Leyes lentas, realidad de v¨¦rtigo
Pol¨ªticos, creadores y editores debaten en la Biblioteca Nacional sobre los retos de legislar para la protecci¨®n de contenidos culturales en la era de Internet

Cuando la ley consigue entrar por la puerta suele pillar a la realidad saltando por la ventana. Esa podr¨ªa ser una de las conclusiones del seminario La digitalizaci¨®n del material cultural que, en el marco de la presidencia espa?ola de la Uni¨®n Europa, se inaugur¨® ayer en la Biblioteca Nacional de Madrid.
A primera hora de la ma?ana Marielle Gallo, eurodiputada francesa y experta en derechos de autor de la Comisi¨®n de Asuntos Jur¨ªdicos del Parlamento de Estrasburgo anunciaba que la pr¨®xima semana el Comisario del Mercado Interior, Michel Barnier, presentar¨¢ dos documentos de trabajo sobre sendos aspectos relacionados con el futuro digital de la cultura: el estatuto de las obras hu¨¦rfanas (aquellas cuyo autor se desconoce pero no est¨¢n libres de derechos) y la gesti¨®n colectiva de los derechos de autor.
"Llegamos tarde a la revoluci¨®n", afirm¨® una eurodiputada francesa
A primera hora de la tarde, el californiano Peter Brantley, director de Open Book Alliance, el conglomerado que uni¨® a Microsoft, Yahoo! y Amazon para competir con Google Books, se atrev¨ªa a pintar un futuro en el que el usuario pagar¨¢ por el uso y no por la adquisici¨®n de un libro: "La gente ya no tendr¨¢ que descargarse archivos pesad¨ªsimos, sino que ir¨¢ accediendo a los contenidos y pagando por ellos a medida que vaya leyendo. No se pagar¨¢ por un contenido en un formato cerrado al que s¨®lo se accede desde una empresa, sino una red de libros al que se podr¨¢ acceder con un dispositivo conectado a Internet".
M¨¢s trabajo para los legisladores. Marielle Gallo reconoci¨® que la Uni¨®n Europea ha "reaccionado tarde ante la revoluci¨®n digital" y no dud¨® en se?alar que el detonante de esa tard¨ªa reacci¨®n tiene un nombre: Google. En su opini¨®n, el buscador estadounidense tuvo "el m¨¦rito" de avisar a Europa sobre el hecho de que la industria editorial del continente (la m¨¢s potente del planeta, en parte porque posee los sellos m¨¢s poderosos de Estados Unidos) corr¨ªa el riesgo de seguir el camino de un "sector siniestrado" como el de la m¨²sica. Teddy Bautista, esta vez en representaci¨®n no de la SGAE sino del Grupo Europeo de Sociedades de Autores y Compositores (GESAC), record¨® que en 2008 se produjeron en Espa?a 2.400 millones de descargas ilegales de obras protegidas.
Ante la queja recurrente de que hay pirater¨ªa porque no hay oferta legal de calidad -algo que Bautista puso en solfa-, Aldo Olcese, presidente de la Coalici¨®n de Creadores e Industrias de Contenidos, afirm¨® rotundo: "Nos hemos negado a hacer una oferta legal sin una legislaci¨®n que nos proteja". No en vano, en el vest¨ªbulo de la Biblioteca Nacional, el presidente de la Federaci¨®n de Editores Europeos, el italiano Federico Motta, expresaba su apoyo a la Ley de Econom¨ªa Sostenible promovida por el Gobierno espa?ol, una norma cuya disposici¨®n adicional, la llamada ley antidescargas, tantos quebraderos de cabeza est¨¢ dando a la ministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde, que inaugur¨® el seminario.
Aunque la reacci¨®n legal europea sea tard¨ªa, los pasos anunciados por Marielle Gallo responden a dos viejas cuestiones. Por un lado, la atenci¨®n a las obras hu¨¦rfanas fue una de las demandas que puso sobre la mesa el alem¨¢n Gerhard Pfenning, de European Visual Artist (EVA), que re¨²ne a 25 sociedades europeas de gesti¨®n de derechos y representa a un total de 25.000 artistas pl¨¢sticos.
Por otro lado, la gesti¨®n colectiva de derechos facilitar¨¢ la difusi¨®n reglada de contenidos culturales en un mercado global que, sin embargo, establece precios diferentes seg¨²n los pa¨ªses y, sobre todo, sigue siendo regulado por las leyes de cada Estado al margen de la UE. De ah¨ª el acuerdo de Italia con Google o el hecho de que, para preservar el derecho a la intimidad de los usuarios, la ley alemana sea m¨¢s laxa que la espa?ola en cuanto a la persecuci¨®n de la pirater¨ªa y ¨¦sta sea a su vez menos r¨ªgida que la francesa.

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