De nuevo, Van der Vaart

No fue Kak¨¢, ni Benzema ni Cristiano. Fue Van der Vaart quien volvi¨® a poner al Madrid en ruta. Como ante el Sevilla, el Atl¨¦tico y el Sporting, el peque?o zurdo de ?msterdam clav¨® un tiro que val¨ªa tres puntos. Lo hizo a pase de Higua¨ªn, desde la frontal del ¨¢rea, ante una defensa bien colocada, pero incapaz de anticiparse. Ajust¨® la mira y le peg¨® a la cepa del palo izquierdo de Alves. El portero hab¨ªa salvado al Almer¨ªa en dos remates sucesivos de Higua¨ªn, un par de disparos de Cristiano y un mano a mano con Marcelo. Hab¨ªa hecho un partido sensacional y la hinchada le homenajeaba. Pero ese tiro le result¨® inalcanzable. El bal¨®n golpe¨® la red y el Madrid sigui¨® aferrado a la Liga como a una esperanza humilde.

Almer¨ªa se qued¨® fuera del temporal que azota la Pen¨ªnsula. El tiempo, tibio y apacible, no impidi¨® que Cristiano saliera encendido. Hab¨ªa pasado la jornada precedente iniciando acciones judiciales por difamaci¨®n contra un programa de cotilleos que le acus¨® de celebrar una fiesta en la v¨ªspera del cl¨¢sico. El asunto le irrit¨®. Fue un disgusto m¨¢s en una semana que inici¨® con el sobresalto de la derrota ante el Bar?a. Una vez sobre el campo, destac¨® junto a Marcelo por el llamativo color de sus botas: rosadas y de la firma Nike.

Cristiano se tom¨® el partido como un asunto personal. De entrada, estudi¨® la defensa del Almer¨ªa y se lanz¨® sobre el costado derecho. Juanma Lillo jug¨® con una defensa de tres. Por la izquierda, Cisma debi¨® cubrir demasiados metros. La aparente fragilidad del Almer¨ªa debi¨® de confundir a los visitantes, que se dejaron llevar, como si se dosificasen. El Madrid volvi¨® a encajar el primer gol. Como tantas veces esta temporada. Cristiano equilibr¨® el marcador con una bicicleta a Pellerano y un tiro cruzado. Una hora despu¨¦s, tras mucho sufrimiento, marc¨® Van der Vaart.