El atentado terrorista m¨¢s olvidado
Hubo 18 muertos. Un testigo reconoci¨® como autor a Mustaf¨¢ Setmarian Nasar, sirio nacionalizado espa?ol, vinculado con Al Qaeda
Sobre las 22.30 del 12 de abril de 1985, Cristina Salado estaba en la barra del restaurante El Descanso, cercano a la base norteamericana de Torrej¨®n de Ardoz, acompa?ada de su marido, Arturo Rodr¨ªguez, de su amiga Mercedes Dresh y de la pareja de ¨¦sta. Era viernes y los tres salones del restaurante, con una capacidad de 200 personas, rebosaban. S¨²bitamente vio un destello y se encontr¨® debajo de un mont¨®n de escombros. Pasaron dos horas antes de que la rescataran, pero no se desmay¨®. Escuchaba gritos, pero le pareci¨® que el tiempo pas¨® r¨¢pido hasta que la extrajeron de entre los cascotes.
A Cristina la sacaron viva. No pas¨® lo mismo con su marido Arturo, agente de seguridad de la Presidencia del Gobierno, ni con su amiga Mercedes Dresh, empleada del City Bank. Fueron 2 de los 18 muertos en el atentado de El Descanso. Cristina, con lesiones graves, engros¨® la lista de los 82 heridos. S¨®lo 11 de las 100 v¨ªctimas (entre muertos y heridos) eran norteamericanos. Hoy, domingo, la Asociaci¨®n Afectados del 11-M celebra un acto de reconocimiento en el llamado Bosque de los Ausentes, en el parque del Retiro, con motivo de su 25? aniversario.
Un acto recuerda hoy el 25? aniversario del ataque al restaurante El Descanso, el primero del terror islamista en Espa?a
El del restaurante El Descanso-La Casa de las Costillas fue el primer atentado del terrorismo islamista en Espa?a contra espa?oles y el tercero m¨¢s grave que ha sufrido este pa¨ªs, con 18 fallecidos, despu¨¦s del ocurrido el 11-M de 2004 en Madrid, con 192 muertos, tambi¨¦n del terrorismo islamista, y el del Hipercor de Barcelona en junio de 1987, con 21 v¨ªctimas mortales, cuya autora fue ETA. Es, tambi¨¦n, el m¨¢s desconocido. Veinticinco a?os despu¨¦s, nadie ha sido detenido por este atentado ni tampoco ha sido juzgado.
El hecho de que fuera el primer atentado islamista contra s¨²bditos espa?oles gener¨® confusi¨®n sobre su autor¨ªa. El atentado se produjo en un establecimiento muy visitado por soldados norteamericanos de la base de Torrej¨®n de Ardoz (Madrid). Adem¨¢s, faltaba un a?o para la celebraci¨®n del refer¨¦ndum de la OTAN; estaban a punto de establecerse relaciones diplom¨¢ticas con Israel y pr¨®xima la visita a Espa?a del presidente norteamericano Ronald Reagan.
El Ministerio del Interior, dirigido entonces por Jos¨¦ Barrionuevo, s¨®lo dio verosimilitud a las dos siglas que lo reivindicaron en las primeras 48 horas tras el atentado: la Yihad Isl¨¢mica, realizada desde Beirut (L¨ªbano), y Waad (Promesa), distribuida por la agencia de prensa Kuwait News Agency en Beirut y Ad¨¦n. Waad era una sigla que utilizaba el Frente Popular para la Liberaci¨®n de Palestina-Comandos Especiales (FPLP-CE), una escisi¨®n de la OLP, para reivindicar sus atentados.
Con el paso del tiempo gan¨® peso la reivindicaci¨®n de la Yihad Isl¨¢mica. La carta publicada dos semanas despu¨¦s del atentado dec¨ªa: "El islam est¨¢ preparado. Espa?a e Italia son los primeros objetivos. El atentado en Madrid ha sido el inicio de la guerra santa isl¨¢mica. Muerte a Estados Unidos. Los ap¨®stoles de la muerte est¨¢n preparados para reemprender la guerra santa".
Adem¨¢s, este mismo grupo ya hab¨ªa reivindicado en 1984 otros atentados en suelo espa?ol, pero no contra ciudadanos nacionales. En Marbella fue asesinado el s¨²bdito saud¨ª Nasser Abdul Aziz a causa de un atentado contra el propietario del diario kuwait¨ª Al Anbas, Jalid al Maarzook, que result¨® ileso. Y en Madrid supuestamente atent¨® contra el liban¨¦s El¨ªas Jousset Assad Awad, presunto confidente del Mossad (servicio secreto israel¨ª) que qued¨® parapl¨¦jico.
Cristina Salado no pudo enterarse de nada de lo sucedido en los d¨ªas posteriores al bombazo. Estuvo en el hospital recuper¨¢ndose de sus graves lesiones. Los m¨¦dicos le impidieron ver la televisi¨®n. Pero a los tres d¨ªas se vieron obligados a notificarle que su marido hab¨ªa fallecido en el atentado. "Lo intu¨ªa porque Arturo y yo est¨¢bamos muy unidos. Dej¨¦ de sentirle y me dije: Ya no est¨¢", recuerda Cristina.
Esta mujer se fij¨® como un objetivo primordial de su vida conocer la verdad del atentado en el que perdi¨® la vida su marido. Milit¨® en la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo (AVT) de la primera ¨¦poca y en la Asociaci¨®n Afectados del 11-M.
Pocas novedades se han producido desde entonces en torno a este caso. En 1992, el interrogatorio del juez Baltasar Garz¨®n al arrepentido Ahmed Boumershed, miembro del FPLP y ex colaborador del traficante de armas sirio Monzer al Kassar, no obtuvo ning¨²n resultado. El caso lleg¨® a estar archivado temporalmente.
Tras al atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid, que centr¨® el inter¨¦s pol¨ªtico e informativo en el terrorismo islamista, pareci¨® que la situaci¨®n pod¨ªa cambiar. Entre la numerosa informaci¨®n que aportaron los medios de comunicaci¨®n sobre el terrorismo islamista, un testigo reconoci¨® como autor del atentado de El Descanso a Mustaf¨¢ Setmarian Nasar, sirio nacionalizado espa?ol, vinculado con la c¨¦lula espa?ola de Al Qaeda y con su l¨ªder, Abu Dadah. Lo hizo en la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional. La descripci¨®n que present¨® de Setmarian coincid¨ªa con la recogida en el sumario. Su testimonio oblig¨® al juez Ismael Moreno a reabrir el caso, archivado en 1987 por falta de autor conocido.
A Setmarian, reclamado por la Audiencia Nacional, se le perdi¨® la pista en 2005, tras ser detenido en Queta, frontera entre Afganist¨¢n y Pakist¨¢n. Hay sospechas de que puede estar en una de las prisiones secretas que tienen los norteamericanos en Diego G¨®mez, una isla del ?ndico, o bien en Siria. En 2009, el juez Garz¨®n envi¨® un auto a las autoridades norteamericanas pregunt¨¢ndoles sobre el paradero de Setmarian. En diciembre le contestaron que ignoraban d¨®nde se encontraba.
El atentado contra El Descanso fue reconocido como terrorista por las autoridades judiciales y gubernamentales. Pero a¨²n no existe una verdad oficial. Cristina Salado y los supervivientes y familiares de las v¨ªctimas del restaurante El Descanso siguen queriendo conocer la verdad. Creen que la fiscal¨ªa y el Gobierno deber¨ªan aprovechar las buenas relaciones entre la Administraci¨®n del presidente Obama y la del presidente Rodr¨ªguez Zapatero para esclarecer este oscuro caso.
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