El libro electr¨®nico pagar¨¢ todo el IVA

No tiene suerte la ministra de Cultura. A principios de diciembre pasado se destapaba la llamada ley antidescargas, que provoc¨® la rebeli¨®n de gran parte del mundo internauta. A ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde, cuyo departamento ha sido el principal impulsor de la legislaci¨®n que intenta perseguir la pirater¨ªa digital, le llovieron las cr¨ªticas. Tal vez para lavar su imagen, la ministra anunciaba el 15 de diciembre, aprovechando la presentaci¨®n del proyecto Enclave -fruto de la colaboraci¨®n entre los editores y la Biblioteca Nacional, permite consultar a trav¨¦s de Internet miles de obras sometidas a derechos de autor- que el Gobierno hab¨ªa accedido a aplicar el tipo superreducido del IVA del 4% para el libro electr¨®nico, equipar¨¢ndolo al libro en papel.

La propia ley del libro y la RAE no distinguen entre formatos

Los editores ir¨¢n a Bruselas a defender la equiparaci¨®n del 'e-book' con el papel

Se trataba de una reivindicaci¨®n hist¨®rica de los editores y las empresas de Internet. Pero no va a ser as¨ª. El libro electr¨®nico o, al menos lo que popularmente se conoce como tal, es decir, la obra que se descarga directamente desde la Red al equipo inform¨¢tico (ordenador, m¨®vil, e-reader, etc¨¦tera) seguir¨¢ pagando el IVA al tipo general del 16%, como cualquier otro producto. As¨ª lo ha dejado claro, mediante sendas circulares a consultas de los editores, la Direcci¨®n General de Tributos, dependiente del Ministerio de Hacienda.

Aunque la ministra de Cultura anunciara la medida en la Biblioteca Nacional a bombo y platillo, esta vez Gonz¨¢lez-Sinde no ha tenido nada que ver en el conflicto. Se trata de una interpretaci¨®n tributaria a ra¨ªz de las dudas que le surgieron a muchos editores sobre el tipo de tributaci¨®n que deb¨ªan soportar las descargas de libros electr¨®nicos desde colegios o administraciones p¨²blicas, sobre todo, con motivo de los proyectos de Escuela 2.0, en marcha en varias comunidades, que incluyen la equipaci¨®n con miniport¨¢tiles a los escolares y a los docentes.

Hacienda, primero el 4 de diciembre y, posteriormente en una segunda circular de este mismo a?o, ha dejado claro que s¨®lo los libros electr¨®nicos que se vendan en soporte f¨ªsico, principalmente CD-ROM o l¨¢piz de memoria (pendrive o USB), podr¨¢n acogerse al tipo superreducido. Las descargas de libros en formato digital seguir¨¢n tributando al tipo general del 16%, que adem¨¢s se incrementar¨¢ hasta el 18% con la subida prevista del IVA el pr¨®ximo 1 de julio.

La raz¨®n esgrimida en estas circulares es que este tipo de transacciones se consideran comercio electr¨®nico a las que, seg¨²n el art¨ªculo 98.2 de la directiva europea de 2006 sobre servicios electr¨®nicos, no pueden aplicarse el tipo superreducido. Para cambiar la legislaci¨®n ser¨ªa preciso una iniciativa comunitaria, que prevalece sobre las normas nacionales.

La medida no es tanto un varapalo para los editores, puesto que la facturaci¨®n actual por e-books en formato digital apenas supone 42 millones de euros anuales, un 1,3% del total (¨²ltimas cifras conocidas correspondientes a 2008). Sin embargo, supone una barrera de entrada importante ante la m¨¢s que previsible explosi¨®n de un mercado del libro digital con la irrupci¨®n de nuevos e-readers y port¨¢tiles, como la tableta de Apple, especialmente dise?ados para la lectura de e-books.

La aparici¨®n de estos equipos ir¨¢ acompa?ada tambi¨¦n de tiendas virtuales asociadas que multiplicar¨¢n los reducidos cat¨¢logos y popularizar¨¢n los libros digitales. Precisamente a finales de este mes, comenzar¨¢ a comercializarse en Espa?a el Ipad de Apple, un tablet que le disputar¨¢ el mercado al Kindle de Amazon. Telef¨®nica y Vodafone tambi¨¦n tienen avanzados planes importantes para distribuir libros digitales por el m¨®vil.

Desde los editores, de quien parti¨® la reivindicaci¨®n, se prefiere ver la botella medio llena. "Hay que significar que la Administraci¨®n tributaria ha sido muy valiente, aunque le haya faltado audacia. Llev¨¢bamos mucho tiempo diciendo que no ten¨ªa sentido que un libro en soporte CD pagara 12 puntos m¨¢s de IVA que el mismo libro en papel. Es cierto que se ha dado un paso y que hay que dar cuatro, pero el avance es importante", se?ala Antonio Mar¨ªa de ?vila, director de la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a.

?vila recuerda que el organismo que ¨¦l representa inici¨® la petici¨®n de reducci¨®n de IVA en el libro electr¨®nico en 2000. Desde entonces consigui¨® que la Real Academia Espa?ola modificara la definici¨®n de libro para incluir en ella todos los formatos. M¨¢s tarde se incluy¨® esa definici¨®n en la Ley del Libro de 2007. Con los deberes hechos se present¨® en Hacienda para que el formato electr¨®nico de una obra publicada en papel tributara como libro y no como "prestaci¨®n de servicios".

Los editores espa?oles, dice su director, acudir¨¢n a Bruselas para pelearse con otra definici¨®n. "?Qu¨¦ es un medio f¨ªsico?", se pregunta Antonio Mar¨ªa ?vila aludiendo a las palabras utilizadas por Hacienda para discriminar el e-book de su hermano de papel. "?Un CD es un medio f¨ªsico y no lo es un lector o un cable?".

Pese a que la FGEE se muestra satisfecha al menos con que el IVA quede efectivamente reducido para una parte de los dispositivos, los editores se?alan que la "oscuridad" legal respecto a los impuestos se suma al largo camino de actualizaci¨®n de la norma que queda por recorrer. Como ejemplo, el propio ?vila se?ala como obsoleta en t¨¦rminos digitales la Ley de Propiedad Intelectual, que data de 1987: "Todav¨ªa no est¨¢ claro si para el e-book debe tratarse como contrato de edici¨®n o como comunicaci¨®n p¨²blica. Si es lo primero, caduca en 10 a?os. Si lo segundo, puede ser ilimitado".

Por otro lado, la confusi¨®n a la hora de interpretar la norma tributaria ha podido dar lugar a liquidaciones de tributos err¨®neas, ya que este IVA superreducido se viene aplicando desde el pasado 4 de diciembre, aunque la incidencia ser¨¢ m¨ªnima dado el bajo grado de penetraci¨®n del libro electr¨®nico en Espa?a. El propio ?vila se?ala que el best seller del proyecto Enclave, puesto en marcha el d¨ªa del fallido anuncio de reducci¨®n del IVA por parte de la ministra de Cultura, no ha pasado de las 38 descargas.