Vuelta a las andadas

Capaces de lo mejor y lo peor, irregulares ambos, al Villarreal le cundieron m¨¢s sus virtudes que sus defectos y derrot¨® a un Atl¨¦tico al que le perdi¨® su candidez defensiva. Concedi¨® 45 minutos y dos goles el conjunto rojiblanco, el segundo de risa, para perder un partido que intent¨® salvar en una segunda parte meritoria, pero le falt¨® tacto y punter¨ªa para revertir la situaci¨®n creada a partir de su absurda defensa. Al calor del hogar, el Villarreal sigue pensando que Europa es posible.

Con la mente en la ida de la semifinal europea ante el Liverpool, en la que no podr¨¢ estar Ag¨¹ero por sanci¨®n, Quique reserv¨® hasta el tramo final a Forl¨¢n. Fue la ¨²nica concesi¨®n del t¨¦cnico rojiblanco, que situ¨® el Kun en solitario en el ataque, bien secundado Reyes, Jurado y Sim?o. El yerno de Maradona tuvo la primera ocasi¨®n al ganar la espalda a Musacchio y plantarse solo ante Diego L¨®pez, al que no pudo evitar. Apuntalado en el eje por Assun??o y con Tiago dando forma al juego, el Atl¨¦tico ten¨ªa superioridad ante un Villarreal que volvi¨® disponer de tres centrocampistas y tres delanteros.

Con ambici¨®n y vocaci¨®n creativa el Villarreal, con m¨¢s reparos y buen apetito el Atl¨¦tico, naci¨® y se desarroll¨® un partido abierto. A nadie le conven¨ªa un armisticio. Con la vista al frente ambos, el Villarreal se adelant¨® a los 20 minutos. Bot¨® un saque de esquina Ibagaza con la suavidad de su pie derecho. Un bal¨®n a media altura al que dio validez God¨ªn con un toque de espuela.

Con mejor actitud que juego, el Atl¨¦tico se vio condenado por la falta de atenci¨®n en los marcajes en una jugada a bal¨®n parado que no necesit¨® de gestos y movimientos extraordinarios en el ataque amarillo. No le gust¨® para nada a Quique la acci¨®n que pon¨ªa cuesta arriba la contienda y sustituy¨® a Dom¨ªnguez sin que el defensa aparentara dolencia alguna. La reacci¨®n fue discreta, basada en alguna arrancada de Reyes y la presencia de Ag¨¹ero, que siempre infunde respeto. La rapidez y agilidad en la marca de Musacchio, defensa de 20 a?os de la cosecha argentina a la que suele acudir el Villarreal, entorpeci¨® la labor del Kun, que no se sinti¨® c¨®modo en ning¨²n momento.

Si el ataque ofrec¨ªa poco al Atl¨¦tico, la falta de pericia defensiva, que con Quique en el banquillo parec¨ªa olvidada, volvi¨® a asomar. A las puertas del descanso apareci¨® de nuevo la torpeza rojiblanca. Se intern¨® Cani por el centro y fue derribado al borde del ¨¢rea por Assun??o sin que Mejuto decretara nada. Reclamaba penalti el aragon¨¦s, al igual que su compa?ero Llorente, mientras el bal¨®n le lleg¨® a Ujfalusi, que despej¨® de mala gana y sin mirar con la mala suerte que el bal¨®n rebot¨® en Valera, que andaba despistado recriminando a Cani su ca¨ªda. Se encontr¨® Llorente con el esf¨¦rico y meti¨® la puntera. De Gea, el ¨²nico atento, repeli¨® como pudo y Rossi, que pasaba por all¨ª, empuj¨® a gol. De chiste.

Tocado en el ¨¢nimo, no le falt¨® al Atl¨¦tico esfuerzo y actitud para revertir la negativa situaci¨®n creada por una zaga contemplativa. Cambi¨® el gui¨®n del encuentro cediendo el Villarreal terreno y el esf¨¦rico. Avis¨® Antonio L¨®pez en un remate de cabeza que salv¨® con apuros Diego L¨®pez. Confirm¨® la mejor¨ªa Ag¨¹ero con un disparo cruzado que el portero lucense no pudo evitar. El argentino recibi¨® la asistencia de Reyes. Asom¨® el talento en el Atl¨¦tico, pero no lo suficiente para batir a un Villarreal que se acost¨® en puestos europeos.