Retrato cantonal e inmovilista
Espa?a tiene un retrato demogr¨¢fico complejo, distorsionado y cambiante que han ido pintando el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) a trav¨¦s de los Censos y Padrones de la poblaci¨®n y, desde 2008, la Fundaci¨®n BBVA. Los perfiles del retrato, de lo m¨¢s grueso a lo m¨¢s fino, del negro al gris, dan para observaciones de fuste y para perplejidades varias. Entre 1900 y 2009, la poblaci¨®n espa?ola ha pasado de 18.830.649 habitantes a 46.745.807. Se ha multiplicado casi por tres y sigue la tendencia maestra a la concentraci¨®n. A principios del siglo XX, el 32,5% de los espa?oles viv¨ªan en municipios de m¨¢s de 10.000 habitantes; el a?o pasado, viv¨ªan en ellos el 78,9%. Pero la sociedad espa?ola nunca renuncia a las contradicciones. La concentraci¨®n urbana choca estrepitosamente con la exuberante fronda de municipios. En 1900, hab¨ªa en Espa?a 9.267 ayuntamientos; en 2001 hab¨ªan bajado a 8.108. Pues bien, en 2009 el virus municipalizador ha detenido el ajuste de alcald¨ªas y repuntan ligeramente: 8.112.
Cualquier urbanizaci¨®n o cadena de caser¨ªos se considera en Espa?a con derecho a disponer de una unidad administrativa; saltan a la calle con pancartas para reclamar un alcalde y una mesa de concejales. La presi¨®n identitaria de los concejos es tan espesa y resistente como la auton¨®mica. El precio de esta fiebre es incalculable. Pa¨ªses con una poblaci¨®n similar a Espa?a se gestionan con un tercio o la mitad de municipios. Con menos ayuntamientos, los costes administrativos del pa¨ªs ser¨ªan menores y ser¨ªa posible aplicar econom¨ªas de escala en servicios b¨¢sicos que abaratar¨ªan tarifas y precios. Pero en Espa?a, los habitantes de Villarriba nunca mezclar¨¢n el agua, la sanidad o los transportes con los de Villabajo, aunque vivan en el mismo pa?uelo.
Suspende el ¨¢nimo el inmovilismo demogr¨¢fico espa?ol, cercano a la hemiplej¨ªa. En medio de la presi¨®n inmigradora (casi el 14% de la poblaci¨®n procede hoy del exterior) resulta que en 2009 casi el 44% de los espa?oles resid¨ªa en el mismo municipio en el que hab¨ªa nacido. Esa intrahistoria unamuniana, pereza resistente al cambio, explica (aunque no s¨®lo) la persistencia de una elevada tasa de paro estructural. Y promete resistirse a cualquier reforma laboral.
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