El 'gancho' que salv¨® a los Mill¨¢n
Dos fruteros de Barcelona de origen colombiano evitan 12 a?os de c¨¢rcel porque ignoraban que iban a recibir un cargamento de pi?as con 50 kilos de coca¨ªna
Un proverbio latino (in dubio pro reo) y un m¨¦todo empleado por traficantes (el gancho perdido) han salvado a los hermanos Mill¨¢n de la c¨¢rcel. La Audiencia de Barcelona ha absuelto a Germ¨¢n y Mauricio, dos fruteros de origen colombiano que viven en Barcelona, de un delito contra la salud p¨²blica que amenazaba con mantenerles 12 a?os entre rejas.
La pesadilla de los Mill¨¢n empez¨® en junio de 2007. Germ¨¢n, encargado de importar la fruta de Suram¨¦rica, adquiri¨® una partida de pi?a que fue trasladada, en barco, de Panam¨¢ a Valencia. De all¨ª, un camionero la llev¨® a Mercabarna. Pero, ay, que no todo era fruta tropical en aquel contenedor.
Dos paquetes ocultos en la carga convirtieron a los fruteros en sospechosos de narcotr¨¢fico a gran escala: el trabajador que descarg¨® el cami¨®n hall¨® 50 kilos de coca¨ªna y alert¨® a la polic¨ªa. Las sospechas (l¨®gicas) en torno a los hermanos tomaron consistencia cuando, d¨ªas despu¨¦s, los Mossos localizaron una notable cantidad en efectivo (39.500 euros) en el registro del piso de Germ¨¢n.
Los 'narcos' ocultaron la droga en un contenedor en Panam¨¢
Aunque la fiscal¨ªa exig¨ªa 12 a?os de prisi¨®n para cada uno de ellos, la justicia ha absuelto ahora a los hermanos al considerar que "no se puede probar" que estuvieran al corriente del desembarco de coca. La tesis de los acusados -defendidos por David Aineto, de Aequo Advocats- es "veros¨ªmil" y, ante las "dudas razonables" acerca de su culpabilidad, no hay otra que proclamar su inocencia, argumenta la Audiencia.
En caso de duda hay que pronunciarse a favor del acusado. Hasta ah¨ª el latinajo. Pero es el gancho perdido, en argot policial, lo que ha facilitado la absoluci¨®n. Esta t¨¦cnica delictiva consiste en introducir la droga en un contenedor, rumbo a Europa, sin que el destinatario de la mercanc¨ªa (en teor¨ªa, l¨ªcita) lo sepa. Los traficantes revientan el contenedor en el puerto de salida e introducen la droga a hurtadillas.
Los Mill¨¢n habr¨ªan sido v¨ªctimas del gancho perdido porque algo fall¨®. La argucia concluye cuando una tercera persona, puesta sobre aviso, recoge la mercanc¨ªa en el puerto de desembarco. Pero nadie recogi¨® en Valencia los 50 kilos de coca¨ªna. ?Por qu¨¦? No se sabe. En el trayecto ocurri¨®, eso s¨ª, un incidente que reafirma la inocencia de los hermanos. Desde un veh¨ªculo en marcha, dos individuos mostraron una placa de polic¨ªa falsa al conductor del cami¨®n. El hombre sospech¨® y alert¨®, desde una gasolinera, a la Guardia Civil. El hecho "podr¨ªa ser casual (...) o un intento frustrado de los destinatarios de la droga de hacerse con ella", seg¨²n la sentencia.
El camionero recibe los encargos de una agencia; por tanto, los fruteros no pod¨ªan tener la certeza de que ¨¦l recoger¨ªa su droga. Tampoco estaba garantizado el concurso del empleado que descubri¨® el polvo blanco al vaciar el cami¨®n, ya que trabaja para una empresa que alquila las c¨¢maras de refrigeraci¨®n de Mercabarna. "No parece l¨®gico asumir el riesgo de que en la descarga intervenga un tercero ajeno al plan criminal", a?ade la resoluci¨®n judicial.
Tambi¨¦n resulta "sorprendente" que los acusados no se enterasen del d¨ªa y hora del desembarco si pensaban hacerse con la droga. Les avala, adem¨¢s, el hecho de que su empresa "desarrolla una actividad l¨ªcita desde hace a?os" y el "cambio de temperatura" que experiment¨® el contenedor, lo que pudo ocurrir al ser reventado por los narcos en Panam¨¢.
La sentencia admite que existe el riesgo de que alguien finja ser v¨ªctima del gancho perdido para encubrir el narcotr¨¢fico, pero remarca la inocencia de Germ¨¢n y Mauricio. El primero, sin embargo, no puede disfrutar de la sentencia en libertad: est¨¢ en la c¨¢rcel, tambi¨¦n por un asunto de drogas ocurrido en Terrassa (Vall¨¨s Occidental), y fue condenado por la misma secci¨®n quinta de la Audiencia que, en este caso, le ha absuelto.
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