Los ba?os se quedan sin casa
El Ministerio de Medio Ambiente empieza a derribar el inmueble de Castell¨®n para recuperar el espacio de dominio p¨²blico
Entonces, era impensable ir a la playa con el ba?ador puesto. Uno llegaba en transporte p¨²blico, con su ropa de calle y, en la casa de ba?os, se pon¨ªa el ba?ador. Luego, previo pago de una m¨®dica cantidad, se daba una ducha para quitarse la sal tras un ba?o de mar. La casa de ba?os de Castell¨®n se construy¨®, en la d¨¦cada de los cincuenta y dentro de un plan de urbanizaci¨®n de El Grau, para cumplir el mismo papel que cualquier otra casa de ba?os de playa.
Pero pas¨® el tiempo y el transporte p¨²blico se cambi¨® por el coche particular que, adem¨¢s, se convirti¨® en un espacio que otorgaba la inc¨®moda pero suficiente intimidad como para cambiarse de ropa. Despu¨¦s llegaron las grandes toallas, que abastecieron el pudor de los ba?istas. Y la casa de ba?os dej¨® de tener sentido como tal. Ayer, el Ministerio de Medio Ambiente inici¨® la demolici¨®n de este singular edificio, levantado en plena playa, que, a partir de ahora, pasar¨¢ a ser un espacio p¨²blico de disfrute gratuito, en cumplimiento de la Ley de Costas. All¨ª, la Generalitat valenciana deber¨¢ concluir el parque litoral, dando continuidad a las dunas y la vegetaci¨®n del norte de esta playa de El Pinar.
Se levant¨® con la urbanizaci¨®n de El Grau, en los a?os cincuenta
Hasta el pasado marzo alberg¨® un restaurante en la planta baja
El edificio, ¨²nico por su ubicaci¨®n a lo largo de 80 metros de longitud frente al mar, nunca cay¨® en el abandono y, despu¨¦s de cumplir su papel como casa de ba?os, pas¨® a ocupar otros momentos, sobre todo los nocturnos, de los castellonenses. Y siempre hubo un establecimiento de restauraci¨®n, con mayores o menores pretensiones, en el que saciar la sed o tomarse un aperitivo. A principios de los a?os ochenta, el Ayuntamiento de Castell¨®n era el competente en la concesi¨®n del espacio y all¨ª abri¨® el restaurante que hasta el pasado mes de marzo dio vida a la planta baja.
Cuando en 1993 la explotaci¨®n del inmueble pas¨® a manos del Ministerio de Medio Ambiente, ¨¦ste prolong¨® la concesi¨®n al restaurante y se reserv¨® la primera planta para, parad¨®jicamente, albergar las oficinas de la Direcci¨®n General de Costas, pese a que su ley inclu¨ªa el espacio del edificio como zona catalogada de dominio p¨²blico mar¨ªtimo-terrestre.
El personal de Costas se traslad¨®, hace aproximadamente un a?o, al rehabilitado edificio del viejo Banco de Espa?a. Y la concesi¨®n del restaurante caduc¨®. As¨ª, una vez desalojado por completo el inmueble, el Ministerio de Medio Ambiente procedi¨®, ayer, a iniciar su derribo, que durar¨¢ aproximadamente tres semanas debido a que la cimentaci¨®n tambi¨¦n debe eliminarse, tal como explic¨® el secretario general del Mar, Juan Carlos Mart¨ªn Fragueiro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.