Contra el signo de los tiempos
La reapertura del cine California como Sala Berlanga contradice la tendencia del cierre de pantallas en Madrid
Es una noticia a contracorriente. La reapertura de un cine en el centro de Madrid, en un barrio, es desgraciadamente una noticia. Pues por esta vez es verdad. Se reabre el cine California, en el n¨²mero 53 de la calle de Andr¨¦s Mellado, en pleno barrio de Arg¨¹elles. Bajo el nombre de Sala Berlanga, la nueva pantalla cuenta con los ¨²ltimos y m¨¢s avanzados adelantos tecnol¨®gicos -proyector para celuloide en 35 mil¨ªmetros y digital en 4K, adem¨¢s de la posibilidad de exhibir pel¨ªculas en 3D-, 250 butacas tapizadas en piel y una oferta que estar¨¢ dedicada preferentemente a cine espa?ol y latinoamericano, pero sin olvidar los t¨ªtulos m¨¢s independientes europeos y aquellos que han tenido poca suerte en la taquilla, adem¨¢s de ciclos especiales y acontecimientos cinematogr¨¢ficos de inter¨¦s.
La programaci¨®n se centrar¨¢ en las pel¨ªculas espa?olas y latinoamericanas
Sin palomitas, ni 'coca-colas', la sala alentar¨¢ el cine atrevido y nuevo
No habr¨¢ palomitas ni coca-colas -hay un bar de toda la vida al lado- y las pel¨ªculas se proyectar¨¢n, cuando sea necesario, en versi¨®n original subtitulada, tal y como eran hacen a?os en Madrid las salas conocidas como de arte y ensayo y que estaban dedicadas exclusivamente al cine de autor. Disfrutar del cine, y s¨®lo del cine, en las mejores condiciones de proyecci¨®n posibles. Su reapertura, si los ¨²ltimos permisos municipales llegan a tiempo, est¨¢ programada para el pr¨®ximo 7 de mayo, con la inauguraci¨®n del Festival Documenta Madrid 2010. Dependiente del Instituto Bu?uel, que preside el ex cineasta y ahora escritor Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, ser¨¢ una gran ventana para el cine en espa?ol. La programaci¨®n contar¨¢ con dos funciones diarias de lunes a jueves y tres los viernes, s¨¢bados y domingos.
Aunque su objetivo no es puramente comercial, s¨ª se buscar¨¢, por supuesto, la rentabilidad econ¨®mica, seg¨²n se?ala el programador de la sala, el cubano Iv¨¢n Giroud, director del Festival de Cine de La Habana desde hace 17 a?os y conocedor del cine latinoamericano.
"Ser¨¢ un cine de autor, pero con vocaci¨®n comercial. Si una pel¨ªcula no funciona para nada, no la podremos mantener", se?ala Guti¨¦rrez Arag¨®n. As¨ª, en los t¨ªtulos que coincidan con su estreno en otras salas el precio de la entrada ser¨¢ el mismo que en el resto. S¨®lo cuando se trate de rescatar pel¨ªculas espa?olas que ya no est¨¢n en cartel y que no han tenido tiempo de tener un recorrido digno en el marem¨¢gnum de estrenos semanales, el precio ser¨¢ de 3,50 euros. "Ser¨¢ una manera de animar a la gente", a?ade Guti¨¦rrez Arag¨®n, para quien el ejemplo perfecto de este tipo de t¨ªtulos es el de Tres d¨ªas con la familia, el filme de Mar Coll, que despu¨¦s de conseguir el premio a la mejor direcci¨®n novel en la ¨²ltima edici¨®n de los Goya estaba ya fuera de la cartelera. O, por qu¨¦ no, Vientos de agua, la serie para televisi¨®n que dirigi¨® el argentino Juan Jos¨¦ Campanella, reciente Oscar a la mejor pel¨ªcula en habla no inglesa con El secreto de sus ojos, y que pas¨® sin pena ni gloria hasta tal punto que hubo de ser retirada de la parrilla por sus bajos ¨ªndices de audiencia. Las entradas estar¨¢n a la venta en la taquilla del cine y tambi¨¦n a trav¨¦s de Internet.
"No queremos que se convierta en un espacio s¨®lo para cine en espa?ol. Tenemos la intenci¨®n de ampliar y poder proyectar pel¨ªculas de festivales internacionales que no llegan aqu¨ª, un cine atrevido, nuevo, independiente o rescatar algunas cinematograf¨ªas poco conocidas como la australiana. Tenemos que competir con el resto de las salas, porque eso para el cine es muy bueno", explica el presidente del Instituto Bu?uel, quien tambi¨¦n pone el acento en el inter¨¦s que albergar¨¢ esta nueva Sala Berlanga, que cuenta con el patrocinio de la firma automovil¨ªstica Seat, por el cine realizado en Internet.
El California, inaugurado en 1949, fue progresivamente cine de barrio, sala X, sede de la Filmoteca Espa?ola y finalmente pantalla de arte y ensayo hasta su cierre definitivo a finales de los a?os noventa en una situaci¨®n de quiebra econ¨®mica. All¨ª fue donde se estren¨® en 1979 la primera pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var, Pepi, Luci, Boom y otras chicas del mont¨®n, y donde era f¨¢cil encontrarse con Iv¨¢n Zulueta, el gran cartelista del cine espa?ol recientemente fallecido y autor de la mayor¨ªa de los carteles originales que se exhib¨ªan en el amplio vest¨ªbulo que hab¨ªa entre la taquilla y la entrada a la sala y tambi¨¦n en la fachada de la calle. Por esa raz¨®n, ese gran espacio, respetado en la rehabilitaci¨®n que se comenz¨® en 2005, dos a?os despu¨¦s de la adquisici¨®n por parte de la Fundaci¨®n Autor, llevar¨¢ el nombre de Galer¨ªa Iv¨¢n Zulueta, y servir¨¢ en ocasiones para exposiciones.
El viernes pasado, una decena de trabajadores se afanaban por poner a punto los ¨²ltimos detalles de la sala. Unos se esmeraban en limpiar a mano las manchas en el suelo, mientras otro grupo probaba el mecanismo del escenario m¨®vil que tambi¨¦n est¨¢ preparado para peque?as representaciones teatrales, seminarios o recitales musicales. La sala con las butacas dispuestas en pendiente para permitir una completa visi¨®n desde todas ellas desprend¨ªa un claro olor a nuevo de los materiales, mezclado con el m¨¢s embriagador de la pintura. Por all¨ª se paseaba ufano Iv¨¢n Giroud. "Queremos convertir a la Sala Berlanga en un referente de alto nivel dentro del panorama cinematogr¨¢fico en Madrid, en un lugar de encuentro, con una clara l¨ªnea de continuidad con la que se hac¨ªa aqu¨ª en el cine California".
Esta semana est¨¢ previsto que las letras de Sala Berlanga se instalen definitivamente en la fachada del edificio. Todo en honor del gran cineasta Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Berlanga, director de t¨ªtulos imprescindibles como Bienvenido Mr. Marshall, Pl¨¢cido o El verdugo.
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