos inicialmente para el oto?o, y que ahora no podr¨¢n celebrarse m¨¢s tarde del 20 de junio. Los altos cargos militares van a ser sustituidos provisionalmente por sus subordinados, se han fijado mecanismos para ocupar los esca?os vacantes en el Parlamento y el jefe del Banco Central ser¨¢ reemplazado temporalmente por el vicepresidente primero de la instituci¨®n, Piotr Wiesiolek.
Se da la circunstancia de que el presidente en funciones, Komorowski, de la Plataforma C¨ªvica, es el candidato de este partido para las presidenciales y, seg¨²n indicaban los sondeos hasta ahora, era el favorito para arrebatar el poder a Kaczynski. Muchos polacos se preguntaban ayer si el accidente contribuir¨¢ a dar la vuelta a los sondeos. Los analistas aseguran que es muy pronto para saberlo. Primero que ver a qui¨¦n designa Ley y Justicia como candidato. "Ojal¨¢ fuera su hermano, Jaroslaw, pero no lo veo muy convencido", opinaba Helena Dworakowska, incapaz a¨²n de contener las l¨¢grimas.
Conseguir que su candidato ganara supondr¨ªa un gran alivio para el actual primer ministro. Aunque las competencias del jefe de Estado son fundamentalmente simb¨®licas, puede vetar las leyes del Gobierno. Kaczynski enfureci¨® al Ejecutivo m¨¢s de una vez al bloquear la reforma de la sanidad y las pensiones, o retrasando la firma del Tratado de Lisboa hasta el ¨²ltimo momento a pesar de que hab¨ªa sido ratificado por el Parlamento.
Uno de los m¨¢s de 70 cad¨¢veres que a¨²n faltan por identificar en Rusia es el de la esposa del presidente, Maria Kaczynska. En una ceremonia oficiada antes de enviar el ata¨²d con los restos de Lech Kaczynski a Varsovia, el primer ministro ruso, Vlad¨ªmir Putin, volvi¨® a mostrar su pena por lo sucedido: "Es una tragedia para nosotros. Sentimos vuestro dolor".
El avi¨®n siniestrado se dirig¨ªa a Smolensk, donde el presidente iba a conmemorar el asesinato de 22.000 soldados polacos a manos de la polic¨ªa secreta de Stalin en 1940 en el bosque de Katyn, situado a unos 20 kil¨®metros del lugar del accidente. Esta matanza ha enturbiado las relaciones entre Varsovia y Mosc¨².
Tras la tragedia, Polonia comienza una semana de luto nacional. Algunos bares y discotecas cerraron el s¨¢bado por la noche en se?al de duelo, y muchas tiendas lo hicieron tambi¨¦n ayer. Los peri¨®dicos, que habitualmente no se publican los domingos, repartieron de forma gratuita suplementos especiales sobre el accidente. Mientras, la televisi¨®n p¨²blica polaca no dejaba de emitir im¨¢genes en blanco y negro del presidente fallecido.
Condolencias y misas en Espa?a
- La comunidad de ciudadanos polacos residentes en Espa?a se sum¨® al duelo nacional por el accidente de Smolensk con misas, celebradas ayer o convocadas para los pr¨®ximos d¨ªas, en varias provincias del pa¨ªs. La Catedral de Palma y la bas¨ªlica del Pilar de Zaragoza figuran entre los templos elegidos para los oficios religiosos en memoria
de las v¨ªctimas.
- Unos 85.000 ciudadanos polacos est¨¢n empadronados en Espa?a, seg¨²n datos de 2009. Unos 27.000 residen en la Comunidad de Madrid
y otros 14.000, en Catalu?a.
- El rey Juan Carlos, el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y los principales partidos pol¨ªticos espa?oles han enviado mensajes de condolencia
a las autoridades y al pueblo de Polonia, y a los familiares de las v¨ªctimas.
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