Primero tomaremos Manhattan...
Es 28 de marzo en Nueva York. Una inmensa furgoneta aparca frente al m¨ªtico Bowery Ballroom. Entre bostezos, Delorean empieza a vaciarla de los artefactos cl¨¢sicos de una banda electr¨®nica. Ah¨ª est¨¢n Ekhi Lopetegui, bajista, cantante y a medias con su doctorado en filosof¨ªa; Unai Lezcano, teclista, e Igor Escudero, bater¨ªa. El ¨²ltimo es Guillermo Astrain, guitarra, que parece liberado de la engorrosa descarga. Un m¨¦dico llegado ex profeso a la sala certifica que tiene la clav¨ªcula rota. "Ayer?, no s¨¦", balbucea como toda explicaci¨®n. Como entrevistados, Delorean no son la alegr¨ªa de la huerta. Ni falta que les hace. Pocas veces un hype indie espa?ol se ha sustentado en motivos tan poco sospechosos. La banda, salida de la villa guipuzcoana de Zarautz y residente en Barcelona, "destila el sonido rave cl¨¢sico y la felicidad shoegaze para crear momentos pop perfectos", seg¨²n la prensa estadounidense. Diez a?os de carrera y, ahora, cuatro conciertos en Nueva York desde el pasado viernes. Uno por noche, m¨¢s otro sorpresa en el que reventaron el club trendy Coco 66. Adem¨¢s han actuado como djs y durante el d¨ªa hay que promocionar su cuarto ¨¢lbum, Subiza. No est¨¢ mal para cuatro tipos que apenas superan los 25 a?os.
"Aportan lo que EE UU no tiene. El rollo soleado. Ser espa?ol y costero ya no es cutre"
Hace 10 d¨ªas empezaron un tour de un mes por todo Estados Unidos en el festival South by Southwest, en Austin, la gran feria alternativa de Am¨¦rica del Norte. "Hemos tocado mucho fuera, desde que empezamos, cuando est¨¢bamos en el rollo hardcore, que siempre ha sido muy internacional", dice Lopetegui relativizando su ¨¦xito. "Aunque en giras m¨¢s peque?as", a?ade Igor Escudero, el bater¨ªa. "Ah¨ª aprendes que t¨² tambi¨¦n puedes hacerlo".
Con todo, hay diferencias notables. Para empezar, ahora agotan entradas y recorren salas emblem¨¢ticas. Aunque la estrella del show esta vez sea otra banda, los suecos Miike Snow. Adem¨¢s, Delorean ya no es aquel grupo oscuro que jugaba a ser New Order. Subiza irradia luz por los cuatro costados. Una org¨ªa de samplers e infinitas capas de sonido deudora de Animal Collective, el concepto atmosf¨¦rico del balearic y los Primal Scream de Screamadelica.
As¨ª han conseguido captar la atenci¨®n de los medios estadounidenses indies, algo que hasta hace nada s¨®lo hab¨ªa conseguido el canario El Guincho. "Aportan lo que los estadounidenses no tienen. El rollo soleado. S¨²male a eso la globalizaci¨®n, que los grupos en Espa?a ahora est¨¢n en un nivel que no han tenido en 20 a?os y que, de repente, ser espa?ol y costero ya no es cutre, es cool, y tienes la explicaci¨®n a su ¨¦xito", aventura Marcos Collantes, director de su sello. Por eso ocupan portadas en revistas estadounidenses como XLR8R, han cerrado un acuerdo con una de las subsidiarias de la discogr¨¢fica Matador (la casa de Cat Power o Sonic Youth) para la edici¨®n internacional de Subiza y The New York Times est¨¢ pendiente de ellos esta noche para escribir una elogiosa cr¨®nica del concierto que titular¨¢ Ese sint¨¦tico y bailable sonido europeo de club. En poco m¨¢s de media hora y ante una numerosa audiencia, Delorean ha despertado a los a¨²n resacosos del fin de semana con una contundente puesta en escena. Deli y Seasun, sus canciones m¨¢s c¨¦lebres entre el p¨²blico local, unen a los contados ac¨®litos de la banda y convencen al resto de la sala. "Conozco a gente que se ha vuelto fan de Delorean s¨®lo por los cojones que se necesitan para salir al escenario con la clav¨ªcula rota", bromea el tour manager de Miike Snow.
En el camerino se habla de su transici¨®n de cl¨¢sico combo rock a grupo de productores. El punto de inflexi¨®n fue un encargo del canal auton¨®mico vasco. "Fue hace tres a?os, para hacer las cortinillas de un programa de deportes", recuerda Igor. "Ya ten¨ªamos las m¨¢quinas, pero eso nos autoimpuso una disciplina y echarle horas. Como aprendizaje sirvi¨® mucho". Tambi¨¦n explica su sonido actual su prol¨ªfica labor como remezcladores desde 2008, "el aut¨¦ntico punto de inflexi¨®n de su estilo", opina Collantes. "Empezaron de co?a. Siempre han estado conectados con lo que pasaba fuera y un amigo de un amigo les pidi¨® una remezcla para The Teenagers. Se movi¨® por ah¨ª y al cabo de un a?o Domino les ped¨ªa una para Franz Ferdinand". Lopetegui lo confirma: "Nos han servido para dominar las herramientas e ir creando una paleta de sonidos. Es ah¨ª donde nos hemos desarrollado".
Convertidos en ratas de estudio, han encontrado el ¨¢lbum superproducido que buscaban en su local de ensayo en Barcelona (que comparten con Hidrogenesse y Astrud). Canciones maceradas en un disco duro que durante meses se han ido pasando entre ellos. "Un proceso colectivo en el que al final nadie tiene la posesi¨®n de la idea", explica salom¨®nico Ekhi. Despu¨¦s del concierto, toque de corneta. Ma?ana, antes de partir a Boston, ¨²ltimo bolo en la Gran Manzana. Tambi¨¦n con las entradas agotadas, pero esta vez como cabezas de cartel. Y a la vista, dos nuevas giras por EE UU en junio y julio. Guillermo se lo toma con calma. Incluso en lo gastron¨®mico. "Aqu¨ª est¨¢n las mejores pizzas del mundo. En Filadelfia probamos el cheese steak, la marranada m¨¢xima, y en Washington fuimos al sitio donde Obama come sus perritos calientes", enumera. "Metidos en esta rueda, la comida basura entra que te cagas".
Subiza se publica el pr¨®ximo 20 de abril en Mushroom Pillow. Delorean actuar¨¢n en el Festival SOS 4.8 (Murcia, 1 de mayo), Festival Insomnic (Girona, 14 de mayo), Palencia Sonora (Palencia, 22 de mayo) y Primavera Sound (Barcelona, 27 de mayo).
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