Detenido otro guardia civil por la red de prostituci¨®n de Lugo
Seis inmigrantes declarar¨¢n como testigos protegidos detr¨¢s de biombos
El mismo d¨ªa en que se levant¨® parcialmente el secreto de sumario de la Operaci¨®n Carioca, la jueza que instruye las diligencias para esclarecer la red de prostituci¨®n que operaba en Lugo orden¨® ayer la detenci¨®n de un subteniente de la Guardia Civil, J.B.L., quien a ¨²ltima hora de la tarde pas¨® a disposici¨®n judicial. Como en ocasiones anteriores fueron agentes de asuntos internos del instituto armado los encargados de practicar la detenci¨®n. Ocurri¨® por la ma?ana, cuando el mando se encontraba en su despacho de la comandancia, donde ten¨ªa encomendadas funciones de jefatura dentro de la polic¨ªa judicial, a la que tambi¨¦n perteneci¨® el cabo Armando L.T., actualmente en prisi¨®n por esta causa. El cabo aparece en el sumario como uno de los principales implicados, ya que la instructora lo investiga como supuesto autor de los delitos de tr¨¢fico ilegal de personas, determinaci¨®n a la prostituci¨®n, contra los derechos de los trabajadores, cohecho, tr¨¢fico de influencias, revelaci¨®n de secretos, agresi¨®n sexual y contra la intimidad.
La juez se?ala a los mandos como cooperadores de la trama
En el auto de imputaci¨®n, la juez acusa al cabo de no persiguer la actividad delictiva de varios de los implicados e incluso de "cooperar" con la red para facilitar la entrada en Espa?a de algunas inmigrantes. Sostiene que el mando, ya en la reserva, se vali¨® de su condici¨®n de miembro de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para obtener favores sexuales, y concluye que tambi¨¦n ha inducido a mujeres a ejercer la prostituci¨®n en burdeles de Lugo.
Con estos argumentos, la instructora trata de determinar la posible relaci¨®n que existi¨® entre el cabo y Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Ad¨¢n, due?o de uno de los cinco prost¨ªbulos que en la madrugada del 16 de octubre de 2009 fueron tomados por los agentes policiales, para consumar una operaci¨®n que llevaba fragu¨¢ndose desde diciembre de 2008, cuando se ordenaron las primeras escuchas telef¨®nicas. La juez alude a las "indignas condiciones de trabajo" de las mujeres que se prostitu¨ªan en estos locales, desde entonces precintados, tres de ellos en la capital lucense, otro en el municipio de Outeiro de Rei y un quinto ubicado en Ribadeo.
Ayer tambi¨¦n se conocieron los primeros testimonios de seis testigos protegidos. Las mujeres volver¨¢n a prestar declaraci¨®n el pr¨®ximo viernes, salvaguardadas tras un biombo y con nombres supuestos, para responder a las preguntas que les formulen los letrados de las partes implicadas. Se trata de "preconstituir" una prueba de declaraci¨®n, ante el riesgo de que no pudieran hallarse en el pa¨ªs cuando llegue el juicio.
Ninguna de ellas implic¨® ayer directamente al cabo detenido. Luana, de nombre falso, cuenta c¨®mo lleg¨® a Espa?a y qui¨¦n realiz¨® las funciones de intermediaci¨®n, pero cuando le preguntaron por Armando asegur¨® que "nunca" oy¨® hablar del guardia civil. A Valquiria, otro apodo, s¨ª le son¨® el nombre de Armando, pero no vinculado a comportamientos irregulares. Esta mujer admiti¨® que tras la detenci¨®n del agente le comentaron que ¨¦ste "arreglaba papeles a las extranjeras" y reconoci¨® en fotos al cabo y subteniente detenidos.
El sumario revela decenas de conversaciones telef¨®nicas entre los principales implicados y detalla las cantidades que deb¨ªan percibir por los servicios realizados en los locales de alterne, donde trabajaban m¨¢s de doce horas al d¨ªa. Tambi¨¦n relata como por norma, en alguno de los clubes, las mujeres ten¨ªan que entegar 10 euros por el primer contacto sexual y otros 12 por manutenci¨®n, adem¨¢s de 3 euros por s¨¢banas y toallas. A medida que se incrementaban los servicios disminu¨ªan las cantidades que ten¨ªan que pagar al local.
En la instrucci¨®n figura que "en Lugo funcionan desde hace tiempo varios clubes, la inmensa mayor¨ªa de las mujeres se encuentran en una precaria situaci¨®n de necesidad, no solo econ¨®mica sino emocional, carente de permiso de trabajo y residencia". "Las mujeres eran tra¨ªdas a Espa?a por Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Ad¨¢n y colaboradores", precisa uno de los autos.
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