El Espanyol desfigura al Bar?a
Los azulgrana penan por la expulsi¨®n de Alves despu¨¦s de aguantar una hora de tralla blanquiazul
El Espanyol desfigur¨® al Barcelona en el cuadril¨¢tero de Cornell¨¤-El Prat despu¨¦s de un ejercicio muy pasional y exigente desde el punto de vista f¨ªsico y el t¨¢ctico. Al ¨¢rbitro, por ejemplo, le encant¨® y bendijo tanta tralla. Los azulgrana perdieron el comod¨ªn que se hab¨ªan ganado en el cl¨¢sico y ya no se pueden permitir m¨¢s licencias ante el Madrid. Los blanquiazules se reivindicaron con una actuaci¨®n de mucho m¨¦rito y amor propio, tanto que convirtieron a Piqu¨¦ en el h¨¦roe del Bar?a, un equipo sometido en situaci¨®n de igualdad y superior desde la expulsi¨®n de Alves a la hora de partido, circunstancia que le honra pese a rematar solamente tres veces a la porter¨ªa de Kameni.
Pochettino siempre supo visualizar los derbies, para suerte del Espanyol, que no ha encajado un gol en los ¨²ltimos siete encuentros en casa, tantos como llevaba el Bar?a ganados de carrerilla hasta anoche. Al Espanyol le interesaba un partido encendido, de pierna fuerte, muy intenso. Los azulgrana supieron muy pronto, desde su llegada al estadio y cuando Pochettino cant¨® el nombre de Forl¨ªn en la alineaci¨®n, que jugaban en terreno hostil. El suyo fue un f¨²tbol agresivo, directo y solidario, sobre todo por las ayudas defensivas en las marcas, especialmente las de Xavi y Messi, y tambi¨¦n por su despliegue ofensivo.
ESPANYOL 0 - BARCELONA 0
Espanyol: Kameni; Chica, Pareja, V¨ªctor Ruiz, D¨¬dac Vila; Forl¨ªn, Baena; Luis Garc¨ªa, Verd¨² (Iv¨¢n Alonso, m. 77), Callej¨®n (Ben Sahar, m. 83); y Osvaldo. No utilizados; Cristian, Roncaglia, Pillud, Mois¨¦s Hurtado y Corominas.
Barcelona: Vald¨¦s; Alves, Milito (Henry, m. 56), Piqu¨¦, Puyol; Tour¨¦ (Keita, m. 56), Busquets; Pedro (Ibrahimovic, m. 81), Xavi, Maxwell y Messi. No utilizados: Pinto, M¨¢rquez, Chigrinski y Bojan.
?rbitro: Undiano Mallenco. Colegio navarro. Expuls¨® a Alves (m. 61) por doble amonestaci¨®n y mostr¨® la tarjeta amarilla a Osvaldo, Luis Garc¨ªa, Alves, Gaby Milito, Baena, Keita.
Estadio de Cornell¨¤-El Prat. 39.263 espectadores. R¨¦cord hist¨®rico de asistencia.
Los barcelonistas nunca estuvieron a gusto en la cancha por la tensi¨®n ambiental y por el desgaste f¨ªsico y emocional de la contienda, que siempre respondi¨® al cartel de derby. ?nicamente Pedro daba salida al equipo por la banda derecha. Aunque Xavi se arrim¨® a la media punta para asociarse con Messi, la sociedad apenas conectaba y la aportaci¨®n de Maxwell desde la izquierda era escasa. No pod¨ªa el Bar?a imponer su f¨²tbol de elaboraci¨®n porque sus medios no mezclaban y los zagueros s¨®lo encontraban el pase directo para los delanteros.
Jug¨® el Bar?a mucho tiempo en funci¨®n del Espanyol. Los azulgrana no encontraban la pelota y los blanquiazules fueron conquistando palmo a palmo la cancha ajena hasta alcanzar con cierta frecuencia la porter¨ªa de Vald¨¦s. Alrededor de Baena, un volante muy valiente, heredero de los mediocentros de la posguerra, el Espanyol apret¨® mucho, a veces con intimidaci¨®n, tan a gusto en el cuerpo a cuerpo que la contienda estuvo a punto de adquirir un tono macarra. Las miradas mataban, se entraba fuerte y se rascaba mucho y no hab¨ªa resuello.
El Bar?a tard¨® 40 minutos en rematar ante Kameni. No sab¨ªa c¨®mo enfriar un partido tan caliente, endurecido por el Espanyol con la anuencia del ¨¢rbitro. Tiraron los blanquiazules hasta reventar, sin pausa ni tregua, profundos por el flanco de Callej¨®n y afilados en el centro por el cuchillo de Osvaldo, un ariete callejero, de gatillo f¨¢cil y dif¨ªcil de anular. Vald¨¦s le sac¨® un remate que era gol o gol antes del descanso. El marcador fue mezquino con el juego y las ocasiones locales.
A Guardiola no le qued¨® m¨¢s remedio que intervenir para cambiar el color del partido. El t¨¦cnico recurri¨® a Henry como falso 9 para que estirara al equipo mientras Keita reforzaba el flanco izquierdo y Xavi retroced¨ªa para tener una mejor perspectiva del juego. La reorganizaci¨®n rehabilit¨® a Messi hasta que Alves se gan¨® la expulsi¨®n y oblig¨® a los azulgrana a cambiar de nuevo de plan: Busquets se puso de central y Guardiola renunci¨® al extremo izquierdo. Aun en situaci¨®n de inferioridad, el Bar?a cobr¨® protagonismo mientras disminu¨ªa el fuelle del Espanyol, menos revolucionado, siempre al l¨ªmite del reglamento.
Los azulgrana fueron a por el partido y obligaron a Pochettino a entrar en la rueda de cambios. El Espanyol aguant¨® y al Bar?a no le qued¨® m¨¢s remedio que felicitarse por el empate. Los azulgrana hab¨ªan aguardado su momento y supieron jugar en un campo de minas. Llegada la hora, sin embargo, cuando tiraron la alfombra, se condenaron por culpa de Alves y la raza del Espanyol, el rey del mambo en Cornell¨¤-El Prat.
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